Un trabajador, ante una pizarra con sus tareas.

Un trabajador, ante una pizarra con sus tareas. Archivo.

Invertia EMPRESAS

Valencia, primera ciudad en probar la semana laboral de 4 días sin tocar los sueldos y aprovechando los puentes

Las Fallas se quedan sin un festivo, que se moverá al 24 de abril, para estudiar durante un mes los beneficios para empleados y empresas.

15 noviembre, 2022 03:15
Valencia

¿Qué pasaría si trabajásemos 32 horas a la semana? La semana laboral de 4 días ha entrado con fuerza en la agenda pública y Valencia será la primera ciudad de España en desarrollar un ensayo general para conocer su impacto aprovechando parte de los días festivos previstos para 2023.

El experimento tendrá lugar entre el 3 de abril y el 1 de mayo. El Ayuntamiento moverá un festivo local de enero al 24 de abril, de forma que durante cinco semanas seguidas en la ciudad se trabajará durante cuatro días aprovechando las festividades de la Semana Santa.

De este modo, primero se aprovechará la semana del 3 de abril, pues el día 7 es Viernes Santo y festivo. A continuación, se encadenarán las cuatro semanas seguidas con todos los lunes festivos.

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Estas son las del 10 de abril (Lunes de Pascua, festivo en la autonomía), 17 de abril (San Vicente Ferrer, también fiesta autonómica) y del 1 de mayo (fiesta del Trabajo). El 24 de abril se convertiría en festivo local al aplicar el que corresponde a San Vicente Mártir (22 de enero), que en 2023 cae en domingo.

La medida permitirá extraer conclusiones sobre la idoneidad de esta fórmula laboral. La semana laboral será de martes a viernes, excepto la primera que irá de lunes a jueves. Será un "innovador ensayo sobre la jornada laboral de cuatro días semanales", dijo el alcalde Joan Ribó en el debate del estado de la ciudad.

El proyecto lo dirigirá Las Naves, el centro municipal de innovación social y urbana de la ciudad de Valencia, y el ensayo permitirá valorar la respuesta económica que produce esta modalidad de trabajo en las empresas. Además, el estudio, aún por definir, analizará si se produce una reducción importante del consumo energético al concentrar la producción en jornadas más cortas y eficientes.

Tanto Ribó como Compromís han dado su apoyo a esta nueva forma de organización del trabajo y presentaron su propuesta de ensayo a la patronal valenciana CEV y la Cámara de Comercio el pasado mes de septiembre.

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Los empresarios se mostraron favorables y destacaron las ventajas de una semana más corta, pero siempre que no repercuta en los costes. La clave está en equilibrar los beneficios que puedan generarse en sus empleados con la rentabilidad empresarial.

No obstante, el Ayuntamiento de Valencia se ha encontrado con el rechazo unánime de los comerciantes y el sector fallero, pues se quedan sin la posibilidad de sumar en marzo el festivo local del 22 de enero que pasará al 24 de abril. Las comisiones falleras solicitaron que el viernes 17 de marzo fuese declarado festivo, pero finalmente el Ayuntamiento mantendrá sus planes iniciales.

La oposición también ha rechazado el ensayo porque esos festivos ya están previstos en las cuentas de las empresas y el PP ha pedido que se llegue a un acuerdo con los sectores implicados.

"Hay que explicar que abril ya tiene 3 lunes festivos, y el señor Ribó solo hace que mover otro. Cambiar un día festivo no es implantar en Valencia la jornada de cuatro días, es trilerismo mediático a puertas de las elecciones", denunció la portavoz María José Catalá.

Ayudas públicas

El cambio se aprobará en la comisión municipal de Bienestar Social y está previsto que se apruebe definitivamente en el pleno de este mes, según apuntaron fuentes municipales.

Valencia lidera en España este debate y fue sede de una cumbre internacional en la que se analizaron las ventajas e inconvenientes. Además, la Consejería de Economía, en manos de Compromís, ha publicado un programa de ayudas directas para la reducción de la jornada laboral a cuatro días o treinta y dos horas semanales.

Así, la Generalitat Valenciana concederá las subvenciones por los trabajadores que, como consecuencia de la adopción de medidas de racionalización de la jornada laboral, vean reducido su trabajo a tiempo completo en al menos el 20%. Eso sí, siempre y cuando que no toquen ni un solo céntimo del salario.

Por el primer año completo de aplicación del programa se ha fijado una subvención de 5.492,19 euros por cada persona trabajadora incorporada al plan de reducción de la jornada laboral que deberá aprobar la empresa. A partir del segundo año, se establece una subvención de 2.746,10 euros por trabajador y de 1.373 euros para el tercer año.

La economía española se encuentra a la cabeza de los países de la OCDE en cuanto a longitud efectiva de su jornada laboral, mientras que las más dinámicas trabajan menos horas y además son más productivas.

En España, se han desarrollado experiencias pilotos en las empresas Zataca Systems (Elche), Software del Sol (Jaén), La Francachela (Madrid) o Bandsummit (Valencia). Y esta medida "se ha mostrado efectiva para mejorar la motivación, la fidelidad y la productividad de los trabajadores y trabajadoras en las empresas", según la Consejería de Economía.

Además, el Gobierno valenciano defiende que en muchos sectores está actuando como elemento competitivo para conseguir atraer mano de obra altamente calificada a las empresas, sobre todo a las del sector tecnológico