La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se mostró ayer convencida de que esos efectos son ya una realidad: "Los efectos de los fondos europeos impulsarán el crecimiento a partir del último trimestre de 2021", explicó durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. 

En su exposición, Calviño se apoyó en una serie de datos económicos para reforzar esta idea. Sus estimaciones señalan que el indicador diario de actividad recuperó su nivel pre-Covid el pasado mes de noviembre. Un efecto que pronostica que continuará durante el cuarto trimestre del año.

En esa misma dirección apuntan sus previsiones en materia de empleo. Los datos del pasado mes de noviembre en el que la cifra de afiliados a la seguridad social superaron en 292.000 personas los datos de febrero de 2020, último mes previo a la pandemia. "Más allá de las dificultades para estimar la actividad en un contexto de pandemia, lo que no genera ningún tipo de duda es la extraordinaria recuperación del empleo", en palabras de Calviño. 

Mantener la actual política fiscal

Pese a la complejidad del actual contexto económico, la apuesta del Gobierno apunta a que la recuperación se afiance e incluso acelere. Para alcanzar este objetivo, Calviño puso sobre la mesa su compromiso en "mantener una política fiscal de apoyo a la recuperación de la economía y del empleo. Al mismo tiempo, seguir reduciendo déficit y deuda pública".

La vicepresidenta primera volvió a ratificar que alcanzarán los objetivos de ingresos fiscales que se marcaron. "La recaudación está un 10% por encima de lo proyectado y tres puntos por encima del nivel prepandemia". Gracias a este buen comportamiento de los ingresos, Calviño apuesta a que se mejorarán las previsiones en materia de déficit público.

En este punto, la vicepresidenta subrayó que las previsiones de la AIReF, el Banco de España, Funcas, la Comisión Europea y la OCDE ya señalan que el déficit será menor de los 8,4 puntos proyectados por el Gobierno. Un indicador que, junto al crecimiento del PIB, será definitorio a la hora de juzgar el efecto de los fondos europeos sobre la economía española en 2021.

Entre los principales pilares de la recuperación económica uno sobresale por encima de todos: la competitividad industrial. "Desde febrero de 2021 las exportaciones de bienes están por encima de su valor de 2019 y eso, a pesar, de la ralentización de la venta de automóviles por los problemas que esta industria está sufriendo por la escasez de suministros. Un dato que destaca el alto nivel de la competitividad de nuestra economía".

Velocidad de crucero en 2022

Si la vicepresidenta es rotunda a la hora de valorar el efecto positivo de los fondos europeos durante 2021 más optimista se muestra de cara al próximo año. Ejercicio en el que, según sus palabras, el proceso alcanzará la "velocidad de crucero". En este sentido, los Presupuestos Generales del Estado para 2022 prevén una dotación de 26.900 millones de euros con cargo a los fondos del Plan de Recuperación. 

Entre las partidas más relevantes, que supondrán una inversión superior al 5% del total presupuestado para 2022, figuran el plan de impulso a la Pyme, con 2.140 millones; la modernización de las administraciones públicas, con 1.795 millones o la reforma institucional y fortalecimiento de las capacidades del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, con 1.662 millones.

Durante el próximo año, el Gobierno cuenta con dos nuevos desembolsos de fondos europeos. El primero de ellos será el más importante de todo el plan, alcanzando los 12.000 millones de euros. El segundo previsto para 2022 se quedará en 6.000 millones. Entre ambos sumarán 18.000 millones que, sumados a los 19.000 previstos para 2021, superarán los 37.000 millones, más de un 50% del total de los fondos Next Generation que le corresponden a España.

Así las cosas, la vicepresidenta primera vuelve a hacer una apuesta decidida por la marcha de la economía española. Una previsión para la que sólo habrá que esperar unas semanas para valorar su grado de optimismo. Los datos de la evolución del PIB y de la deuda pública ofrecerán, entre finales de enero y mediados de febrero, las notas definitivas que permitirán confirmar si los fondos europeos tienen un impacto real en la economía española o, aún, habrá que esperar.