El equipo de la startup malagueña HappyBox.

El equipo de la startup malagueña HappyBox.

Innovadores

Inteligencia artificial y chatbots para reducir las entregas fallidas en la última milla

La startup malagueña HappyBox apuesta por la tecnología para transformar la logística y el transporte de las entregas a domicilio: inteligencia artificial, chatbots y, en breve, blockchain

25 septiembre, 2019 07:00

La startup malagueña HappyBox es una muestra de cómo el sector logístico está apostando por la transformación digital para solventar las barreras que se están encontrando con el transporte en la llamada última milla, cada vez más exigente y con más competencia. Tras dos años de desarrollo e investigación, lanzaron en 2015 un ‘mínimo producto viable’ para cubrir la necesidad de la demanda de entrega inmediata de paquete.

El siguiente paso fue desarrollar un software con inteligencia artificial para poder optimizar las rutas de transporte. “Aunque esto pueda parecer lo que hace todo el mundo, nuestra diferencia especial es el desarrollo de un chatbot para que tanto mensajeros como clientes finales puedan modificar en cualquier momento la entrega, tanto la dirección como el horario, porque hay un contacto directo”, explica Juan Pineda, CEO de esta startup.

El objetivo de esta implementación tecnológica es reducir al máximo las temidas entregas fallidas que tanto dolor de cabeza dan a las empresas logísticas como a los clientes. En este sentido, José María Martín, presidente de HappyBox, destaca que esta apuesta por el desarrollo tecnológico es necesario ante la alta competencia que existe en el transporte de entrega en la llamada última milla. “Los márgenes en este sector son muy estrechos, por lo que la optimización es vital y ahí entra en juego la aplicación de la inteligencia artificial”.

La próxima variable que esta startup quiere añadir a su ecuación es el blockchain. Así, Martín señala que han firmado un acuerdo con una empresa especializada en la autenticación de personas a través un segundo factor de seguridad para poder implementar esta tecnología en su aplicación. De esta forma, HappyBox podrá “verificar que el repartidor dado de alta en el sistema es el que de verdad está haciendo el reparto, a través de una identificación biométrica”.

Esta apuesta tecnológica está viendo sus frutos. Si en 2018 realizaron 65.000 envíos, en 2019 esperan triplicar esta cifra. HappyBox ha trabajado con El Corte Inglés, MediaMarkt, Ikea, el portal farmacias.com o con Booh!, un centro de las llamadas cocinas ‘fantasma’ que solo tiene servicio a domicilio.

El reto en tres años es expandirse a 70 ciudades, dando el salto internacional: Inglaterra, Italia y Portugal. Martín explica que este crecimiento internacional lo harán de la mano de sus clientes. Para poder financiar este crecimiento acaban de abrir una ronda de financiación para poder captar 400.000 euros.