Los cofundadores Luis Chimeno, Pilar Granado y Pablo Sosa en el laboratorio.
Trío de talento español en los premios Jóvenes Inventores de la OEP: así luchan contra el desperdicio de alimentos
Pilar Granado, Pablo Sosa y Luis Chimeno se ganan una plaza entre los diez innovadores globales de menos de 30 años cuya labor ha destacado la Oficina Europea de Patentes por su tecnología para afrontar los retos de los ODS.
Más información: Dentro del Parque Científico UMH: el prolífero ecosistema de conocimiento con espíritu 'startupero' gestado en Elche
Era difícil prever cuando Pilar Granado, Pablo Sosa Domínguez y Luis Chimeno coincidieron en la Universidad de Elche que antes de los 30 años se habrían ganado un hueco entre los jóvenes talentos más prometedores a escala global que selecciona la Oficina Europea de Patentes (OEP).
Su pasión por la biotecnología los llevó desde diferentes puntos de la geografía española hasta el ecosistema de generación de conocimiento y valor de la Universidad Miguel Hernández de Elche y su Parque Científico, emplazamientos clave para la gestación y crecimiento del prometedor proyecto de estos tres emprendedores.
Los tres forman parte de los diez innovadores seleccionados por la OEP dentro del Premio Jóvenes Inventores que reconoce a jóvenes de todo el mundo de 30 años o menos que utilizan la tecnología para afrontar los grandes retos globales planteados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La final tendrá lugar el 18 de junio en Islandia.
DISRUPTORES - EL ESPAÑOL conversa con Luis Chimeno, uno de los tres impulsores de Oscillum, sobre el momento clave que atraviesa su proyecto emprendedor y lo que conlleva haber sido distinguidos por la Oficina Europea de Patentes.
"Es un orgullo y una magnífica sorpresa haber sido seleccionados por una entidad de tan reconocido prestigio. Sin lugar a dudas, nos aportará una gran visibilidad en un momento en que desde Oscillum estamos centrados en la venta y en llevar al mercado todo el trabajo realizado en el laboratorio", explica Chimeno en entrevista con esta redacción.
Los grandes retos de la humanidad no se podrán abordar sin la tecnología y, ahí, Oscillum está totalmente alineada con el ODS 2 (Hambre Cero), ODS 3 (Salud y Bienestar), ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) y ODS 13 (Acción por el Clima).
Este foco y la calidad de sus etiquetas inteligentes para corroborar la calidad y el buen estado de los alimentos les han hecho merecedores de esta codiciada mención en el ecosistema investigador y tecnológico. Los jóvenes afincados en Elche han sido seleccionados por un jurado independiente entre más de 450 candidatos.
Pero ¿qué valor añadido aporta Oscillum? Los consumidores suelen guiarse por el aspecto de los productos o por las fechas de caducidad estándar para valorar la frescura de los alimentos, lo que ocasiona el desperdicio de muchos alimentos que aún son comestibles.
Oscillum produce etiquetas inteligentes que cambian de color según la actividad bacteriana relacionada con la descomposición del alimento.
Los fundadores muestran las etiquetas inteligentes para alimentos con tecnología patentada.
La etiqueta incorpora indicadores inteligentes en una matriz de polímero biodegradable. A medida que las bacterias se multiplican, liberan compuestos que provocan un cambio de color visible en la etiqueta.
Esta información permite a consumidores y proveedores tomar decisiones sobre la seguridad alimentaria y reducir el desperdicio de alimentos que se puede evitar. Estas etiquetas también pueden aplicarse a frutas y verduras para indicar su grado de madurez y no descartar productos que todavía son frescos, pese a su aspecto.
La innovación de estos tres emprendedores españoles aborda las limitaciones de los indicadores de frescura actuales, como las etiquetas de tiempo-temperatura, que solo relacionan el deterioro del alimento con fallos en la cadena de frío.
Al analizar directamente el crecimiento bacteriano y los compuestos orgánicos volátiles, las etiquetas inteligentes ofrecen una mayor precisión en tiempo real, adaptándose tanto a productos envasados como no envasados, entre los que se incluyen la carne, el pescado y otros productos frescos.
Parque Científico UMH: epicentro de su startup
Al minimizar el desperdicio innecesario de alimentos en buen estado, esta invención contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a promover un sistema alimentario más eficiente.
Durante el viaje emprendedor de Pilar, Pablo y Luis, que comenzó en el seno de la Universidad Miguel Hernández de Elche y cogió velocidad en el Parque Científico de la entidad, los obstáculos han sido una constante, como en todo proyecto startupero que levanta el vuelo.
Los cofundadores de Oscillum en el Parque Científico de la UMH de Elche.
"Al principio lo más difícil fue la parte técnica; lograr la tecnología para aterrizar la idea que teníamos. Después, la validación en el mercado", explica Chimeno.
En un momento más avanzado de la startup, la necesidad de "educar" sobre su propuesta tecnológica, no sólo al consumidor, sino sobre todo a la industria, ha sido otro de los desafíos que ha afrontado el equipo de inventores con sede en Elche.
África y Latinoamérica: mercados clave
Ya en la última etapa, abordar la parte de la industrialización ha presentado nuevos retos al equipo fundador de Oscillum que, según destaca Luis Chimeno, han sabido ir solventando con el apoyo de la comunidad emprendedora e investigadora de la UMH de Elche.
Este 2025 se presenta prometedor y de salto cualitativo para la startup española. Por una parte, están centrados en la venta de sus etiquetas inteligentes, con una gran demanda en África y Latinoamérica.
"África y Latinoamérica
"Son regiones donde existen problemas de salud alimentaria, menos desarrollados que en Europa y donde nuestra tecnología les permite solventar este tipo de problemas", añade Chimeno.
En Europa su innovación patentada está más relacionada con la calidad industrial y con aportar a las corporaciones de la industria agroalimentaria un valor añadido a sus productos.
Sin lugar a dudas, la proyección a escala internacional del premio de la OEP no podía llegar en mejor momento para estos emprendedores: en plena expansión de la fase de ventas, con la recién aprobada normativa contra el desperdicio de alimentos en España y con unas sólidas conexiones Latam-España (Europa) en pleno desarrollo, uno de sus mercados clave.
