Un ingeniero sosteniendo un microchip en sus manos.

Un ingeniero sosteniendo un microchip en sus manos. Reuters

España

Preguntas, respuestas y varias aclaraciones sobre el PERTE Chip

El PERTE Chip es uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno español, con 12.250 millones de euros de inversión pública. 

13 febrero, 2023 02:50

Durante el último Wake Up, Spain!, el evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I, celebrado hace casi un año, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un nuevo PERTE centrado en los semiconductores con el objetivo de mejorar las capacidades de diseño y producción del país respecto a estos elementos y favorecer la autonomía nacional y europea. 

Este proyecto estratégico llegó respaldado por el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de crear una legislación en territorio comunitario con la que recuperar la posición de la región en el mercado de la fabricación de chips en el mundo, que ha pasado de un 44% en 1990 a apenas un 9% en 2021. 

[Tras meses de análisis del ecosistema, el 2023 será decisivo para el PERTE Chip: se materializarán las iniciativas]

El conocido como PERTE Chip está respaldado por una inversión pública de 12.250 millones de euros, a la que se espera que se sume un importante volumen de inversión privada. Estos números sitúan a esta iniciativa como la más ambiciosa, muy por delante de otras como el PERTE aeroespacial (2.193 millones) o el PERTE Agroalimentario (1.800 millones). 

El proyecto, que apenas lleva operativo un año, afronta en 2023 un año decisivo, ya que será el ejercicio en el que se materialicen y se pongan en marcha los principales proyectos que se han ido definiendo previamente. 

No obstante, el PERTE aún sigue rodeado de multitud de dudas respecto a su relevancia, sus objetivos o los instrumentos con los que cuenta. A continuación, se resuelven las grandes cuestiones asociadas a esta iniciativa y se definen algunas de sus claves. 

¿Por qué son relevantes los semiconductores? ¿Qué ha pasado durante la crisis sanitaria?

Los chips son activos estratégicos para cadenas de valor industriales fundamentales, según la Comisión Europea. Su importancia (y, consecuentemente, su demanda) se disparó a raíz de la transformación digital, debido a que diferentes mercados, nuevos y tradicionales, comenzaron a incorporarlos, por ejemplo, el cloud, el IoT, la supercomputación o la automoción.

Sin embargo, la pandemia supuso un duro golpe a esta industria, creando una tormenta perfecta, ya que aumentaron los pedidos que incluían estos elementos, a la vez que se acusaba una escasez en el suministro por las medidas de confinamiento que llevaron a detener durante semanas la producción. 

Esta situación se tradujo en un incremento de los precios de los dispositivos electrónicos y en la paralización de industrias enteras ante la imposibilidad de hacerse con los chips necesarios para la producción. 

También, puso de manifiesto la relevancia de este tipo de componentes, donde Europa no tiene una situación de ventaja, ya que ha pasado de ser el fabricante del 44% de los semiconductores en el mundo en 1990 a representar solo el 9% en la actualidad. 

Las previsiones tampoco son optimistas, de acuerdo con los datos de 2021 de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por sus siglas en inglés), en 2030 ese porcentaje descenderá hasta el 8%, una década en la que se consolidarán actores como China (24% del total en 2030), Taiwan (21%) o Corea del Sur (19%) como los principales fabricantes de chips del mundo.

¿Qué es el PERTE Chip?

El Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica de microelectrónica y semiconductores, coloquialmente llamado PERTE Chip, fue anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la celebración del último Wake Up, Spain!, el evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I, el pasado mes de abril de 2022, y aprobado por el Consejo de Ministros a finales del mes de mayo del mismo año. 

Esta iniciativa aparece con el objetivo de reforzar las capacidades de diseño y producción de la industria de microelectrónica y semiconductores en España para favorecer la autonomía estratégica nacional y de la Unión Europea. 

¿Dónde se enmarca?

El PERTE Chip nace en el marco de la Ley Europea de Chip (Chips Act), anunciada a finales de 2021 por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. 

Esta legislación tiene como objetivo anticipar a la región para responder de forma rápida ante cualquier futura interrupción de la cadena de suministro y recuperar la posición de Europa en la fabricación de semiconductores. Así, la futura normativa quiere que, en 2030, el 20% de la producción mundial de este tipo de componentes se produzca en dicho territorio, es decir, el doble del actual. 

Los ministros comunitarios de Industria de los Estados miembros de la Unión Europea llegaron a finales de 2022 a un acuerdo que servirá de base para negociar con la Eurocámara el texto definitivo de la ley que verá la luz próximamente. 

En este contexto, el PERTE Chip llega para aterrizar la estrategia europea y consolidar las acciones a nivel nacional. Tras su aprobación a mediados de 2022, se une a los otros 11 proyectos de carácter estratégico anunciados por el Consejo de Ministros en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (la propuesta española que forma parte de los planes nacionales que han elaborado los 27 estados miembros de la Unión Europea para acogerse al Plan de Recuperación para Europa, NextGenerationEU). 

