Economía

La Fed admite su preocupación por el crecimiento y Trump mantiene la presión

23 agosto, 2019 18:51

Washington, 23 ago (EFECOM).- La Reserva Federal (Fed) admitió este viernes que existe preocupación ante una posible desaceleración prolongada motivada principalmente por la incertidumbre sobre la política comercial global, aunque evitó dar detalles de sus próximos pasos, algo que al presidente estadounidense, Donald Trump, no le gustó.

"Las perspectivas de crecimiento mundial se han deteriorado desde mediados del año pasado. La incertidumbre de la política comercial parece estar desempeñando un papel en la desaceleración mundial y en el débil gasto en manufactura y capital en los Estados Unidos", subrayó Powell en su discurso en la conferencia de banqueros centrales que se celebra estos días en Jackson Hole (Wyoming).

Asimismo, Powell aseguró que la baja inflación, que en el caso de Estados Unidos está actualmente por debajo del objetivo de la Fed del 2 %, es otro de los factores que están impulsando la desaceleración de la economía global.

El presidente del banco central consideró que en los últimos meses han surgido "más pruebas" de esta desaceleración global, "especialmente en Alemania y China"; de la posibilidad de un "Brexit duro"; del aumento de las tensiones en Hong Kong y de la disolución del Gobierno italiano.

"Los mercados financieros han reaccionado fuertemente ante esta imagen compleja y turbulenta", aseguró.

Powell dibujó este panorama en el inicio de la segunda jornada del concilio anual de los responsables de los principales bancos centrales del mundo en Jacskon Hole, uno de los foros mundiales de debate más influyentes sobre política monetaria que se celebra desde 1978.

"No existen precedentes recientes que guíen cualquier respuesta política a la situación actual. Además, aunque la política monetaria es una herramienta poderosa que trabaja para apoyar el gasto del consumidor, la inversión empresarial y la confianza pública, no puede proporcionar un reglamento para el comercio internacional ", reflexionó.

Los inversores y el propio Trump esperaban que Powell diese alguna pista sobre los próximos pasos de la Fed, después de que en su última reunión, en julio, los responsables del banco central estadounidense decidieran rebajar los tipos de interés un cuarto de punto, a entre el 2 y el 2,25 %

Ese fue el primer recorte del precio del dinero en el país en más de una década, ya que el anterior se produjo justo después de la crisis financiera de finales de 2008.

Sin embargo, el banquero continuó con su hermetismo tradicional y no se comprometió a seguir con la bajada de tipos que algunos sectores y que Trump le han pedido que tome.

"La pregunta clave planteada en esta era, entonces, es cómo podemos apoyar mejor el empleo máximo y la estabilidad de precios en un mundo con una tasa de interés neutral baja", apuntó Powell al respecto, sin ofrecer más detalles.

Inmediatamente después del discurso de Powell, Trump equiparó al presidente de la Fed con el mandatario chino, Xi Jinping, y se preguntó quién de ellos es el peor enemigo de Estados Unidos, después de que Pekín anunciara otra ronda de aranceles.

"Mi única pregunta es ¿quién es nuestro peor enemigo, Jay Powell o el presidente Xi?", cuestionó Trump en su cuenta de Twitter.

"Como de costumbre, ¡la Fed no hizo NADA! Es increíble que puedan 'hablar' sin saber o preguntar qué estoy haciendo, lo cual se anunciará en breve. Tenemos un dólar muy fuerte y una Fed muy débil", consideró Trump.

El pasado lunes, Trump pidió a la Fed que recortase un punto los tipos de interés, una medida que normalmente solo se considera en casos en los que la economía está al borde de una recesión.

El mandatario ha llamado a Powell "despistado" y ha criticado en varias ocasiones la "falta de visión" del banquero al frente de la Fed, un gesto inusual entre los presidentes de EEUU.

Hasta el momento, la Fed ha definido la rebaja de tipos de julio como un "ajuste de mitad de ciclo", evitando de este modo confirmar si es el comienzo de un ciclo de reducción de tipos que suele adoptar el banco central en momentos de recesión o en los que se espera una desaceleración continuada.