El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Europa Press.
El principal asesor económico de Trump contempla recortar el "paraguas de defensa" a quienes pongan aranceles de represalia
En la negociación de tres meses que ahora se abre, se primará a los países que compartan gasto de seguridad con EEUU y se castigará a los que lo rechacen.
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Los asesores económicos de Trump, liderados por Stephen Miran, se preparan para una espiral de aranceles con China y un periodo de negociación con el resto de países en el que no dudarán en mezclar los temas comerciales con los de seguridad y recortar el paraguas de defensa de EEUU a quienes respondan con 'tarifas' de represalia.
Así lo contempla el documento que Miran elaboró tras la victoria electoral de Trump para fundamentar la reestructuración del comercio mundial y recuperar la hegemonía de EEUU, que la Casa Blanca está aplicando paso a paso.
Con ese escenario y tras analizar la supuesta efectividad de los aranceles para obtener ingresos a costa de otras economías, el informe contempla que "los países que quieran formar parte del paraguas de la defensa también deben formar parte del paraguas del comercio justo".
Aunque estemos en el inicio de unos aranceles que han venido para quedarse, China ha plantado batalla y ha respondido a los aranceles de Trump con unas tasas para los productos norteamericanos del 84%, que EEUU contestaba este mismo miércoles con una subida adicional de los suyos al 125%.
Frente a ello, se ha abierto un periodo de negociación de tres meses con la mayor parte del resto de los países a los que se impuso un arancel, con el ánimo de llegar a acuerdos que sirvan para cambiar el mapa comercial del mundo en beneficio de la economía norteamericana.
En este periodo transitorio, la recomendación del equipo económico plantea que "los países que estén dispuestos a contribuir a compartir la carga y que se esfuercen por permanecer en la zona de seguridad probablemente se beneficiarán de aranceles más bajos".
Pero "los activos de los países que reciben tarifas más altas corren el riesgo de sufrir de manera desproporcionada", porque pueden quedar al margen de los acuerdos amistosos para el comercio internacional y "se les impondrán costos más agresivos a través de aranceles y otras políticas".
Europa ya tenía elaborada una lista de más de 1.200 productos que pueden recibir un 25% de arancel, como presión para abrir una negociación que solucione la situación, dado que ambas partes creen que "será muy importante evitar las represalias".
El documento guía de EEUU no descarta que un enconamiento de la situación arancelaria provoque una ruptura del comercio mundial, si bien advierte que su economía puede resistir más fácilmente que otros países una escalada, por ser "una importante fuente de demanda de consumo para el mundo".
En el supuesto de aplicar aranceles a los países de la OTAN bajo amenaza de debilitar su defensa conjunta si hay represalias, los asesores entienden que un aumento de sus propios gastos en defensa aliviaría la situación de forma considerable.
"El hecho de que Europa desempeñe un papel más importante en su propia defensa permite a Estados Unidos centrarse más en China, que representa una amenaza económica y de seguridad nacional mucho mayor para Estados Unidos que Rusia, al tiempo que genera ingresos", contempla el documento.
China es el enemigo
Tal y como señalaba el documento de Miran con antelación a la situación actual, el enemigo a batir es China, frente a un planteamiento gradual de aranceles a otras zonas del mundo, ahora con 90 días de prórroga para negociar caso por caso y establecer condiciones.
Se llega incluso a plantear que esta estrategia general sirva para presionar a otras naciones y que se unan a los aranceles contra China.
"Obligados a elegir entre hacer frente a los aranceles sobre sus exportaciones al consumidor estadounidense o aplicar aranceles a sus importaciones procedentes de China, ¿qué elegirán? Depende de las tasas de derechos relativos y de la importancia de cada uno para sus economías y su seguridad", dice el informe.
A partir de ahora, entra en juego la parte final del documento guía que plantea "una demarcación mucho más fuerte entre amigo, enemigo y socio comercial neutral. Los amigos están dentro del paraguas de seguridad y económico, pero el reparto de cargas es mayor".
El planteamiento del economista de cabecera de Trump considera que "otras naciones se benefician de Estados Unidos tanto en materia de defensa como de comercio: el paraguas de defensa y nuestros déficit comerciales están vinculados, a través de la moneda".