¿Cuál es el objetivo de este proyecto estratégico?

Este proyecto estratégico aparece ante la necesidad de satisfacer la creciente demanda de semiconductores en sectores clave como la automoción o los electrodomésticos mediante el refuerzo de las capacidades de diseño y producción de la industria en España. 

Según explica el Ejecutivo, el objetivo es favorecer la autonomía nacional en este campo, así como la de la Unión Europea en este sector, en línea con la Ley Europea de Chips. 

¿Cuáles son los organismos encargados de su puesta en marcha?

Este proyecto estratégico cuenta con un un comisionado especial "para asegurar la coordinación, efectividad y coherencia de las actuaciones entre los ministerios que participan en este proyecto estratégico". Su presidencia corresponde a Jaime Martorell. 

¿Con qué presupuesto cuenta?

El Ejecutivo ha puesto a disposición de esta iniciativa una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta el año 2027, a la que se espera que se sume un importante volumen de inversión privada. 

Estas cantidades sitúan a este proyecto como uno de los más ambiciosos en términos económicos. 

¿Cuáles son sus áreas de actuación y cuál es el presupuesto asociado a cada una de ellas?

El PERTE Chip se desarrolla alrededor de cuatro ejes estratégicos que abarcan toda la cadena de valor de la industria en distintas fases: concepción, diseño, producción de chips y dinamización de la fabricación de productos electrónicos TIC e impulso al ecosistema emprendedor de semiconductores.

El primero se centra en el refuerzo de la capacidad científica y prevé actuaciones como el fortalecimiento de la I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia, el desarrollo de chips cuánticos o el lanzamiento de una línea de financiación para reforzar el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación. En concreto, se espera una inversión de 1.165 millones de euros. 

El segundo está enfocado en el diseño e incluye actuaciones para potenciar la capacidad española mediante la creación de empresas fabless, líneas de pilotos de pruebas o una red de capacitación en materia de semiconductores. Se destinarán 1.330 millones de euros para este eje.

El tercero se basa en la construcción de plantas de fabricación que impulsen la capacidad de producción nacional, tanto en el segmento de vanguardia como en la gama media. Esta línea cuenta con el mayor presupuesto, superior a los 9.350 millones de euros. 

Por último, el cuarto se centra en la dinamización de la industria de fabricación TIC, para lo que aspira a crear un fondo de capital centrado en los chips con el que financiar startups, scaleups y pymes innovadoras del sector a nivel nacional, así como a fortalecer la producción interna de productos electrónicos que usan estos elementos para que ejerzan un efecto tractor. Este apartado está regado con 400 millones de euros.

¿Qué iniciativas ha llevado a cabo hasta la fecha?

Martorell, el máximo responsable de este proyecto estratégico, explicó a finales de 2022 en una entrevista exclusiva con D+I que, hasta ese momento, se centraron en "hacer un recorrido por las diferentes entidades, universidades, empresas y todo el ecosistema de la tecnología en España" con el objetivo de comprobar "la capacidad que tienen de desarrollarse en línea con el PERTE". 

También, realizaron contactos e identificaron posibles partners en base a los ejes presentes en la iniciativa.

Entre los principales resultados, se encuentra el anuncio de la tecnológica Cisco de establecer en Barcelona un centro de diseño de semiconductores de nueva generación, el primero de este tipo que pone en marcha la empresa en la Unión Europea.

A él se suma la asociación entre Intel y el Barcelona Supercomputing Center (BSC) para desarrollar un laboratorio conjunto enfocado en la producción de "una nueva generación de supercomputadores que romperán la barrera de la zettascale", un proyecto "pionero", según el director del BSC, Mateo Valero. 

Esta iniciativa, ubicada en el recinto del Campus Nord de la Universidad Politécnica de Catalunya, contará con una inversión de hasta 400 millones de euros en 10 años, cuyos fondos procederán tanto de la tecnológica estadounidense como del PERTE, y creará hasta 300 nuevos empleos altamente cualificados. 

¿Qué proyectos llevará a cabo próximamente? 

En la misma entrevista con D+I, Martorell señaló que 2023 será un ejercicio marcado, de nuevo, por la búsqueda de contactos y de partners para el desarrollo de las fábricas de microelectrónica. También, apuntó que, a lo largo del año, se pondrán en marcha diferentes convocatorias relacionadas con los otros ejes del PERTE. 

Según contó, en los próximos meses arrancarán diferentes requerimientos, respaldados con un presupuesto de 1.350 millones de euros, destinados a apoyar proyectos concretos de diferentes empresas instaladas en España e incluso otras que no lo estén, pero quieran venir a establecer sus actividades en esta región.