El presidente del club de fútbol italiano Lazio, Claudio Lotito, ha presentado una oferta "reservada" de compra de la aerolínea Alitalia, en administración concursal desde mayo de 2017, confirmaron hoy a

La empresa se encuentra desde 2017 gestionada por tres administradores concursales y el próximo sábado vence la tercera prórroga que ha concedido el Ejecutivo italiano para intentar encontrar una solución.

El actual Gobierno, formado por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, no quiere que la empresa sea vendida a manos extranjeras, ni por partes ni en su totalidad, y está buscando vías para atraer dinero privado a una aerolínea que no tiene beneficios desde el año 2002.

Las dos formaciones políticas quieren que Alitalia siga siendo italiana, pero que en ella inviertan socios privados fuertes, nacionales o internacionales, y esto no es fácil.

La compañía pública italiana Ferrovie dello Stato es la encargada desde el pasado año de elaborar un plan estratégico que atraiga a empresas, pero por ahora solo está interesada la aerolínea estadounidense Delta Air Lines.

Fuentes próximas a las negociaciones ya explicaron en abril a EFE que Delta Air Lines estaría dispuesta a entrar con un 15 % en el capital de Alitalia, mientras que Ferrovie se comprometería a quedarse con un 30 %. Falta por tanto más dinero y ahora el presidente del Lazio ha dado un paso adelante.

La aerolínea alemana Lufthansa y la británica de bajo coste easyJet mostraron inicialmente su interés por hacerse con algunos activos de Alitalia, pero se retiraron de las conversaciones al no convencerles la propuesta del Gobierno italiano.

Queda por ver si el próximo sábado Ferrovie solicita una nueva prórroga o basta con la oferta del presidente del Lazio, de la que no han trascendido detalles, para que Alitalia salga de una vez por todas de la parálisis en la que se encuentra.

Los sindicatos italianos celebraron el pasado 21 de mayo una huelga nacional de 24 horas, para protestar por la incapacidad de Roma de dar respuesta a la situación de Alitalia y pedir garantías de que no habrá recortes en la plantilla ni en los sueldos en un futuro.

Alitalia tiene además que devolver el préstamo de 900 millones de euros que le concedió el anterior Ejecutivo del Partido Demócrata para garantizar su operatividad, un crédito que la Comisión Europea (CE) investiga si fue una ayuda de Estado ilegal y si cumple con las normativa europea sobre apoyos a empresas en dificultades.