El director de Negocio Público Sureste de PreZero, Eduardo Azcona.
PreZero reivindica el liderazgo de Alicante en la economía circular: "El residuo turístico es una oportunidad"
Azcona destaca en el V Foro Económico que la región es pionera en la gestión de residuos y que el turismo puede ser motor de innovación.
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El director de Negocio Público Sureste de PreZero, Eduardo Azcona, ofrece en el V Foro Económico de EL ESPAÑOL una visión detallada sobre el estado actual de la economía circular en la provincia de Alicante, enfatizando que el concepto abarca desde el "propio diseño del producto" hasta la recogida, tratamiento, y la posterior valorización del residuo para "reintroducir esa materia dentro del sistema".
La compañía PreZero, que gestiona aproximadamente el 50% de la población de los municipios alicantinos en materia de recogida y limpieza diaria, y el tratamiento de un 51% de los residuos, se siente capacitada para evaluar el contexto provincial.
Azcona explica que las directrices europeas, plasmadas en la Ley de Residuos, imponen objetivos muy concretos de segregación y recuperación, siendo la meta nacional conocida como la regla '65-25-10'. Esto implica que el 65% de los residuos debe segregarse correctamente, mientras que la normativa marca que para 2035 solo el 10% de esos residuos debe acabar en un depósito controlado.
Aunque Alicante se encuentra sustancialmente mejor que la media nacional en cifras de segregación, los datos de residuo en depósito controlado, aunque superiores a la media española, "rondan el 50% cuando sabemos que ese horizonte nos tiene que llevar al 10%".
El director de PreZero señala que ese déficit restante del 25% de residuos que no pueden ir a depósito necesariamente debe encontrar solución en la "valorización energética".
Inversión y Colaboración Público-Privada
Para cerrar esa brecha, la inversión es indispensable. Mientras que a nivel nacional se estima una necesidad de 6.500 millones de euros, Azcona aterriza esa cifra a la provincia de Alicante, indicando que se requieren aproximadamente "700 millones de euros". Esta inversión solo es posible mediante la colaboración público-privada.
El experto destaca que un motor económico clave como el turismo, aunque positivo, genera más residuos (orgánicos, envases de plástico), por lo que es vital atajar el desperdicio alimentario y convertir ese residuo orgánico en recurso.
Azcona considera que la Comunidad Valenciana es pionera y que el residuo turístico es, de hecho, "una oportunidad" si se regula correctamente.
Las plazas hoteleras, concentradoras de generación de residuos, son precisamente donde "mejor se puede actuar" para extraer la materia orgánica, transformándola en compost o en valorización energética mediante biogás o biometano.
Tres grandes desafíos
Azcona identifica tres grandes retos para el avance de la economía circular. En primer lugar, la inversión: conseguir la financiación necesaria a través de la colaboración público-privada.
Por otro lado, relacionado con las infraestructuras y permisos. Las nuevas instalaciones requieren permisos dilatados y complejos permisos ambientales. El director aplaude la Ley de Simplificación Administrativa de la Comunidad Valenciana como un paso adelante para atraer estas inversiones.
Otro de los grandes retos es el comunicativo. Existe una oposición comunicativa en algunos foros a la promoción de infraestructuras sostenibles, a pesar de que la tecnología está demostrada y es común en Europa.
En este sentido, Azcona enfatiza que el gran reto es "defender la información veraz y sobre todo defender la tecnología y los avances tecnológicos por encima de cualquier otra".
Concienciación ciudadana
La concienciación ciudadana, que influye directamente en el objetivo del 65% de segregación, sigue siendo una "materia pendiente".
Si bien la infraestructura avanza (la ciudad de Alicante ha instalado hasta 2.000 contenedores marrones para materia orgánica), Azcona reconoce que "nos queda algo de camino por recorrer" en esta tarea.
En cuanto a las tecnologías más prometedoras para la circularidad, Azcona destaca dos áreas fundamentales.
En primer lugar, la valorización energética. Es la tecnología que debe solucionar el reto del 35% de residuos que no pueden valorizarse como materia prima. Se refiere a la tecnología de "incineración".
Estas plantas, que buscan generar energía eléctrica y reducir notablemente el depósito controlado, requieren inversiones intensivas en capital, -una planta en Alicante podría rondar entre 300 y 400 millones de euros-, y plazos de construcción de 5 a 7 años.
Eduardo Azcona, director de Negocio Público Sureste de PreZero
Por último, las plantas de biogás, que es "esencial" para extraer el valor de la materia orgánica, que posteriormente se convierte en compost.