Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores.

Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores. Mineco Saioa Hermosa

España

Tras meses de análisis del ecosistema, el 2023 será decisivo para el PERTE Chip: se materializarán las iniciativas

Entre sus hitos en este período, que Cisco establezca en Barcelona un centro de diseño de chips o la unión de Intel y el BSC para abrir un laboratorio.

28 diciembre, 2022 00:52

El pasado mes de abril, durante la celebración del Wake Up, Spain!, el evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que se sumaba a la lista de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación Económica) uno nuevo centrado en la microelectrónica y los semiconductores. 

El conocido popularmente como PERTE Chip llegaba con el objetivo de reforzar las capacidades de diseño y producción de la industria de dichos componentes en España para favorecer la autonomía estratégica nacional y de la Unión Europea, en línea con la Ley Europea de Chips, que busca es conseguir que el 20% de todos los chips del mundo se fabriquen en la región. 

El Ejecutivo ha puesto a disposición de esta iniciativa una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta el año 2027, lo que sitúa a este proyecto como uno de los más ambiciosos en términos económicos. 

Cuatro ejes para impulsar la industria

Todo ello, se organiza en base a cuatro ejes estratégicos que abarcan toda la cadena de valor de la industria. 

El primero se centra en el refuerzo de la capacidad científica y prevé actuaciones como el fortalecimiento de la I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia, el desarrollo de chips cuánticos o el lanzamiento de una línea de financiación para reforzar el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación. En concreto, se espera una inversión de 1.165 millones de euros. 

El segundo está enfocado en el diseño e incluye actuaciones para potenciar la capacidad española mediante la creación de empresas fabless, líneas de pilotos de pruebas o una red de capacitación en materia de semiconductores. Se destinarán 1.330 millones de euros para este eje.

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El tercero se basa en la construcción de plantas de fabricación que impulsen la capacidad de producción nacional, tanto en el segmento de vanguardia como en la gama media. Esta línea cuenta con el mayor presupuesto, superior a los 9.350 millones de euros. 

Por último, el cuarto se centra en la dinamización de la industria de fabricación TIC, para lo que aspira a crear un fondo de capital centrado en los chips con el que financiar startups, scaleups y pymes innovadoras del sector a nivel nacional, así como a fortalecer la producción interna de productos electrónicos que usan estos elementos para que ejerzan un efecto tractor. Este apartado está regado con 400 millones de euros. 

Identificación del ecosistema español 

Con el objetivo de coordinar las acciones descritas en los distintos ejes, el Gobierno creó un comisionado especial bajo la presidencia de Jaime Martorell. 

En una entrevista exclusiva con D+I, el máximo responsable del PERTE Chip echa la vista atrás y reflexiona sobre los primeros siete meses de operación de este proyecto tan ambicioso desde que el Consejo de Ministros lo aprobase a finales de mayo. 

"En este período, nos hemos centrado, sobre todo, en hacer un recorrido por las diferentes entidades, universidad, empresas y todo el ecosistema de la tecnología en España para ver la capacidad que tienen de desarrollarse en línea con el PERTE", explica. 

Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores.

Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores. Mineco Saioa Hermosa

Según apunta, el objetivo ha sido identificar el potencial presente en el país para impulsar este ecosistema mediante la financiación y la colaboración que contempla el proyecto estratégico.

También, han apostado por establecer contactos e identificar posibles partners en base a los ejes presentes en la iniciativa, tanto a la hora de abordar la construcción de una o varias plantas de fabricación de microelectrónica, como en el refuerzo del ecosistema alrededor de ella.

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"Una de las conclusiones que hemos sacado es que en España ya existe un ecosistema bastante importante, sobre todo, en tecnologías muy avanzadas, e incluso en aquellas que aún se están desarrollando como la fotónica o la tecnología cuántica", afirma. "Realmente, tenemos centros de excelencia aquí". 

Martorell explica que, gracias al reconocimiento que han hecho del ecosistema tecnológico durante este período, ahora están "empezando a salir" todos aquellos proyectos que "estaban latentes" y que esperaban a que se pudiese "trabajar sobre ellos". 

Un centro de innovación y un laboratorio de producción 

En concreto, el trabajo de estos meses se ha materializado a través de varios anuncios, entre ellos, el de la tecnológica Cisco de establecer en Barcelona un centro de diseño de semiconductores de nueva generación, según trasladó Chuck Robbins, consejero delegado y presidente global de Cisco Systems, al presidente del Gobierno el pasado mes de noviembre. 

Este proyecto, el primero de este tipo que pone en marcha la empresa en la Unión Europea, se ubicará junto al Centro de Innovación que ya tiene la firma en la Ciudad Condal y se centrará en el diseño y la creación de prototipos de dispositivos semiconductores de próxima generación. Con él, espera aportar su experiencia para "contribuir al crecimiento del ecosistema europeo de chips". 

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Además, los primeros meses del PERTE también dieron como resultado la asociación entre Intel y el Barcelona Supercomputing Center (BSC) para desarrollar un laboratorio conjunto enfocado en la producción de "una nueva generación de supercomputadores que romperán la barrera de la zettascale".

Según precisó Mateo Valero, director del BSC, cuando se anunció esta iniciativa a D+I, este proyecto será "pionero" porque el diseño de los microprocesadores se hará mediante tecnología basada en hardware abierto del tipo RISC-V. 

Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores.

Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores. Mineco Saioa Hermosa

A la par, otro de los objetivos será que los futuros supercomputadores europeos como el Marenostrum 6, que se espera que esté operativo dentro de 5 años, y muchos otros a nivel mundial, incorporen la tecnología desarrollada en este centro

El laboratorio, que estará ubicado en el recinto del Campus Nord de la Universidad Politécnica de Catalunya, creará 300 nuevos empleos altamente cualificados y contará con una inversión de hasta 400 millones de euros en 10 años, cuyos fondos procederán tanto de la tecnológica estadounidense como del PERTE. 

"En resumen, a pesar de que aún estamos en un proceso de reconocimiento de la capacidad de España en esta industria, ya hemos conseguido objetivos concretos", señala el Comisionado Especial para el PERTE Chip. 

Un 2023 decisivo 

Ahora, con un ejercicio nuevo en el horizonte, Martorell avanza que los próximos meses seguirán marcados por el establecimiento de contactos y la búsqueda de posibles partners, especialmente, en el desarrollo de las fábricas de microelectrónica, pero también con la puesta en marcha de diferentes convocatorias que empiecen a hacer efectivos los distintos objetivos del PERTE. 

Según cuenta el Comisionado, a partir de 2023, arrancarán diferentes requerimientos, respaldados con un presupuesto de 1.350 millones de euros, destinados a apoyar proyectos concretos de diferentes empresas instaladas en España e incluso otras que no lo estén, pero quieran venir a establecer sus actividades en esta región. 

Así, avanza la importancia del próximo ejercicio, ya que será en el que se empiecen a materializar las diferentes iniciativas en base a el lanzamiento de diversos concursos, lo que derivará el impulso del ecosistema relacionado. Algo que, afirma, seguirán haciendo hasta 2026.