Cobrar 560 euros al mes libres de impuestos durante dos años desde este mismo mes de enero. Es lo que recibirán 2.000 finlandeses elegidos a través de un muestreo aleatorio. El objetivo: que la Seguridad Social de Finlandia (Kela) examine la utilidad de implantar la Renta Básica Universal (RBU).

De esta forma, el país vuelve a ser pionero en el estudio del estado de bienestar y su utilidad para la sociedad. ¿La renta básica tendrá efectos perversos sobre la tasa de actividad? ¿Y sobre el empleo? ¿Y sobre el consumo? Finlandia analizará todas estas cuestiones.

El objetivo último del experimento, según explica la institución, será analizar cómo podría rediseñarse el sistema de seguridad social para afrontar los cambios del mercado laboral y cómo podría hacerse que promoviera la participación activa, proporcionando mayores incentivos para trabajar. Del mismo modo, se pretende reducir la burocracia y simplificar el sistema de subsidios.

La cantidad a cobrar, los 560 euros, se mantendrá invariable durante la duración de la prueba y no será reducida por ningún otro ingreso que los beneficiarios pudiesen obtener. De hecho, en caso de encontrar empleo, los participantes seguirán cobrando esta renta básica.

Entre 25 y 58 años

Para ser elegidos, los 2.000 ciudadanos participantes fueron seleccionados de forma aleatoria entre un grupo objetivo de 175.000 personas de entre 25 y 58 años. El requisito: encontrarse desempleados el pasado mes de noviembre.

Según el Kela, el 48% de los beneficiarios de la renta básica serán mujeres y el 52% hombres. Un 30% tiene edades comprendidas entre los 25 y 34 años, el 29% entre 35 y 44 años, y el 41% entre 45 y 58 años. "Se dejará en paz a los participantes en el estudio de población durante el experimento. Kela no les llamará regularmente para preguntarles su situación laboral, que, en su lugar, será monitorizada mediante los datos registrados", explican.