Un hombre sirve tortilla de patatas.

Un hombre sirve tortilla de patatas. Europa Press.

Economía

El rally del huevo llega a España: su precio se dispara un 25% en un mes a medio camino entre el aumento de costes y la paranoia

Productores y analistas apuntan a un cúmulo de factores que se queda corto para explicar la subida. El miedo de EEUU puede haber arrastrado los precios.

Más información: Los aranceles de Trump encarecerán los alimentos en EEUU y lastrarán la respuesta a la crisis del huevo

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Tener huevos empieza a ser caro en España. Sobre todo en el último mes, en el que los precios de la clase M y L, tradicionalmente los más económicos, se han disparado un 25%. Todo un terremoto para un producto de primera necesidad que en los últimos dos años se había convertido en refugio de consumidores que recortaban en carne, pescado y hasta verduras.

El huevo, fuente de proteínas, era la alternativa asequible en medio de la inflación desbocada para familias y rentas modestas. Y aprovechó la ola para crecer en los hogares: en 2023 fue el alimento de la cesta de la compra que más aumentó en volumen; su consumo subió un 8,7%.

El año pasado siguió en ascenso. Según los datos más recientes, recopilados por el Ministerio de Agricultura, de enero a noviembre el consumo de huevos aumentó un 3,2%. Pero ahora viene el choque. En 30 días, según datos del Ministerio, el precio en origen de los huevos más populares se ha incrementado un 25%.

Es una subida que ha llegado ya a los lineales. La docena está en torno a los 2,80 euros en grandes superficies, un nivel al que no suele verse un producto que tradicionalmente ha sido lo más asequible de la cesta.

¿Qué ha pasado? Los expertos consultados por este periódico, desde analistas a productores y voces oficiales del sector, apuntan a una miríada de razones que van desde un incremento de la demanda que presiona una oferta ahora mermada en Europa por el golpe de la gripe aviar hasta un aumento de costes, esencialmente en energía y piensos, además de en requisitos de sostenibilidad.

Pero también advierten sobre la "paranoia" que rodea a la situación. Porque España, el tercer productor de la UE -y que exporta el 20% de los huevos que genera-, no tiene casos de gripe aviar que le afecten, y el aumento de la energía que pagan los agricultores y ganaderos a cierre de 2024, el dato más reciente, es de apenas un 1,64% interanual.

Según apuntan desde COAG, ese valor ha aumentado algo más en el primer trimestre del año, pero los piensos para aves, que en diciembre se habían abaratado un 6,5% con respecto al año anterior, no han subido recientemente.

Psicosis estadounidense

Así las cosas, no acaba de entenderse por qué en un mes suben un 25%, un valor muy superior al registrado en los incrementos de los costes o al eventual desfase entre el crecimiento de la demanda y de la producción, que según estimaciones ronda los cinco puntos porcentuales.

Sin que España produzca menos o que la demanda esté desbocada, se cuela en el horizonte la posible influencia que haya tenido en la percepción en toda la cadena de la crisis del huevo de Estados Unidos.

La gripe aviar ha obligado a eliminar en ese país 160 millones de aves (50 millones de ponedoras) y con ello la oferta se ha reducido hasta niveles insólitos: en los supermercados estadounidenses se paga un dólar por cada huevo.

El país ha lanzado un plan de 1.000 millones de dólares para responder a la crisis que incluye aumentar importaciones. La idea es comprar fuera 100 millones de huevos. La pregunta, en medio de su guerra arancelaria, es a quién. Según recoge Reuters, la Administración Trump ha sondeado en las últimas semanas a Dinamarca y otras naciones del Viejo Continente.

Gallinas ponedoras.

Gallinas ponedoras. Europa Press

Pero no parece que España, que manda el 80% de sus exportaciones a Europa y tiene a EEUU como vigésimo cuarto receptor de exportaciones, esté desviando allí buena parte de su producción.

"No percibimos un incremento notable de la exportación a Estados Unidos", señala Carlos Franco, partner de la consultora ERA Group, especializada en la optimización de costes y la gestión de proveedores. Al final, remarca, el huevo es un producto complejo para exportar a grandes distancias por su fragilidad y su carácter perecedero.

Aunque sí señala la presión que puede formar tanto la situación de EEUU como el impacto en el norte de Europa, donde la gripe aviar también ha causado daños. En esta zona del continente se han perdido 15 millones de aves por este motivo, según datos de las asociaciones de productores de huevos en España, Aseprhu y Federovo.

"Ningún país tiene excedente de huevo", subraya Franco. Esto hace que la percepción sobre el valor del huevo haya cambiado. Ahora es más valioso. "Cuesta cubrir la demanda, no sólo en España, sino también en otros países de nuestro entorno", rematan Aseprhu y Federovo. Así empezó la subida.

¿Resultado un mes después? "Aumenta la demanda por la psicosis", apunta el experto de ERA Group, y la tensión se multiplica a lo largo de la cadena: los productores saben ya que si esperan para vender lo harán a mayor precio y los supermercados, para los que el huevo es un producto 'gancho' de clientes, aguantan la respiración.

Es imposible decir hasta cuándo seguirán subiendo los precios del huevo. "La elasticidad del precio del huevo tiene margen; seguirá siendo más barato hacerse una tortilla francesa que una pechuga de pollo a la plancha", comenta Franco.

Aunque no se prevén, ni desde ERA Group ni desde COAG, bajadas a corto plazo, sí puede haber cierta esperanza cuando la primavera empiece a ser calurosa; con el calor las gallinas ponen más huevos y no sería descabellado esperar un aumento de producción.

Quizá entonces "habría menos psicosis y precios estables", aventura Franco, que avisa sobre el impacto que van a afrontar ya no sólo familias, sino negocios muy dependientes del huevo, como restauración, empresas de catering o pastelerías.