El Barómetro de las Empresas Aragonesas es una encuesta de opinión empresarial que aborda la situación de las empresas aragonesas, los retos a los que se enfrentan, y sus capacidades de resiliencia y sostenibilidad.

La información de esta consulta, además de proporcionar una instantánea cuantitativa y cualitativa de la realidad del tejido empresarial aragonés, es de gran ayuda para el diseño de los programas de apoyo empresarial del Instituto Aragonés de Fomento -impulsor de la iniciativa en colaboración con la Universidad de Zaragoza-.

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No es hasta la página 38 (de 51) del informe de resultados cuando se habla de innovación, si bien con anterioridad ya ha quedado reflejado en el documento que la solución que más adoptan las empresas para dar respuestas de gestión a la actual situación económica es el desarrollo de nuevos productos y servicios (sobre todo en los sectores científicos, logística e industria), por delante de la reducción de costes, la apertura de nuevos mercados, la búsqueda de nuevos proveedores, la reducción de la producción y la reducción de plantilla.

Pero cómo decíamos, esta radiografía empresarial aragonesa incluye un apartado específico para hablar de cómo las empresas están innovando o, en su caso, qué importancia le dan a la disrupción.

Quizá el dato que mejor habla de la importancia que está teniendo la innovación tecnológica es el que habla de que el 75% de las empresas de la región utilizan ya la computación en la nube para almacenar y procesar datos.

Los sectores que más abrazan la computación en la nube son la ciencia y la información y las comunicaciones -TIC- (76% de las empresas de estos dos sectores). Le siguen de cerca el transporte, el comercio y la administración pública. Los sectores que menos la utilizan son la energía (el 36% de las empresas) y la agricultura (21%).

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La siguiente tecnología con más impacto es el internet de las cosas, que ya utilizan el 38% de las empresas consultadas. Una de las tendencias más potentes de los últimos tiempos, la inteligencia artificial, está en los procesos de un 19% de las empresas.

En relación con la IA, conviene decir que el sector que más la aplica es el de las actividades científicas, seguido de las TIC y la energía.

Por cierto, la robótica (con un 14%) y el blockchain (con un 4%) son las tecnologías menos implantadas en las empresas aragonesas.

Pero hay más datos sobre innovación que merecen un análisis. El primer dato que emerge es el de que más de la mitad de las compañías encuestadas (el 56%) han implantado algún tipo de innovación digital en los últimos cinco años.

Entrando más al detalle, el 63% de esas empresas que dicen haber aplicado innovaciones digitales en el último lustro lo han hecho en los productos y servicios; el 51% en la gestión organizacional de la empresa; el 38% en los procesos productivos; el 25% en los mecanismos de comercialización; y el 10% en los procesos logísticos.

También es interesante echar un vistazo a la innovación por sectores y por tipos de innovación. Así, la innovación de carácter tecnológico tiene al sector de la información y las comunicaciones como su principal aliado (la aplican el 59% de las compañías de este sector). Su peor aliado, por el contrario, es el de la hostelería (sólo la aplican el 20%).

Tipos de innovación

En términos globales, la mayor parte de empresas que innovan (el 55%) aplica innovación digital. Actividades científicas, transporte, comercio al por mayor y al por menor, información y comunicaciones u hostelería son, por este orden, los sectores que más la aplican.

Por otra parte, el 38% aplican innovación tecnológica, con el ya mencionado sector de la información a la cabeza, seguido del transporte, las actividades científicas, comercio al por mayor y al por menor y la industria manufacturera.

La innovación de carácter medioambiental es importante para uno de cada tres empresarios aragoneses. El sector más implicado es el del transporte (aplican este tipo de innovación el 67% de las empresas), seguido del de la industria, el de la agricultura, la hostelería o el comercio.

Por último, la innovación menos aplicada (un 27%) es la innovación social, aunque tiene un impacto mayor en administración pública (hasta un 54% de entidades la aplican), información y comunicaciones y transporte.

El Barómetro también revela que el mayor impacto innovador se da en los productos y servicios del sector hostelero (un 76%) y en los mecanismos de aprovisionamiento y distribución del sector científico.