La semana pasada se celebró el Mobile World Congress en Barcelona, una gran edición de este evento de referencia en el mundo de la conectividad en el que se tocaron muchos temas, pero donde me gustaría destacar tres: ESG, 5G y Realidad Aumentada. 

En particular, hubo una sesión en la que se habló sobre el hecho de que existe una creciente demanda de evidencias de que las estrategias de sostenibilidad están alineadas con el negocio y la expectativa de que las empresas demuestren cómo crean valor para la sociedad. Dicho de otro modo, que es fundamental que la alta dirección de las empresas disponga de datos ESG que sean útiles para tomar decisiones y que generen reconocimiento y confianza entre todas las partes interesadas. Efectivamente, volvemos al tema del que hemos hablado recurrentemente desde hace varios años, pero con la salvedad de que cada vez está cogiendo más tracción y cada vez hay iniciativas para crear métricas ESG.

Al final esto va de compartir ejemplos de estrategias ESG exitosas que demuestran liderazgo, que creen un mayor valor para la sociedad. Debemos recordar que ESG tiene tres pilares (medio ambiente, social y gobernanza) con muchísimas derivadas y que otra fecha destacada en nuestra agenda es el 8 de marzo ya que se celebra el Día Internacional de la Mujer, un día dedicado a la lucha por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. A algunas personas les puede parecer que ya hemos conseguido los objetivos, pero creo que si bien hemos avanzado bastante, todavía queda mucho por hacer para llegar a ese punto en el que no se juzgue a nadie por su género, su credo, su edad… si no por sus capacidades y por su desempeño profesional.

Volviendo al título de esta columna y al mundo de los grandes eventos de referencia - esos que sirven para dar visibilidad e inspirar a grandes proyectos y profesionales -,  estos días se celebra HIP 2023 en Madrid, el evento de referencia sobre innovación en el mundo HORECA (acrónimo de hoteles, restaurantes y cafés), un sector estratégico para la sociedad y la economía españolas. Huelga decir que los profundos cambios que se están produciendo en los hábitos de vida de nuestra sociedad se expresan de forma muy notable en el consumo de alimentos, más  si cabe en el que se realiza fuera del hogar. Por ello, ESG vuelve a ser un tema fundamental, para acompañar a un sector tan importante y tan atomizado como este en su evolución, en su adaptación a las demandas actuales de los clientes. Los criterios ESG, la sostenibilidad y el talento son un valor diferenciador y el compromiso con los mismos se demuestra de múltiples formas, entre ellas la optimización de los recursos, la regeneración y la vuelta a los orígenes. 

Las incertidumbres económicas se van despejando -parece que el fantasma de la recesión se aleja- y me alegra confirmar que las mismas no han paralizado el nivel de exigencia de los consumidores porque la preocupación climática se mantiene. Tal como nos indica el último Informe sectorial de Turismo de CaixaBank Research: “El análisis de situación de la industria turística nos lleva a tener unas perspectivas relativamente positivas para 2023. El sector parte de una posición de privilegio, debido a su baja exposición a los costes energéticos (destina apenas un 3% de sus ingresos a sufragarlos). Además, han acometido alzas de precios en 2022 respondiendo a la fortaleza de la demanda, lo que ha permitido defender los márgenes y prepararse de cara a que los incrementos de costes persistan durante 2023. Por otro lado, la demanda turística se muestra resiliente y aún presenta margen de crecimiento con respecto a lo alcanzado en 2022. Por todo ello, nuestras previsiones para 2023 son de crecimiento de la actividad turística. Concretamente, esperamos que el PIB turístico se sitúe ya un 2,3% por encima del nivel de 2019, tras cerrar 2022 con un 1,8% por debajo.”

Entiendo que en este sector también hay muchos retos, pero teniendo en cuenta lo comentado antes, dada la creciente importancia de las certificaciones ESG y la aparición de nuevas regulaciones que incrementan la presión en la misma dirección -como la nueva ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario-, no cabe duda de que hay que acelerar en la adopción de criterios ESG, el momento es ahora.