
Cosecha de patata en La Rinconada (Sevilla).
HIH, Santander, Apple o Jesús Navas, los nuevos protagonistas de las grandes inversiones en el campo español
Las compras de fincas crecen un 3,3% en España. La rentabilidad a largo plazo atrae a nuevos actores que traen consigo una transformación de la tierra.
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El interés por invertir en suelo rústico en nuestro país crece. Superada la sequía que puso en duda el retorno de estos negocios -y también las protestas que agitaron al sector-, las operaciones han remontado en 2024, un ejercicio en el que sobresalen nuevos protagonistas. Desde el alemán HIH Invest Real Estate a Santander, pasando por Apple o el exfutbolista del Sevilla Jesús Navas.
Sus nombres destacan en un informe elaborado por Cocampo, que les señala como responsables de los hitos más destacados de la inversión en suelo rústico durante el año pasado. Y una cuestión llamativa es la heterogeneidad de inversores, vista como prueba definitiva del creciente atractivo de la tierra, que seduce desde hace años a fondos de inversión y grandes empresas.
¿El principal motivo? Su potencial de rentabilidad a largo plazo, especialmente en cultivos como pistacho, almendra, aguacate, cítricos, olivar o viñedo. Pero también ofrece grandes posibilidades simplemente como pura extensión de terreno en la que poder instalar parques de renovables.
Las opciones son, en definitiva, muchas en nuestro país, donde el 88% de la superficie está clasificada como suelo rústico. Para el inversor, recurrir a este activo para diversificar su cartera es especialmente atractivo en los últimos tiempos por dos cuestiones.
Por un lado, se asegura control sobre un elemento que será clave a medio plazo: la generación de alimentos. La FAO ha advertido ya en varios informes de que la demanda global no deja de crecer y estima, incluso, que la producción mundial debe aumentar un 50% para 2050 para ir al compás. Por otro, la tierra ofrece protección frente a la inflación.
HIH y Apple debutan
En ese contexto, las operaciones han crecido hasta las casi 130.000 adquisiciones fincas rústicas entre enero y octubre de 2024, de acuerdo con los datos más recientes del INE. Es un 3,3% más que las operaciones registradas en idéntico periodo del año anterior.
Cuatro comunidades concentraron el 55,7% de las transacciones: Castilla y León, que lideró con 20.838 operaciones; Andalucía (18.833), Comunidad Valenciana (16.984) y Castilla-La Mancha (15.688).
En dos de estos territorios se registraron los grandes estrenos. El grupo inmobiliario alemán HIH Invest Real Estate entró en las renovables en España con la compra de un parque solar de 130 hectáreas en Dos Hermanas (Sevilla).
Fue una adquisición ejecutada a través de su fondo HIH Green Energy Invest, lanzado en 2022 y que pretende alcanzar una rentabilidad del 7% de media a largo plazo.
También apareció Apple, dentro del mismo sector. La firma de la manzana anunció en abril que realizaba su primera inversión directa en energía solar en España con el proyecto Castaño Solar, que incluye un hábitat protegido de más de 10 hectáreas en la provincia de Segovia.
La planta, que estará plenamente operativa en diciembre de 2024, evitará hasta 57.000 toneladas métricas de emisiones de CO2 al año.
Alianzas de Santander y Bankinter
También se han producido interesantes alianzas de inversión a destacar. Es el caso de Bankinter Investment y Nuveen Natural Capital, que lanzaron el fondo 'Landa Fund' enfocado en el sector agro de España y Portugal.
La idea: contar con una cartera diversificada de terrenos agrícolas, cultivos y operadores en ambos países, con un plazo de inversión de 10 años.

Un parque fotovoltaico en España. Europa Press
Otros aliados potentes son Atitlan, habitual de la inversión agro, y Banco Santander. Ambos planean invertir 500 millones de euros en proyectos agrícolas también en España y Portugal, a través de la plataforma Atgro, una sociedad de capital riesgo enfocada en frutos secos y “superfrutas”.
La inversión inicial será de 200 millones de euros por parte del banco y 50 millones de euros de Atitlan.
Jesús Navas y Raúl de Tomás
En el apartado de particulares, dos inversiones de envergadura se cuelan en la lista, ambos futbolistas. Uno de ellos es el ex del Sevilla Jesús Navas, que compró en verano la Hacienda Meñaca en Dos Hermanas, Los Palacios y Utrera (Sevilla), en manos de la familia Pickman desde principios del siglo XX.
El jugador del Rayo Vallecano Raúl de Tomás, por su parte, decidió convertirse en criador de toros bravos y adquirió la finca Bellalucía en Fuentidueña de Tajo (Madrid) para iniciar su proyecto ganadero, bautizado como Ganadería De Tomás.
Long Walk Farming, el fondo que aprieta
TotalEnergies, Qultiva Farms, Agrupa Group o Naturgy también fueron de compras en 2024.
La situación, advierte Cocampo, está transformando la estructura del campo al adquirir grandes extensiones de terreno y multiplicar, en el caso de activos agrícolas, su producción, lo que ha generado tensiones con pequeños agricultores que no pueden competir.
Y también esto es negocio. A medio camino entre sacar rendimiento y asociarse con pequeños productores, se está abriendo paso con fuerza el fondo de inversión Long Walk Farming, que da un giro a la inversión: compra tierras agrícolas con alto potencial de rendimiento para arrendarlas a largo plazo a operadores locales.
En 2024, Long Walk Farming ha cerrado dos operaciones relevantes en la provincia de Cádiz. La primera es El Alijar, una finca que cuenta con 374 hectáreas dedicadas al olivar superintensivo que ha arrendado a Agreeculture, y la segunda, la Finca Las Pedrizas, con 59 hectáreas dedicadas a los almendros y alquilada a largo plazo a ISFA Gestión.
Las inmobiliarias miran al agro
La tendencia, cree Cocampo, es que las compras sigan al alza este 2025. Porque van a dispararse las jubilaciones: el 41,3% de los agricultores y ganaderos supera los 65 años y, si no hay relevo, habrá venta de tierra.
En efecto dominó, apunta a que será también el año en que las agencias inmobiliarias "se adentren de lleno" en el mercado de fincas rústicas. ¿Por qué? Porque los propietarios, herederos o no, se están desplazando a las ciudades y dejarán el lucrativo negocio de la venta en manos más cercanas.