Las mulitnacionales Repsol y Petronor o el industrial grupo Iturri son solo tres de los grandes grupos que ya confían en Higia, el sistema de cámara termográfica que ha desarrollado la startup española Sensia y que ahora ha adaptado la medición de la temperatura corporal a distancia con alta precisión, con el objetivo de que puede utilizarse para detectar fiebre de las personas que acceden a instalaciones, ante la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.

Esta pyme tecnológica, spin off del Laboratorio de Sensores, Teledetección e Imagen en el Infrarrojo de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), se encarga de diseñar, fabricar y comercializar estos sistemas basados en imagen infrarroja, pensados en un principio para implementarlos en los sectores oil and gas, espacial y centrales termosolares.

Este sistema consta de tres elementos: una cámara térmica, un patrón de referencia de temperatura con certificación de calibración, y una interfaz de control y visualización en PC a través del software RedLook de SENSIA. Se instala en el control de acceso, como tornos o puertas automáticas, de modo que “si el sistema detecta una temperatura corporal superior al umbral establecido, el torno se bloqueará automáticamente, impidiendo el acceso a esa persona”, apunta el CEO de Sensia Solutions, Francisco Cortés, que también es investigador del LIR-Infrared Lab de la UC3M.

Así, todos los componentes de este sistema: desde la cámara termográfica, el cuerpo negro y la calibración hasta el software y los algoritmos de detección y medida se desarrollan y se fabrican "íntegramente" en España por un equipo de expertos en el campo de la radiometría IR de precisión y la medida remota cuantitativa.

Ante la situación generada por la pandemia del COVID-19, desde Sensia explican que han “adaptado“ tanto su experiencia como la producción de su sistema Higia para la aplicación de “cribado por fiebre 'fever screening' de acuerdo a la normativa IEC 80601-2-59:2019“ (estándar internacional). El objetivo es asegurar la detección temprana de fiebre (por encima de 37,3 grados), lo que puede ayudar a localizar posibles casos de personas con COVID-19 y evitar la propagación del virus en las instalaciones.

Para ello, se han adaptado tecnologías de termografía y de radiometría de precisión aplicada a sistemas inteligentes de monitorización en el infrarrojo. “Equipos con el mismo objeto, de procedencia China en su mayoría, están empezando a comercializarse y a aparecer en los medios. Sin embargo, su tasa de falsos positivos y negativos extremadamente alta, con lo que son contraproducentes“, puntualizan desde la startup española.

Este sistema ya está disponible a nivel comercial y ya se ha instalado en empresas españolas. “Gracias a él podemos detectar y alertar automáticamente a la persona que se destaca del resto por una temperatura corporal anormal, lo que facilita que este proceso se realice de forma rápida, cómoda y funcional”, explica Cortés.