Economía

Deloitte defiende que Celma fuera el auditor de Bankia por su experiencia

19 marzo, 2019 19:48

San Fernando de Henares (Madrid), 19 mar (EFECOM).- El representante de Deloitte Germán de la Fuente ha defendido este martes en la Audiencia Nacional la labor de auditoría realizada en Bankia por el socio Francisco Celma, el cual era el candidato adecuado para realizar dichos trabajos dada su experiencia.

Según ha explicado De la Fuente a la sección cuarta de la sala de lo Penal, que con este testimonio ha dado por concluidos los interrogatorios de los acusados, la amplia trayectoria profesional de Celma, que llegó a participar en la auditoría externa de Caja Madrid, lo convirtió en la persona "idónea" para realizar unas labores supervisadas a su vez por auditores revisores.

"Si cualquiera de los 70 profesionales que trabajaron en Bankia o de los 1.500 trabajadores de Deloitte tuviera la más mínima sospecha, la más mínima duda o la más mínima inquietud, levantaría la bandera porque están educados para ello", ha insistido en alusión a la cultura de cumplimiento normativo o "compliance" de la empresa.

Asimismo, ha ratificado que Celma jamás contó con los estados contables de 2011 que se formularon el 28 de marzo del año siguiente, a pesar de que en el turno de palabra precedente el representante de BFA-Bankia, Álvaro Hernando, había asegurado que "en todo momento dispuso de las cuentas y pudo haber emitido su informe de auditoría, aunque no lo hizo".

"Yo creo que no ha dicho entregar, sino que era formular. Le puedo garantizar que no nos entregaron las cuentas anuales", ha rebatido al abogado de los exconsejeros Alberto Ibáñez y José Manuel Serra, Enrique Molina.

Si bien la Fiscalía Anticorrupción no ejerce cargos contra la sociedad, la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), precursora de su imputación, dirige su acusación sobre Deloitte por un posible delito de estafa a inversores, al igual que sucede con el grupo financiero.

Aún así, en el auto de cuestiones previas, la sala que preside la juez Ángela Murillo rechazó juzgar a éstas por una presunta falsedad contable al entender que sólo pueden cometerlo las personas físicas, en este caso la treintena de exdirectivos y exconsejeros de BFA y Bankia, y el socio auditor.