Entre ambos suman 3.893 millones de euros más en ayudas directas que llegarán a dos sectores con un importante impacto en diferentes segmentos de la economía. De esta manera, los fondos europeos Next Generation movilizados para estos proyectos singulares alcanzan los 17.679 millones de euros, cifra que representa el 12,6% de los 140.000 millones de euros que Bruselas adjudicó a España.

A esta cantidad, las estimaciones del Gobierno añaden un importante volumen de fondos que vendrán de la iniciativa privada. En total, más de 30.337 millones deberían acompañar a las ayudas públicas sumando un total de 48.016 millones de euros. Una ingente inversión que, además, se desplegaría en un periodo de tiempo muy corto ya que las iniciativas que financie deberán realizarse entre 2022 y 2026.  

Un impulso que no será el último. Se espera que, por lo menos, se ponga en marcha un PERTE más. Sin fecha para su aprobación por el Consejo de Ministros, este proyecto giraría en torno a la economía social. El objetivo de este proyecto sería "potenciar y consolidar las alianzas entre los centros de investigación, organizaciones, cooperativas y entidades de todo el país que trabajan en este segmento". 

Automoción, sanidad y energía

El buque insignia de los proyectos estratégicos es, sin duda, el que se centra en el vehículo eléctrico y conectado. Tanto es así que ha sido tomado como referencia tanto en las conversaciones con la Comisión Europea como por los juristas estatales para fijar el marco normativo que regirá el resto de PERTE.

La primera de estas iniciativas tiene asignados 2.975 millones de euros, de los que 1.425 millones se distribuirán en forma de préstamos y 1.550 millones lo harán vía subvenciones directas. Un bazuca de fondos públicos al que el Ministerio de Industria espera que se sume una inversión privada de 11.900 millones de euros.

En el caso del PERTE Salud de Vanguardia, movilizará 1.469 millones de inversión pública y privada entre 2021 y 2023. Según las cifras anunciadas, más de 982 millones provendrán del sector público mientras que 487 millones serán del sector privado.

Por su parte, el PERTE Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento movilizará una inversión total superior a 16.300 millones de euros. De ellos, 6.900 tendrán su origen en los fondos Next Generation EU con los que se pretenden crear más de 280.000 empleos, entre directos, indirectos e inducidos.

Del agroalimentario al naval

El cuarto de los proyectos estratégicos tiene como protagonista a la industria agroalimentaria. En total, pondrá sobre la mesa 1.002 millones de euros que se dividen en: 400 millones para incrementar la competitividad de la industria agroalimentaria; 454 millones de apoyo a la adaptación digital de los agentes de la cadena de valor; y 148,56 millones de apoyo a la investigación y la innovación. A ellos se sumarán 2.000 millones de origen privado.

Entre las iniciativas más singulares destaca el PERTE ligado a la lengua española. La cifra que movilizará asciende hasta los 2.100 millones de euros. Este fuerte impulso tendrá el respaldo de 1.100 millones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. 

Entre las últimas iniciativas puestas en marcha, está la que engloba todo lo relacionado con la economía circular. Un proyecto que fija ayudas de 492 millones de euros y movilizará recursos superiores a los 1.200 millones hasta 2026 para alargar el ciclo de vida útil de bienes y productos, y reducir la huella ecológica de la economía española.

A ellas se sumó el 15 de marzo el PERTE naval. Un proyecto que se centrará en la transformación de la cadena de valor de esta industria mediante su diversificación hacia las energías renovables marinas, los buques de bajas emisiones y su digitalización. El desarrollo de este proyecto prevé una contribución del sector público de 310 millones de euros y una inversión privada de 1.150 millones.

Aeroespacial y el agua

Por último, esta semana ha sido el turno del sector aeroespacial y el agua. El primero de ellos pretende dotar a la industria aeronáutica española de las herramientas que le permitan jugar un rol relevante en esta nueva era. Este proyecto movilizará 2.193 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a los que se espera que se sumen 2.340 millones desde el ámbito privado.

El PERTE del Agua movilizará en los próximos años 3.060 millones de euros en inversiones públicas y privadas. Con ellos se pretende activar la creación de cerca de 3.500 empleos de calidad, abriendo nuevos nichos profesionales en la gestión del agua. Una iniciativa que basa su necesidad en el estrés hídrico español, uno de los más importantes de toda la Unión Europea.

Así las cosas, las próximas semanas serán claves para conocer si el número de PERTE se para en 10 con la llegada del de la economía social o se suman nuevas iniciativas. Por falta de interés no será. Multitud de industrias, con el turismo a la cabeza, están solicitando tener su propio proyecto estratégico. No tardaremos en salir de dudas.