Fermin García Gollarte, director médico de Ballesol.
García Gollarte (Ballesol): "La residencia geriátrica no debe ser una isla fuera de la sanidad como antes de la Covid"
"La prevención debe ser global: física o funcional, psicológica o mental y social para evitar el aislamiento", señala el director médico de Ballesol.
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España cuenta con una población cada vez más envejecida y se ha demostrado científicamente que la prevención es enormemente beneficiosa desde los primeros estadios hasta edades avanzadas.
Es la principal conclusión de Fermín García Gollarte, director médico de Ballesol, durante su participación en el VI Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL-Invertia,
"La prevención se consigue con una buena gestión, porque no podemos ser una isla fuera del sistema sanitario como se demostró antes de la Covid", ha señalado.
Fermín García Gollarte, director médico de Ballesol
"Ahorramos mucho al sistema de salud porque cuidamos de la población hasta el último día de su vida. Y por eso, necesitamos un engranaje dentro del sistema sanitario para que nos beneficiemos todos, los servicios y las personas que están en nuestras residencias".
Las residencias geriátricas también han demostrado que aportan una mayor reducción de las hospitalizaciones, que aumentan las expectativas de vida de sus pacientes, disminuyen la mortalidad y mejoran la calidad de vida de las personas.
"La prevención está demostrada y debe ser global: física o funcional, y tenemos una serie de ejercicios de escala multicomponentes, que reducen de por sí las caídas de la población anciana de un 30% a un 40%, también tiene que ser psicológica o mental, con áreas que estimulan el cerebro, y también social para evitar el aislamiento", señala García Gollarte.
Todos los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas son conscientes de esta situación, explica el experto. Y por tanto, no hay razón de que no tengan planes de prevención, pero el problema es que muchas veces están solo sobre el papel. "A la hora de poner en marcha esos planes, con profesionales formados y un presupuesto, ahí se empieza a flaquear", advierte.
Prescripciones adecuadas
Respecto a las prescripciones para el segmento poblacional de la tercera edad, García Gollarte remarca que "debe ser un deber del profesional que pauta y prescribe y un deber ético y moral adecuar la medicación necesaria a cada persona".
Es decir, que eso "no significa quitar medicamentos sino adecuarlos a la función que presenta".
Y pone como ejemplos que "hay etapas precoces de envejecimiento, donde ciertos medicamentos están contraindicados para aquellas personas con un deterioro severo y sin embargo, son adecuados cuando se tiene una vejez vigorosa".
"La polifarmacia es muy frecuente en la edad avanzada, pero no nos detengamos en el número de ellos. Nos tenemos que parar en mirar la optimización de la medicación, según la expectativa de vida de cada uno".
Y explica que "hay guías en geriatría que indican qué se tiene que hacer con las dosis, los medicamentos, etc. No hay que dejar morir a una persona con los 15 medicamentos con los que lleva 20 años".
A lo largo de su vida, cada persona recibe un medicamento por cada dolencia, y por tanto, hay que revisarlos con el paso del tiempo. Eso hace una acumulación de medicamentos "que se debe ejecutar de forma activa".
En Ballesol, "ya tenemos normalizado en todas las residencias unas guías de prescripción, con una trazabilidad, con una carencia de contaminación porque van en bolsas y unidosis. Nos falta una figura de revisores, que pueden ser perfectamente los farmacéuticos, como se está haciendo en países como Bélgica o Francia".
De hecho, en España ya hay sistemas de residencias públicas que tienen la figura del farmacéutico como revisor de los medicamentos que se prescriben.
En definitiva, "el principal reto a nivel asistencial en cuanto a las residencias es una mayor transversalidad. No podemos estar en niveles diferenciados. En el hospital hay un sistema jerárquico como el de hace 100 años. Pero nosotros, cuando vemos un paciente frágil, lo vemos en su globalidad".
El director médico de Ballesol concluye diciendo, "incluso deberíamos tener unos circuitos de urgencias independientes a la población general", porque los tratamientos y la situación de nuestros pacientes es muy diferente.