Economía

Mastercard confía en el impacto positivo de la nueva norma europea de pagos

4 junio, 2019 16:09

Fernando Labrador

Ámsterdam, 4 jun (EFECOM).- El vicepresidente para soluciones digitales de Mastercard, Jorn Lambert, cree que la nueva directiva europea sobre servicios de pago (PSD2), con efecto pleno desde el 14 de septiembre, tendrá "impacto positivo" en el comercio electrónico, aunque haya empresas que necesiten un tiempo para adaptarse.

En una entrevista con Efe en Ámsterdam, donde esta semana se celebra la feria del sector bancario Money 20/20, Lambert considera que la doble autenticación que exige la nueva norma "a la larga va a ser positiva", ya que hará disminuir el número de rechazos de compra que aún se dan en el comercio por internet.

En este sentido, explica que Mastercard investiga con bancos y comercios cómo simplificar ese doble paso identificativo, y también las excepciones admitidas, como algunas suscripciones de pago.

"Todo el mundo estará preparado el 14 de septiembre", confía Lambert, y cree que en los meses siguientes se reducirá el número de reclamaciones, porque los pagos digitales se volverán "más seguros".

Los ciberataques existirán siempre, expone Lambert, pero "lo importante" es que los delincuentes "no puedan hacer nada con esos datos robados".

"Que tengan los 16 dígitos de tu tarjeta bancaria no les servirá de nada, porque el sistema detectará que los está intentando usar alguien diferente, por eso soy optimista con PSD2", añade el encargado mundial del área digital de Mastercard.

La directiva europea PSD2 conlleva también una nueva regulación de la banca abierta, que obliga a las entidades financieras a ofrecer de forma compartida los datos de programación (API) de sus servicios, lo que abre el negocio bancario a nuevas empresas, en especial a gigantes tecnológicos como Google y Facebook.

A juicio de Lambert, no perjudicará a la banca tradicional, si sabe adaptarse: "Pueden también sacar provecho de la nueva regulación y que un banco digital decida convertirse en PISP (iniciador de pagos) o AISP (agregador de pagos) por sí mismo".

"Sí habrá más competencia, y más competencia suele traer mejores soluciones", reflexiona el vicepresidente ejecutivo de Mastercard, para quien "las 'bigtech' (grandes tecnológicas) son tanto una amenaza como una oportunidad, como ocurre con casi todo".

Argumenta Lambert que los consumidores "no pondrán toda su vida financiera en las manos de Google o Facebook o Apple o quien sea", aunque "probablemente ciertos servicios sí los ofrecerán", lo que "puede ser bueno y crear un entorno más seguro".

Respecto a UnionPay (la plataforma de pagos china), Lambert no ve competencia desleal, pese a que sus tarjetas se acepten mayoritariamente en el resto del mundo, mientras las demás en China no, porque, aduce: "No estamos en el mismo terreno de juego".

Apunta que "BPOC (Banco Popular de China) es un miembro más de EMV (siglas de Europay, Mastercard y Visa, creadoras del sistema de tarjetas con chip) y en ese campo de juego ellos pueden competir", aunque añade: "Esperemos que la regulación cambie y el mercado chino permita optar a licencias nacionales".

El vicepresidente de Mastercard ve lejana la desaparición de las tradicionales tarjetas, pese a que el chip para pagos ya se incorpora en correas de relojes, anillos, e incluso bajo piel.

"No veré desaparecer el plástico (las tarjetas) por mucho que viva; ha funcionado muy bien 50 años y es ubicuo, en todo el mundo puedes pagar con tarjeta, aquí en Ámsterdam, o en Malaui o Patagonia, así que, antes de que el mundo entero adopte otros métodos de pago, se necesitarán tarjetas por mucho tiempo", sostiene Lambert.

Subraya que el pago mediante teléfono móvil u otros objetos "no cambia lo principal", pues es igual a una tarjeta sin contacto y "no dejan de ser 16 dígitos que conectan con un terminal por RFID (identificación por radiofrecuencia)".

Lambert explica que Mastercard tiene 60 patentes de 'blockchain', porque de las innovaciones que trajo la criptomoneda es en la que quiso centrarse.

En cambio, sobre el futuro de la criptomoneda al margen de los bancos centrales es más escéptico: "Tendríamos que ver qué mejor solución ofrecen, no lo hemos visto todavía".

"Si no puedo explicar a mi madre cómo funciona, no me interesa; es un buen test con la criptomoneda", añade.

Lambert cree que el desembarco masivo del big data (macrodatos) y la inteligencia artificial en el consumo se hará "en tres o cinco años desde ahora", en especial para las recomendaciones de compra personalizadas.