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La movilidad sostenible, clave para la transición energética de nuestro país

El plan MOVES II aspira a impulsar el transporte limpio en nuestro país. Dotado con 100 millones de euros, busca reducir la emisión de CO2 y favorecer alternativas a los vehículos privados. 

1 diciembre, 2020 01:06

Uno de los efectos colaterales de la pandemia de Covid-19 ha sido obligarnos a reevaluar muchos aspectos de nuestra vida cotidiana: entre ellos, uno clave ha sido el transporte. A todos nos sorprendió, en especial durante los meses de confinamiento, ver nuestras ciudades casi vacías y libres de vehículos, e incluso poder apreciar cómo las zonas habitualmente más contaminadas recuperaban la pureza del aire gracias a la ausencia de tráfico rodado. Esta situación, naturalmente, es tan peculiar como inviable, y la necesidad de desplazarnos, ya sea por trabajo o por ocio, hace necesario un sector del transporte sólido y eficaz. Por eso, el plan MOVES II, desarrollado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y gestionado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), pretende facilitar una transición hacia un modelo más verde, conciliando las necesidades de movilidad de ciudadanos y empresas con una política de reducción de emisiones y de descongestión de las grandes urbes.

En la actualidad, el transporte es el sector de mayor consumo de energía de nuestro país, con un consumo cercano al 43% de la demanda de energía final total y depende en buena medida de los combustibles fósiles. Una situación problemática, si tenemos en cuenta que España es uno de los países con mayor tasa de dependencia energética: según Eurostat, importamos el 70,5% de la energía que consumimos, frente al 53,2% de la media comunitaria. Más preocupante aún es nuestro consumo de crudo, que representa más de la mitad del total de energía utilizada en nuestro país, y que necesitamos importar en su práctica totalidad (la producción de petróleo española representa solo un 0'2% de lo que consumimos).

Estos datos hacen necesario un replanteamiento de nuestro modelo energético para hacerlo más verde e independiente. Dentro de la Eurozona, España es el sexto país en emisiones de efecto invernadero, según datos del IPCC, y un 27% de dichas emisiones es achacable al uso de combustibles fósiles en el sector transporte. Existe, por tanto, un amplio margen de mejora en el que el sector del transporte puede jugar un papel clave.

En qué consiste el plan MOVES II 

Este programa forma parte del Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la Industria de la Automoción presentado por el Gobierno, mediante el cual se invertirán 100 millones de euros para impulsar la movilidad sostenible en España. Hablamos de un sector, el de la industria de la automoción, que representa en torno al 10% del PIB español y el 19% de las exportaciones, que emplea de forma directa a 650.000 personas y a casi 2 millones si contamos los empleos ligados al sector. Es decir, constituye uno de los motores de nuestra economía, y su transición hacia un modelo más limpio y eficiente requiere de un estímulo económico adecuado. Estas son algunas de las ayudas que contempla el plan MOVES II, cuyo contenido íntegro puede consultarse aquí:

  • Compra de vehículos sostenibles. Las ayudas se mueven entre los 750 euros para las motocicletas y los 15.000 para autobuses. El sector español es puntero en estas dos clases de vehículos: el 87 % de las motos que se vendieron en España en 2019 son de fabricación nacional y contamos con una importante industria de carroceros de vehículos pesados Por último, en el caso de los vehículos turismo eléctricos, la ayuda puede ascender hasta 5.500 euros.
  • Instalación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos. Con esta medida se espera impulsar la electrificación del parque móvil en España, un sector clave con grandes posibilidades en nuestro país: entre el 70 y el 90 % de los bienes de equipo necesarios para instalarlas son de fabricación nacional.
  • Financiación de sistemas de préstamo de bicicletas eléctricas, un servicio que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, sobre todo en las grandes ciudades. Ha cobrado mayor interés gracias a la forma en que facilita la movilidad, manteniendo el distanciamiento social en las vías públicas durante la pandemia, y a las indudables ventajas que plantea para un modelo de transporte sostenible y eficiente en las ciudades.
  • Ayudas para empresas que dispongan de planes de movilidad sostenible para sus empleados y clientes.
  • Impulso de los proyectos de movilidad urbana que los ayuntamientos hayan implantado para cumplir con los requisitos impuestos por la pandemia del coronavirus.

El papel de los ciudadanos 

La página web de Movilidad del IDAE, aparte de detallar las diferentes actuaciones desarrolladas en el programa MOVES II, contiene aplicaciones diseñadas para calcular el coste que supone disponer de un vehículo propio, así como el ahorro que implica cada alternativa (transporte público, bicicletas, taxis, etc.). Esto, junto con otras secciones en las que se estiman las emisiones de CO2 que supone cada desplazamiento o sugerencias para impulsar la movilidad peatonal y el transporte sostenible, brinda información útil a los ciudadanos interesados en contribuir a la transición ecológica a través de su modo de desplazarse.

Uno de los mayores retos inmediatos es la recuperación de la confianza de los ciudadanos en el transporte público, mermada por el comprensible miedo a los contagios. Según la  Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos, su uso en 2020 ha caído un 40% respecto al año anterior. Aunque dichos temores están en parte justificados, abundan los estudios -recogidos en este artículo de Scientifican American- que señalan cómo algunos riesgos se han exagerado. Y apuntan que un indeseable efecto colateral de este miedo ha consistido en que, debido al repunte del uso del transporte privado, la contaminación del aire se ha visto incrementada, un factor que aumenta los contagios de patógenos como el coronavirus.

En la actualidad, Hong Kong, Zurich y París ostentan el récord de ser las ciudades dotadas del transporte público más sostenible del mundo, según la consultora Arcadis. Aunque Barcelona, en la posición 21, y Madrid, en la 24, se ubican en puestos bastante dignos, las ciudades españolas siguen puntuando bajo en cuanto a la calidad de su aire; esto motivó, por ejemplo, una advertencia de la UE en 2017 que afectó tanto a nuestro país como a Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, en la que se señalaba explícitamente el importante papel que desempeña el tráfico rodado.  

Campaña de Comunicación y Publicidad Institucional “Energía y Ciudadano”.

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Con el objetivo de mejorar estos índices, al tiempo que se dota a nuestras ciudades de un transporte más eficiente y limpio, el IDAE ha puesto en marcha Aplica la Ecológica, un proyecto web vinculado a su plan MOVES que brinda información útil a los ciudadanos para que todos contribuyamos a impulsar este proyecto bajo el lema "Construye tu futuro, aplica la ecológica".