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Economía

Ni el gasto en verano evitará el frenazo total del PIB: la economía española se encamina al crecimiento cero

Pese a que el consumo aumenta, muestra signos de desaceleración. Mientras, las ventas de las empresas y la producción industrial caen. 

4 septiembre, 2023 02:37
Eduardo Ortega Socorro Elena Lozano

Hace unos meses, Pedro Sánchez aseguró que "la economía española va como una moto", una frase que pasó a formar parte de los eslóganes del PSOE en las elecciones generales del 23 de julio. Con el verano a punto de terminar, los últimos datos indican que, si el PIB es una moto, la gasolina se le está acabando. Tanto que amenaza con estancarse en el segundo semestre del año. 

Así lo apuntan la evolución de los indicadores del último mes, una visión que comparten los analistas contactados por EL ESPAÑOL-Invertia. La economía española cada vez se desacelera más, incluido el consumo, y se dirige a un escenario en el que no se descarta el crecimiento cero

El sector privado es un fiel reflejo de esta situación. El Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja cómo las ventas de las empresas han encadenado tres meses seguidos de descensos, de abril a junio: un 2,7%, un 2,8% y un 5,8% anual, respectivamente.

[La facturación de las empresas españolas sufre un descenso del 6%, su mayor caída en más de dos años]

De hecho, en junio la facturación de las empresas sufrió su mayor caída en dos años. Y la tendencia, según la información de la Agencia Tributaria basada en ventas interiores diarias, se ha conservado este verano. 

A esto se suma la contracción de la industria española. En su caso no sólo caen las ventas (hasta máximos de un 8,5%), sino también la producción, que de abril a junio desciende un 1,3%, un 0,6% y un 3%, respectivamente.

De hecho, el último informe PMI (que se elabora con las valoraciones de las propias empresas) apunta a que la contracción de la industria española continuará en el segundo semestre

El PIB del segundo trimestre ya refleja todo este frenazo. De un crecimiento del 0,5% trimestral entre enero y marzo se pasó a uno del 0,4% entre abril y junio. ¿La razón? Sobre todo el descenso de las exportaciones, que caen un 5,3%. 

Los datos de consumo que se van conociendo reafirman todos estos diagnósticos. CaixaBank Research calcula que el gasto con tarjetas españolas creció un 4,6% interanual en las tres primeras semanas de agosto -última información disponible-, lo que supone una ralentización en comparación con meses anteriores.

No en vano, este gasto creció un 8,9% interanual en el primer trimestre y un 5% el segundo, registros que están por encima del dato de agosto. Y es que en abril subió un 6,5%, en mayo un 5,3%, en junio un 3,3% (único dato inferior al de agosto) y en julio, un 5,5%.

Vacaciones

La cifra es llamativa teniendo en cuenta que, siendo el octavo mes del año un periodo eminentemente vacacional, el gasto en las partidas relacionadas con este ámbito se ralentiza o cae.

En concreto, el gasto en ocio y restauración creció un 10% en las tres primeras semanas de agosto, menos que en abril (18%) -cuando se celebró Semana Santa- y julio (12%), lo mismo que en junio (10%) y algo más que en mayo (9,3%).

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En cuanto al gasto en turismo -alojamiento y agencias de viajes, entre otros-, cayó en agosto un 1%, después de haber avanzado un 1,3% en julio. En abril el gasto en esta partida se había elevado un 10%, pero en junio se contrajo un 5,1%. Por no hablar del gasto en comercio minorista, que creció apenas un 0,1%, frente al 6,9% de julio.

El consumo en bienes de primera necesidad es el único que se mantiene estable, con un avance del 18%, algo que tiene lógica porque es un gasto al que no se puede renunciar. Y en el que se aprecia una clara recuperación es en el de transporte, que lleva meses cayendo debido a las bonificaciones públicas. Esta partida cae un 4%, mucho menos que en meses anteriores.

Lo cierto es que esta ralentización entra dentro de los pronósticos de los analistas. De hecho, "la sensación es que las cosas están evolucionando por los cauces esperados. En la segunda mitad del año vamos a experimentar un freno importante de la economía", relata María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas. "Los indicadores más recientes confirman esa impresión".

Cabe recordar que el año pasado la economía creció un 5,5%. Para este año, el pronóstico del Gobierno ya era de un importante frenazo, dado que se vaticina un aumento del PIB de sólo el 2,3%. 

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La parte más dura de esta situación llega en el segundo semestre, en el que ya estamos. "El estancamiento es probable", añade Fernández, "y no se puede descartar que vayamos a un crecimiento muy pequeño o cero". Con todo, en esta situación, lo que sí que parece improbable es una recesión.

En cualquier caso, indica que habrá que estar atentos a las próximas semanas. "En septiembre vamos a ver revisiones importantes de las previsiones" macroeconómicas de las diferentes casas de análisis. 

Con todo, y pese a ello, sí que espera que en 2024 se vuelva a un impulso del crecimiento, aunque prevé que sea inferior al del presente año (Funcas estima que se quede en el 1,6%).

Este impulso será posible gracias al consumo de los hogares. Pese a la desaceleración antes citada, Fernández cree que hay margen para que mejore en lo que queda de año, sobre todo gracias a la buena marcha del empleo (aunque también se ralentizará, admite) y la tasa de ahorro de los hogares, que en el primer trimestre alcanzó casi el 12%, según el INE. 

Tipos de interés

En cambio, Daniel Fuentes, director de Kreab Research, no comparte la opinión de que el consumo de los hogares vaya a mostrar mejoras, dado que "acusa la erosión del poder adquisitivo por la inflación y los tipos de interés" y sus subidas por parte del Banco Central Europeo (BCE). 

Tipos de interés que no terminan de frenar la inflación en la eurozona (por lo que el BCE no descarta seguir con las subidas) y afectan a las exportaciones, que también están desacelerando. De hecho, en julio, las ventas en el exterior de España fueron inferiores al mismo mes de 2022. "El entorno internacional sigue siendo complejo, con países como Alemania y Países Bajos en recesión", indica Fuentes. 

Ello afecta directamente a España, puesto que los países de la zona euro se encuentan precisamente entre los principales clientes del comercio exterior de nuestro país. A esto hay que sumar además la situación de China, que ha caído en la deflación y sufrido una importante caída de sus exportaciones. 

"Los últimos datos de coyuntura económica internacional no son buenos. Pero creo que el consenso de analistas ya había integrado en sus previsiones para 2023 un deterioro del contexto. Veo más probable que las revisiones a la baja afecten sobre todo a 2024", opina el responsable de Kreab Research.