Hace más de 200 años, el médico español Francisco Javier Balmis, doctor en Medicina, cirujano honorario de cámara del rey Carlos IV, emprendió un viaje alrededor del planeta para llevar la vacuna de la viruela a todos los rincones del Imperio español. Dos siglos después, el nombre de ese célebre galeno fue el escogido por el Ministerio de Defensa para bautizar la operación de despliegue del Ejército español en la lucha contra el coronavirus.

Durante 98 días, las Fuerzas Armadas se activaron en la que ha sido la mayor movilización militar en España de la historia. En total, 188.713 soldados de todos los ejércitos salieron a la calle a lo largo y ancho de la geografía española para frenar la pandemia. 20.002 intervenciones, 11.061 desinfecciones, 5.301 actuaciones en residencias, otras 3.477 en hospitales o centros de salud y 1.340 en centros sociales de todo el país.

Desde el 14 de marzo se decretó el estado de alarma, el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire, la Armada y la Unidad Militar de Emergencias (UME) atendieron centros de la tercera edad, pueblos, incluso ciudades enteras, levantando hospitales de campaña de la nada, gestionando y abriendo morgues improvisadas como el Palacio de Hielo en Madrid. La Operación Balmis se prolongó durante algo más de tres meses, mientras estuvo vigente el decreto del estado de alarma.

Afrontada y superada la primera oleada del combate al virus, en Defensa no se quedaron de brazos cruzados. Era preciso seguir preparando a los suyos para situaciones venideras, ante la amenaza de nuevos rebrotes en todo el país. Fue entonces cuando activaron los engranajes para un nuevo operativo, la Misión Baluarte, una denominación con la que el ministerio quiso resaltar el trabajo de las Fuerzas Armadas "como punto fuerte de la defensa contra el asalto de tropas enemigas". Esta operación continúa activa hasta hoy. El objetivo de la misma es el de formar a personal militar para poder colaborar como rastreadores.

Su labor es vital: consiste en trazar, a petición de las autonomías, un mapa de contagios formado por aquellos que han dado positivo en la Covid-19 y sus contactos estrechos. Un mecanismo de prevención que permite dibujar el avance del virus y anticiparse a él para confinar a los afectados antes de que todo vuelva a expandirse y sea demasiado tarde. La ministra de Defensa Margarita Robles -que recibirá el galardón personalmente en la gala de Los Leones de EL ESPAÑOL- formó en su ministerio a unos 2.000 hombres.