En la gestión empresarial y en las estrategias de competencia de mercado por supuesto que también hay modas y tendencias. ¿Quién las marca? La rentabilidad, las oportunidades y los influencers del mercado, que haberlos, haylos.

Lo primero que llegó fue el cambio de nomenclatura. Los presidentes pasaron a ser CEOs; los directores de estrategia, a CIOs y los directores de comunicación se tintaron el cargo de community managers. Tras unos primeros años de mezcla entre el postureo, el desconcierto y el miedo a lo desconocido, viene el paso a competir realmente en lo digital.

En este resumen a lo mejor de esta semana de Disruptores e Innovadores (D+I), se puede percibir ya esa tendencia a posicionarse en lo digital con claridad, al menos, en tres sectores: Logística-puertos, movilidad-autopistas y sanidad en su sentido más amplio.

Los puertos españoles son un ejemplo claro en muchos sentidos. Para empezar por su composición, en el seno de las autoridades portuarias conviven, con cierta armonía, una paleta de colores políticos realmente diversa. Hace un par de años lanzaron el fondo Ports 4.0, en coordinación con Puertos del Estado, el mayor proyecto de digitalización de un sector en su conjunto impulsado por las administraciones. 

D+I hacía balance esta semana de la primera convocatoria de Ports 4.0 a la que han optado 321 proyectos. Una de sus singularidades es que no se ha puesto límite, han competido al mismo nivel startups y corporates y con un enfoque claro de co-creación. Deben tener agentes facilitadores del sector, que pueden ser los mismos puertos o cualquier otro operador.

Ahora han redoblado la apuesta, con un 50% más de presupuesto para la segunda convocatoria que está abierta para proyectos comerciales hasta el 21 de enero. Con subvenciones a ideas, pre-comerciales y comerciales de hasta 15.000, un millón y dos millones de euros. La cosa va en serio.

Y aquí debo hacer un inciso, porque el lector tiene derecho a conocer todos los matices. Quien suscribe forma parte de la oficina técnica Kpmg-Innsomnia, a través de la segunda, por lo que no debo entrar en detalles, pero sí les puedo asegurar que es de los procesos más serios, rigurosos y útiles en los que he participado. 

La consecuencia más transformadora que está provocando, más allá de los avances puntuales, es un efecto contagio. Las autoridades portuarias andan ahora creando sus propios hubs de innovación. La palanca ha sido útil. El fondo Ports 4.0 es la gran prueba de concepto para la activación digital del sector logístico-portuario nacional y un referente internacional.

La movilidad que viene

En el ámbito anglosajón se ha denominado a la digitalización de este sector como tradetech, término que asumieron los puertos como claim para su fondo. Y es que los puertos son sólo el inicio de la cadena de la movilidad en la que viene una gran transformación. Va a ingerir el sector una pócima compuesta por telemática, internet de las cosas, ciberseguridad e hiperconectividad.

La competitividad en costes de la logística viene por los avances digitales, como reflejaba esta semana D+I citando sendos informes de Berg Insight y GeoTab.

Aterrizando en lo práctico, el sábado conocíamos cómo la autopista AP-8 ha reservado 57 kilómetros para hacer pruebas en entorno real para el coche autónomo y cooperativo. El tramo entre Ermua y Ugaldebieta se convertirá en una autopista digitalizada y sensorizada, donde las empresas podrán probar distintas tecnologías pioneras de movilidad autónoma, conectada y cooperativa (CCAM) e infraestructuras inteligentes. Lo impulsan la Diputación Foral de Vizcaya y Tecnalia. Como en el caso de Puertos, es un ejemplo de que uno de las mejores inversiones de los recursos públicos ahora mismo es dar facilidades para que las cosas pasen en el sector. Son influencers de las estrategias sectoriales.

La conectividad va a estar en la base de todo. El ser humano siempre ha buscado conectar los objetos. Si quieren un recorrido por la historia, el lunes Alberto Iglesias se marcaba una pieza donde lo hilaba, desde lo telégrafos del agua al IoT

Ahora el reto está en cómo reducir los costes de esa conectividad y en que exista cobertura en los lugares más remotos. Ese es el objetivo de los picosatélites españoles que se han puesto en órbita con SpaceX. Han conectado con éxito con 365 estaciones de IoT.

La iniciativa es de una startup FOSSA Systems, liderada por Julián Fernández. Han puesto en órbita 6 picosatélites y en 2024 quieren completar los 80 previstos. FOSSA Systems va a ofrecer un servicio llave en mano, que incluye la recopilación, monitorización y análisis de los datos. Sus clientes serán centrales energéticas, piscifactorías, agrícolas, de defensa y hasta de transporte marítimo, entre otros.

Lo aeroespacial está cuajando en varias regiones. Como les contaba D+I el jueves, Fuerteventura quiere ser un referente en los HAPS. Los HAPS son aparatos aeroespaciales a mitad camino entre un dron y un satélite. O, utilizando el nombre completo del que provienen las siglas, los High Altitude Platforms Pseudosatellites. O, recurriendo a otro sinónimo, los pseudosatélites.

Sus usos son diversos, desde la mera observación -tráfico, eventos, fenómenos meteorológicos…- hasta las comunicaciones móviles o incluso la astronomía.

En la competencia regional destaca lo aeroespacial y por supuesto lo sanitario, al calor del furor que se vive a nivel internacional. Miren si será así que en la reunión de planificación de esta semana de D+I había una queja: "publicamos demasiados temas de sanidad". Los hay porque se generan muchos más que en otros ámbitos de la digitalización y quizás para equilibrar los contenidos haya que penalizarlos injustamente.

Los servicios de salud de las autonomías compiten por posicionarse en la cirugía robótica. Cataluña, Madrid, Andalucía y Galicia, lideran el ranking de implantación de robots quirúrgicos Da Vinci, los referentes del sector, aunque cada vez hay más competidores.

La competencia en el sector salud ya no está en los términos clásicos como las instalaciones o camas de los hospitales, ni en el número de facultativos, sino en la robotización de sus soluciones.

Y la tecnología va a democratizar buena parte de sus soluciones. Uno de los ejemplos los conocíamos esta semana: Heris es una de esas startups que ha logrado generalizar las terapias tras un ictus para ayudar a rehabilitar el habla en los pacientes.

Ese buen momento del e-health se puede percibir en el listado de la nueva tanda de startups seleccionadas por Lanzadera para la aceleración e incubación en este ejercicio. Como también se evidencia la rapidez con la que se adaptan las startups a las nuevas tendencias. Porque ya hay proyectos para el metaverso. Queda por ver si el cambio de nombre de la matriz de Facebook es una cortina de humo o un verdadero influencer que reoriente la nueva hornada de startups que surja este año. 

Sea como sea, este paso que están dando sectores como el logístico-portuario, el de la movilidad o la sanidad por pasar de las pruebas a los hechos, de las curiosidades a las aplicaciones, de integrar la innovación en la estrategia de negocio anual, es el claro síntoma de que el proceso digital está calando en la estructura de las empresas.

No llegarán todos los sectores al mismo tiempo ni con tanto brío, los que tienen más actores en competencia, serán más disruptivos. Aquellos que logran amortiguar la innovación con pactos de mercado se exponen a que un actor externo entre y acabe de golpe con los privilegios logrados. Tenemos que asumir que la competencia ya es digital, que los precios y los servicios digitales son el gran atractivo para atraer al cliente incluso en los ámbitos más clásicos.

Con la rapidez que avanza todo lo digital, quizás eso acelere la infidelidad del cliente, pero también la sana competencia en el mercado...¿Y por qué no?

** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.