Economía

Los acreedores comienzan en Atenas la tercera revisión tras el rescate

6 mayo, 2019 12:51

Atenas, 6 may (EFECOM).- Las instituciones acreedoras de Grecia comenzaron este lunes en Atenas su tercera evaluación del periodo postrescate, durante la que tienen previsto analizar el programa de alivios fiscales y de medidas sociales que está preparando el gobierno griego para los próximos años.

Examinarán además el progreso de las privatizaciones y de la gestión de la cartera de deudas morosas de los bancos.

La visita, que durará tres días, forma parte de la supervisión reforzada que incluye controles trimestrales de la economía griega.

La visita de la cuadriga coincide con la presentación de una ley que permitirá a todos los deudores con la Hacienda, la Seguridad Social y los municipios pagar sus deudas en hasta 120 plazos mensuales para las personas con ingresos anuales inferiores a 10.000 euros.

Podrán beneficiarse de las medidas hasta 3,9 millones de personas, la mayoría con deudas inferiores a 3.000 euros, y más de 100.000 empresas, según el gobierno griego.

El gbierno de Alexis Tsipras aprobó en 2015 una medida similar aunque con un alcance mucho más limitado, pues los acreedores consideraban la idea inicial demasiado generosa.

El ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, ha asegurado que la ley se debatirá con los acreedores pero no se negociará.

Los acreedores debatirán con el gobierno griego, además de este proyecto de ley, su proyecto de destinar a reducciones de impuestos y a medidas sociales el excedente fiscal previsto para los próximos cuatro años de unos 5.500 millones de euros.

El ejecutivo se ha comprometido con las instituciones acreedoras a generar un superávit primario -excluye el pago de los interese de la deuda- anual del 3,5 % del producto interior bruto (PIB) hasta 2022.

Los acreedores y el gobierno examinarán además el efecto del nuevo marco legal de protección de viviendas en la reducción de la cartera morosa de la banca.

Las deudas morosas con la banca que suman alrededor 86.000 millones de euros -el 45 % del PIB- y su reducción es la prioridad absoluta para que Grecia logre un crecimiento sostenible.