Instalaciones de prueba de los chips en el Silicon Lab de Microsoft en Redmond (EE.UU.).

Instalaciones de prueba de los chips en el Silicon Lab de Microsoft en Redmond (EE.UU.). Microsoft

España

De la promesa de las fábricas a las ayudas a la formación: resultados y deberes del PERTE Chip

Las Cátedras y las Misiones Chip son los dos grandes programas adjudicados en los dos años que lleva operativo este PERTE de 12.000 millones de euros.

26 mayo, 2024 03:27

Hace poco se cumplieron dos años de uno de los anuncios más grandes en el mandato de Pedro Sánchez en lo relativo a la digitalización. Durante la celebración del Wake Up, Spain! de 2022, el evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y DISRUPTORES, el presidente del Gobierno dio a conocer un nuevo PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) centrado en los semiconductores con el objetivo de mejorar las capacidades de diseño y producción del país respecto a estos elementos y favorecer la autonomía nacional y europea.

Este proyecto llegó respaldado por el anuncio de la entonces presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de crear una legislación en territorio comunitario con la que recuperar la posición de la región en el mercado de la fabricación de chips en el mundo. 

La iniciativa presentada por el Ejecutivo fue y es considerada una de las más ambiciosas de las desplegadas hasta la fecha, ya que moviliza una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta 2027 (por delante de otras como el PERTE aeroespacial, con 2.193 millones, o el PERTE Agroalimentario, con 1.800 millones) a la que se suma, además, el correspondiente desembolso privado. 

Cuatro ejes para impulsar el ecosistema

No obstante, desde su anuncio, este proyecto estratégico ha sido uno de los más misteriosos, ya que todas sus operaciones han estado envueltas en un halo de secretismo. El propio Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores, Jaime Martorell, es decir, el máximo representante de este PERTE, señalaba en varias ocasiones que la sensibilidad de los activos que protagonizan este ámbito, así como las enormes cantidades involucradas o las grandes firmas que participan requerían de un mayor cuidado a la hora de comunicar cualquier acuerdo. 

En una entrevista con DISRUPTORES, Martorell precisó que el primer año de desempeño de esta iniciativa se dedicaron, sobre todo, a hacer un recorrido por el ecosistema de esta tecnología en España para discernir cuál era el punto de partida del país, hablando con entidades, empresas y universidades. En este período, también se llevaron a cabo los primeros contactos con potenciales socios para abordar los diferentes ejes del plan. 

En concreto, el PERTE Chip se organiza en torno a cuatro patas que abarcan toda la cadena de valor de la industria, entre ellos, el primero se centra en el refuerzo de la capacidad científica y tiene asociada una inversión de 1.165 millones de euros. Mientras, el segundo está enfocado en el diseño e incluye actuaciones para potenciar la capacidad española, a través de 1.330 millones de euros de presupuesto. 

El tercero se basa en la construcción de plantas de fabricación, donde se presupuestó un montante superior a los 9.350 millones de euros, y, por último, el cuarto se centra en la dinamización de la industria de fabricación TIC, regado con 400 millones de euros.

Cátedras Chip: la promesa de la formación

A través del análisis del ecosistema español de microelectrónica, los impulsores de esta iniciativa se dieron cuenta que uno de los puntos débiles residía en la falta de talento en este sector. Esto se materializó en uno de los grandes proyectos dentro del PERTE, las Cátedras Chip, una convocatoria de ayudas que tiene como objetivo formar profesionales en este ámbito e impulsar la I+D mediante la colaboración público-privada en las universidades de España.

En concreto, se concedieron 45 millones de euros a 17 iniciativas impulsadas por 80 empresas, tanto de forma individual como en consorcio, para el establecimiento de cátedras en esta área, según comunicó el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública en febrero de este mismo año. A este montante se suma la inversión privada hasta movilizar, previsiblemente, 54,5 millones de euros en total.  

Jaime Martorell, comisionado especial del PERTE de Microelectrónica y Semiconductores, durante su intervención en la conversación a dos bajo el título 'PERTE y tecnología: microchips y lengua'; en la segunda jornada del IV Observatorio 5G 'La tecnología en la encrucijada entre el 5G y la inteligencia artificial'.

