La vicepresidenta, Mónica Oltra, durante su comparecencia la semana pasada en Les Corts.

La vicepresidenta, Mónica Oltra, durante su comparecencia la semana pasada en Les Corts. EFE / MANUEL BRUQUE

Comunitat Valenciana TRIBUNALES

Mónica Oltra y su marido siguieron empadronados en la misma casa 9 meses después de los abusos

Riba-roja confirma que ambos estuvieron dados de alta en la casa familiar hasta abril de 2018 y Oltra responde que ya no vivían juntos.

8 junio, 2022 16:20
Valencia

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Mónica Oltra y su exmarido, Luis Eduardo Ramírez, condenado a cinco años de prisión por abusos sexuales a una menor tutelada, convivieron juntos hasta que la Conselleria de Igualdad finalizó la investigación que acabó denigrando el testimonio de la víctima, según concluyó la Audiencia de Valencia.

Así lo ha trasladado el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria, municipio valenciano en el que reside Oltra, al juzgado de Instrucción 15 de Valencia después de que se dirigiera a la oficina del padrón municipal para solicitar la información antes de plantear formalmente la imputación de la líder de Compromís.

En el certificado, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL y ha avanzado Las Provincias, consta que convivieron hasta el 25 de abril de 2018, es decir, nueve meses después de que tuviera conocimiento de que investigaban a su entonces marido por abusar de una menor tutelada.

Pero tras conocerse el contenido de la información que ha llegado al juzgado este miércoles, el entorno de la vicepresidenta ha matizado a este periódico que "a pesar del documento oficial la convivencia conyugal entre la vicepresidenta del Consell y su marido terminó poco después de que Mónica Oltra conociera el caso a través de la carta".

Es la primera vez que Oltra habla de la fecha exacta en la que se separó de su marido. Hasta que Riba-roja de Túria no ha aportado el documento oficial, la vicepresidenta ha mantenido silencio sobre este aspecto.

Durante una comparecencia en las Cortes Valencianas, la vicepresidenta afirmó que se enteró de los hechos el 4 de agosto de 2017. Ese día llegó una notificación a su casa por su relación personal informando de la orden de alejamiento.

El juzgado pidió un "certificado de las personas empadronadas en el domicilio (...) en el año 2017". Entre finales de 2016 y principios de 2017, la víctima, una menor en situación de desamparo y tutelada por la Administración valenciana, denunció por primera vez los abusos.

Según consta en las actuaciones, en diciembre de 2017, la Conselleria de Igualdad ordenó la apertura de una investigación interna que concluyó que su relato no tenía credibilidad. La Fiscalía de Menores se dirigió al departamento de Oltra ese mes para que le remitiera las conclusiones de sus actuaciones, pero no obtuvo respuesta.

Los datos aportados por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria han confirmado ahora que Ramírez seguía empadronado en la casa que compartía con la líder de Compromís mientras se produjeron los abusos.

Más de un año después, el 7 de noviembre de 2019, la Audiencia celebró el primer juicio contra Ramírez y el tribunal se vio obligado a repetirlo porque la conselleria no había aportado formalmente la documentación que le exculpaba. No obstante, tiempo después Ramírez volvió a ser condenado a cinco años de prisión por estos hechos.

Investigación confidencial

La investigación judicial ha constatado que el 7 de septiembre, un mes después de que Oltra se enterara de los abusos, la conselleria interrogó al marido de Oltra.

En el expediente no se hace constar su nombre y "él mismo incluso manifiesta que presta declaración y sabe que es porque hay una denuncia, pero no conoce de qué se le acusa exactamente", según recoge el juzgado en la documentación enviada al Tribunal Superior de Valencia.

El entonces marido de Oltra hizo referencia que "en relación a los masajes refiere que siempre que lo ha hecho ha sido porque se lo ha pedido y únicamente para comprobar el nivel de nerviosismo y calmar a la menor diciéndole que sí, que está tensa y que entiende que algo le ocurre". Esta declaración no se incorporó al informe de conclusiones.

Un día después, el 8 de septiembre de 2017, la directora del centro Niño Jesús, donde residía la menor, acude a la Conselleria para declarar y dice que la víctima es "una niña que miente y que incluso ante una evidencia mantiene sus mentiras y niega la evidencia".

Más tarde, en noviembre, concluye la valoración del Instituto Espill, encargada por conselleria, y afirma que la menor es poco creíble. Pero al prestar declaración ante el juez, la psicóloga que exploró a la menor manifestó que "poco creíble" no quiere decir que no sea creíble.

Mientras se practicaba esta investigación en paralelo a la del juzgado, Oltra y su marido seguían residiendo en la misma casa, al menos oficialmente, según los datos del padrón entregados ahora al juzgado

La Fiscalía Superior de la Comunidad Valenciana considera que "hay indicios relevantes" contra Mónica Oltra y el caso está pendiente de la decisión final que tome el TSJ de Valencia.