Gran alivio para la pesca española. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido una sentencia que se esperaba con gran interés porque podía abrir la puerta a cambiar el modo de determinar cuánto se pesca y dar con ello prioridad al criterio científico sobre el socioeconómico a la hora de limitar las cuotas. 

Una delicada cuestión que llegó a la Justicia Europea después de que una ONG irlandesa denunciara que se habían establecido en 2020 cuotas de pesca superiores a lo debido para bacalao, merlán y solla en aguas que rodean ese país.

Apuntan los ecologistas que, de acuerdo con el criterio científico, estas deberían haberse fijado en cero. El Ministerio de Agricultura y Pesca irlandés responde que cumplía con cuotas aprobadas por un Consejo de la UE que determinó a estas especies "pesca accesoria", o sea, una suerte de daño colateral inevitable.

[Bruselas pacta la pesca de 2024: España dispara un 10% su cuota de merluza y logra la mejor cifra "del siglo"]

Además, continúa, Bruselas fijó esta posición tras analizar "múltiples parámetros", como los efectos socioeconómicos que tendría no capturarlos.

El TJUE debía pronunciarse sobre la validez de la decisión adoptada en el Consejo. Y concluye que no ha encontrado "ningún elemento que pueda afectar a la validez" de lo decidido entonces.

Los argumentos

El fallo es un espaldarazo a los criterios adoptados por ministros de Pesca de la UE, que estaban en guardia por este litigio.

El propio titular español del ramo, Luis Planas, apuntaba en diciembre, cuando se decidieron en Bruselas las cuotas para este 2024, que “una de las cuestiones muy importantes” con vistas al futuro era saber “cuál es el margen de maniobra de la fijación de los TACs (Totales Admisibles de Capturas) y cuotas”.

El tema, agregaba, había sido objeto de corrillos entre los ministros "en los pasillos”, aunque no había afectado al desarrollo de los acuerdos de pesca, que se cerraron, subrayó, con “total libertad” y “sin miedo” a esa futura sentencia.

Al final, la sentencia les refuerza. El fallo, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia, sostiene que esos volúmenes de pesca superiores a cero para las tres especies mencionadas se fijaron "sobre la base de los mejores dictámenes científicos disponibles, en un nivel que no es manifiestamente inadecuado para conciliar el objetivo de continuación de las pesquerías mixtas (la pesca en la que está presente más de una especie y es probable que se capture junto con otras especies en una misma operación de pesca) y el de restablecer la buena situación biológica de las poblaciones afectadas".

Además, esos Totales Admisibles de Capturas (TAC), "se vieron acompañados de medidas correctoras idóneas para limitar las capturas accesorias efectuadas en 2020 en las poblaciones objeto" y "en consecuencia, el impacto de las pesquerías mixtas en cuestión en tales poblaciones".

"Por tanto, hay que considerar que, al adoptar dichos TAC, el Consejo no sobrepasó manifiestamente los límites de su facultad de apreciación", concluye.

Planas: "Estamos en el camino correcto"

La sentencia ha sido acogida con satisfacción por Planas. “La justicia europea avala, con este fallo, la gestión pesquera basada en la sostenibilidad económica, social y ambiental”, ha subrayado en un comunicado.

El ministro apunta que “la sentencia es clara”. "Respalda la gestión pesquera que desarrollamos de acuerdo con la Política Pesquera Común en su artículo 2, que es garantizar que la gestión de la pesca y la acuicultura se realice de forma coherente con los objetivos de generar beneficios económicos, sociales y de empleo”, ha señalado.

Así, concluye que el fallo “nos reafirma en que estamos en el camino correcto para conseguir el equilibrio" entre economía y medioambiente. Un balance especialmente importante es el caso de España: nuestro país es la primera flota pesquera de la UE en capturas, con cerca de 807.697 toneladas de pescado en 2022.

Un 32% de ellas se realizaron en el caladero nacional; un 6,5%, en aguas comunitarias y el mayor volumen, un 61%, por las flotas que operan en las aguas internacionales, donde se capturaron 495.520 toneladas.

En cuanto a número de embarcaciones, España es tercera, por detrás de Italia y Grecia, con cerca de 8.700 buques. El 95% de ellos faenan en el caladero nacional. En el caladero comunitario, por su parte, operan 99 barcos que pescan en las aguas del Atlántico noreste, la conocida flota de Gran Sol, y en aguas de Portugal.

Finalmente, la flota internacional se compone de 108 barcos que opera en todos los océanos: Atlántico, Índico y Pacífico.