Jaime Martorell, comisionado especial del PERTE de Microelectrónica y Semiconductores, durante su intervención en la conversación a dos bajo el título 'PERTE y tecnología: microchips y lengua'; en la segunda jornada del IV Observatorio 5G 'La tecnología en la encrucijada entre el 5G y la inteligencia artificial'. Laura Mateo

Según avanzaron desde el Gobierno, los estudios se impartirán en nueve comunidades autónomas y se centrarán en cuatro áreas concretas: el diseño, los nuevos materiales, los procesos tecnológicos y el test y encapsulado de chips. Esta iniciativa se relacionad, directamente, con el objetivo del Gobierno de formar a 1.000 profesionales en este sector. 

"Vamos a generar el talento que se necesita para despuntar en esta industria, con los que lograremos dos grandes objetivos estratégicos, la soberanía digital de Europa y la generación de empleo cualificado y digital en nuestro país", destacó la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, durante el anuncio de esta palanca. 

Misiones Chip: impulsar la I+D 

En la misma línea, otra de las convocatorias que ha visto la luz en el marco del PERTE Chip en los últimos dos años ha sido la relativa a las Misiones Chip, que cuenta con un presupuesto asignado de 60 millones de euros. 

En concreto, esta iniciativa, impulsada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), nació con el objetivo de reforzar proyectos de investigación en I+D que potencien las capacidades científicas en el ámbito de la microelectrónica y los semiconductores, estimulando la colaboración público-privada y mejorando la base de conocimiento de las empresas españolas.

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A finales de 2023, el CDTI hizo pública la resolución definitiva de las ayudas contempladas en esta rama y decidió conceder 50,4 millones de euros a 15 proyectos empresariales orientados a promover líneas de actuación como la fotónica, la arquitectura alternativa RISC-V y el ensamblaje de chips. 

Entre los beneficiarios, están, por ejemplo, el consorcio formado por las empresas españolas Hiperbaric, Nanoker y Fagor Electrónica, que presentaron el proyecto DioSiC, cuyo objetivo es desarrollar semiconductores eficientes y resistentes, utilizando carburo de silicio para fabricar microchips de alta potencia. También, recibieron fondos otras firmas como Indra, Televés, Twoptics Systems Design, y Fyla Laser. 

Del Ministerio de Industria al de Ciencia

Así, las Cátedras y Misiones Chip son las dos únicas convocatorias que han sido totalmente resueltas hasta la fecha en los dos ejercicios que lleva operativo el PERTE. Estas apenas suman 95,4 millones de euros (45 millones de las cátedras y 50,4 millones de las misiones) de los 12.250 millones presupuestados en este proyecto estratégico. 

"Por ahora, es cierto que el PERTE CHIP ha tenido menos capacidad de desembolso que la esperada, dado que aún estamos a la espera de las principales convocatorias que deben salir", ha señalado Alfonso Gabarrón, gerente de AESEMI (Asociación Española de la Industria de Semiconductores) en una entrevista con DISRUPTORES. "No obstante, las que ya se han publicado han mostrado la enorme voluntad del ecosistema en colaborar".

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Y es que el impacto del PERTE va más allá de estas dos, ya que, alrededor del mismo también han visto la luz otras iniciativas igual de relevantes para el ecosistema. Por ejemplo, recientemente, acaban de ser concedidas (de momento, de forma provisional) subvenciones por el Ministerio de Industria y Turismo por un importe de 65,4 millones de euros a dos proyectos de empresas españolas que participan en el IPCEI de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación (IPCEI ME-TC). En concreto, las beneficiadas han sido Semidynamics (38,58 millones de euros), y KDPOF (26,82 millones de euros), que canalizarán una inversión total de 124 millones de euros.

Estas ayudas se enmarcan dentro del Proyecto Importante de Interés Común Europeo de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación (IPCEIME-CT), una iniciativa impulsada por la Comisión Europea para apoyar proyectos de investigación y desarrollo que abarcan toda la cadena de valor de la microelectrónica. El PERTE Chip contempla un presupuesto de 500 millones de euros en subvenciones de su presupuesto total para respaldar este IPCEI.

