Rueda de prensa de Pedro Sánchez en el Foro de Davos

Rueda de prensa de Pedro Sánchez en el Foro de Davos Efe

Política Digital

El clamor por una inteligencia artificial ética y responsable protagoniza los discursos del Foro de Davos

Mandatarios y empresarios coinciden en destacar la IA como motor económico, pero advierten que esto no debe hacer olvidar las amenazas asociadas. 

21 enero, 2024 02:33

El inicio del año va aparejado a la celebración de una de las reuniones más importantes a nivel mundial: el tradicional encuentro del Foro Económico Mundial (FEM), conocido como el Foro de Davos. La edición de este año, la número 54, consiguió congregar en la famosa ciudad suiza más de 2.800 líderes procedentes de 120 países distintos, entre los que se encuentran representantes gubernamentales o de las principales organizaciones internacionales. 

Durante cinco días, del 15 al 19 de enero, bajo el lema "Reconstruir la confianza", los asistentes celebraron ponencias y participaron en conversaciones y encuentros con el objetivo de buscar la cooperación sobre cuestiones como el crecimiento económico, la acción climática, la seguridad energética, la gobernanza tecnológica o el desarrollo humano. 

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Las temáticas que se trataron en las sesiones de este año estuvieron centradas en cuatro áreas fundamentales, entre ellas, cómo avanzar hacia una mayor seguridad y unión a nivel mundial; el empleo y cómo impulsar su crecimiento en "una nueva era"; el despliegue de estrategias a largo plazo para proteger el medioambiente; y la inteligencia artificial (IA) "como motor de la economía y la sociedad". 

Este último punto revela cómo la tecnología en general y la IA en particular se han posicionado como una tendencia transversal que afecta a todos los ámbitos de la economía a nivel global, algo que ya se confirmó la pasada edición y que vuelve a consolidarse en la que acaba de terminar. 

En concreto, en el encuentro de este año, la inteligencia artificial estuvo presente en reflexiones relacionadas sobre cómo puede impactar dicha herramienta en los modelos de negocios actuales, así como en la fórmula para contener los riesgos asociados, algo especialmente relevante tras el acuerdo alcanzado durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea en relación al borrador de la ley europea de IA hace apenas un mes. 

Sánchez y los riesgos de la IA

En lo que se refiere a España, este país ha estado altamente representado durante la celebración del Foro a nivel político, con la intervención (la quinta que suma en su historia) del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero también con la presencia del recién nombrado ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá. La presencia de este último se convirtió en toda una declaración de intenciones sobre la posición relevante que le otorga este país al sector tecnológico como elemento impulsor para la economía. 

De hecho, la ponencia de Sánchez versó, casi en su totalidad, sobre una de las herramientas digitales que protagonizaron el encuentro: la inteligencia artificial (IA), cuya gobernanza definió como "uno de los grandes retos globales pendientes". 

El mandatario español afirmó que la IA, junto a otras tecnologías punteras, "son la mejor opción" para resolver los desafíos que enfrenta la humanidad, pero puntualizó que estas oportunidades "no deben hacer olvidar las amenazas que existen". "Debemos prestar más atención a las preocupaciones de nuestros trabajadores, nuestra juventud, nuestros mayores... y menos atención a las promesas vacías de algunos gurús de Silicon Valley que están más interesados en ganar adeptos o en escalar en la lista Forbes que en el verdadero progreso de la humanidad", insistió. 

En este sentido, afirmó que, "hoy más que nunca", el mundo necesita de "una gobernanza global de la digitalización" que defienda los derechos de los ciudadanos por encima de los intereses de estados y corporaciones. Aquí, destacó el trabajo realizado por Europa con el acuerdo sobre la ley de IA alcanzado a finales del año anterior. 

Reuniones con las 'big tech'

Más allá de su intervención, el presidente del Gobierno tuvo tiempo para reunirse con los directivos de grandes tecnológicas durante su estancia en la ciudad suiza. 

En concreto, Sánchez compartió un encuentro informal con el cofundador de Microsoft, Bill Gates, tal y como enseñó a través de su perfil en X (antes Twitter), donde acordaron seguir trabajando "para impulsar la transición verde y la transformación digital" con el objetivo de "construir un mundo más sano, limpio y justo". 

También, coincidió con el CEO de Intel, Pat Gelsinger, con quien habló de los "grandes retos y desafíos tecnológicos" a los que se enfrenta el mundo en la actualidad y cómo suponen "una gran oportunidad" para transformar el tejido productivo "y generar más y mejores empleos", precisó en una publicación en la mencionada red social. 

Además, se reunió con el CEO de Cisco, Chuck Robbins, una conversación que definió como "muy fructífera" en la que agradeció la confianza de la firma para establecer en España el primer centro de diseño de chips de Europa en el marco del PERTE Chip. 

En la misma línea, se encontró con Kent Walker, el presidente de asuntos globales de Google, del que destacó su anuncio de respaldar el ecosistema de semiconductores en España, "una prioridad para el Gobierno". "Puede contar con todo nuestro apoyo para avanzar en esta iniciativa que supondrá, además, acuerdos de colaboración entre Google y universidades españolas", afirmó Sánchez. 

Sánchez compartió momentos, asimismo, con otros directivos tecnológicos como el consejero delegado de Qualcomm, Cristiano Amon, o el consejero delegado de Fujitsu, Takahito Tokita. 

El debut de Escrivá 

Por su parte, Escrivá, que prácticamente estrenó su posición a nivel internacional con esta intervención, versó su intervención en este foro sobre la aversión al riesgo existente en el Viejo Continente. Según señaló, el sistema financiero de la región "está muy bancarizado, no orientado hacía el mercado de capitales, como en Estados Unidos", por lo que destacó la necesidad de impulsar "más instituciones públicas" que apoyen la financiación del venture capital, "tomando más riesgos desde la Administración". 

También, apeló a la importancia de construcción del mercado único europeo como una tabla de salvación ante la falta de competitividad en este mercado. Aquí, destacó el papel de España para reducir la burocracia y el exceso de regulación con medidas como la ley de startups. 

[José Luis Escrivá, en Davos: "Europa debe asumir más riesgos para ser competitiva en innovación"]

Escrivá hizo hincapié, asimismo, en los desafíos relacionados con la atracción y retención del talento. "En Europa, quizás por la cultura que tenemos hacia la igualdad, somos muy reacios a premiar o reconocer el talento, ambos aspectos no son incompatibles: podemos premiar el talento y el éxito mientras mantenemos políticas ambiciosas de redistribución de la renta", afirmó. 

Como nota curiosa, el nuevo ministro de Transformación Digital y de la Función Pública coincidió en este evento con la que fue su antecesora, Nadia Calviño, que acudió al Foro de Davos en su posición de presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Su aparición en Davos fue una de sus primeras intervenciones tras tomar posesión de su cargo el pasado día 1 de enero. 

La IA como protagonista

Además de en las intervenciones de los representantes españoles, la inteligencia artificial se erigió como la protagonista indiscutible de muchos otros discursos, entre ellos, el de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La mandataria europea desgranó en su intervención las oportunidades derivadas del uso de esta tecnología siempre que se use de forma responsable.

Mientras, el primer ministro de la República Popular China, calificó la IA como "un arma de doble filo" porque, explicó, puede tener consecuencias positivas para el progreso humano, pero también plantea riesgos para la seguridad y la ética. 

También, habló de ella el consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, que se mostró partidario de impulsar una normativa común a nivel global que regule esta herramienta con el objetivo de impulsar su desarrollo y controlar los posibles efectos negativos.