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Junto al Ministerio de Industria y Turismo, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU) también está participando en el impulso del ecosistema de los semiconductores en España. Prueba de ello es que, hace apenas unas semanas, el MICIU publicó la resolución de concesión de 21,2 millones de euros en ayudas por parte de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) a 104 proyectos de Prueba de Concepto para potenciar el sector industrial de la microelectrónica. 

Pedro Sánchez y Chuck Robbins, durante su reunión el jueves 10 de noviembre de 2022 en Madrid

Pedro Sánchez y Chuck Robbins, durante su reunión el jueves 10 de noviembre de 2022 en Madrid Cisco

Según precisó el Ejecutivo, es la primera vez que estas ayudas contribuyen al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores, es decir, al PERTE Chip. 

Cabe mencionar que en marzo de este mismo año el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, anunció que habrá una nueva convocatoria del PERTE a lo largo de 2024, con 200 millones de euros adicionales en subvenciones, correspondientes a la Adenda, en una convocatoria que será abierta.

Promesas y grandes acuerdos

A los proyectos mencionados se suman otros más antiguos como la elección de Barcelona por parte de Cisco como su primer centro de diseño de microchips en la Unión Europea o el de la alianza entre el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y la compañía estadounidense Intel para crear conjuntamente un laboratorio pionero para el desarrollo de una nueva generación de supercomputadores que romperán la barrera de la zettascale. 

Este último proyecto estará ubicado en el recinto del Campus Nord de la Universidad Politécnica de Catalunya y llevará aparejado una inversión conjunta de hasta 400 millones de euros en diez años, que procederán tanto de la firma tecnológica como del Gobierno a través del PERTE Chip. 

Foto de los dirigentes de Broadcom junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores, Jaime Martorell .

Foto de los dirigentes de Broadcom junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores, Jaime Martorell . Gobierno de España

En la misma línea, la empresa californiana Broadcom anunció el pasado mes de julio su intención de invertir cerca de 1.000 millones de euros para instalar una fábrica de chips en España, lo que generaría alrededor de medio millar de empleos. No obstante, casi un año después, poco se sabe de este proyecto, que parece haberse esfumado tras la difundida foto del directivo de la multinacional tecnológica junto al presidente del Gobierno y el Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores. 

También, cabe destacar el desembarco en Málaga del instituto de referencia mundial de investigación y desarrollo de semiconductores, el Centro Interuniversitario de Microelectrónica (IMEC, por sus siglas en inglés), que supondrá una inversión de hasta 250 millones de euros, de acuerdo con las previsiones iniciales.  

El gerente de AESEMI precisa que este último es uno de los proyectos "más relevantes" que han visto la luz alrededor del PERTE. "Que una de las entidades más reconocidas a nivel mundial se fije en España para su segunda instalación de I+D en Europa es un hito que tendrá un enorme efecto tractor sobre nuestro ecosistema, ya que permitirá conectar las capacidades de diseño con las necesidades de fabricación a pequeña escala, fundamentales en las primeras etapas de cualquier producto", afirma. 

Un futuro que pide paso

A pesar de las dos convocatorias finalizadas y la multitud de proyectos que están tomando forma al calor del PERTE Chip, el ecosistema español demanda más ante la que es considerada una de las grandes apuestas del Ejecutivo. 

Gabarrón pide calma ante esta situación. "El ecosistema está preparado, pero necesita un marco temporal amplio para poder absorber la cantidad de fondos que están aún pendientes", precisa. "En el punto en el que estamos ahora lo fundamental es avanzar con la ejecución de las inversiones y de las convocatorias". 

Así, señala que es imprescindible que se mantenga la "coordinación que ha habido hasta el momento" entre los actores de esta industria y las administraciones. También, apunta, es esencial seguir impulsando y acelerando los incentivos pendientes "para asegurar la competitividad de los proyectos españoles en un mercado global complejo y altamente competitivo".