Una concejal de Valencia será 'reina maga republicana' de la fiesta que ella misma autoriza

Vuelve la polémica en torno a la celebración de la festividad de las Magas Republicanas de Valencia, una celebración que rememora la "Fiesta del Niño", organizada por el Gobierno de la Segunda República en 1937. Esta vez la controversia tiene que ver con que una de las musas de la fiesta será Lucía Beamud (Compromís), la concejala de Espacio Público y, por tanto, la persona que debe autorizar la ocupación de vía pública para la celebración de este acto.

La portavoz municipal del PP, María José Català, denunció este miércoles irregularidades en la tramitación administrativa para que el evento se pueda celebrar y lamentó que “una de las magas republicanas sea la concejal del equipo del Gobierno que es asimismo la responsable de dar la autorización de ocupación de vía pública”. 

Según la líder de la oposición, la Ley ley 40/2015 señala que las autoridades con un interés personal deben abstenerse de tomar la decisión. Por ello, desde el PP han pedido a la dirigente de Compromís que se abstenga y no participe en la toma de decisiones.

Beamud, por su parte, rechaza las acusaciones y asegura que “los permisos para uso de la vía pública son actos reglados”. “Esta petición demuestra el desconocimiento profundo que Català tiene del funcionamiento del Ayuntamiento”, pues subraya que “la autorización de actividades en la vía pública se hace de acuerdo con la Ordenanza de Ocupación del Dominio Público Municipal, la Ley de Espectáculos Públicos y otras normativas sectoriales”. Por el momento, Beamud seguirá siendo una de las magas republicanas del acto previsto para el 16 de enero.

El Ayuntamiento de Valencia recuperó por primera vez esta cabalgata cuando Joan Ribó llegó a la Alcaldía de la mano del PSOE. Así, desde 2015, en el mes de enero, hay un desfile por las calles de la ciudad que finaliza con una intervención desde el balcón del Ayuntamiento. Hay tres reinas magas: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Y en esta edición, se celebrará "la diversidad".

25.000 euros y 700 sillas

El acto está organizado por la Societat Coral Micalet, una asociación que recibe 25.000 euros anuales para la organización de esta fiesta y otros actos. “Compromís da más dinero a entidades pancatalanistas que a asociaciones que luchan contra el cáncer infantil. Es así de duro y de triste, pero estas son sus prioridades”, lamentó ayer el PP.

Según la oposición, los organizadores tienen ya activado el reparto y reserva de sillas pese a que aún no han presentado al Ayuntamiento “ni la memoria descriptiva ni el plano delimitado con los espacios a ocupar”.

“Es como poco sorprendente que los organizadores ya estén poniendo a disposición de la gente las sillas cuando todavía no tienen la autorización administrativa definitiva”, dijo María José Catalá.

Según consta en el informe elaborado por la Policía Local para garantizar la seguridad del evento, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se ubicarán 700 sillas en la parte central de la plaza para el público que quiera participar del evento.

Las sillas también son cedidas por el Ayuntamiento, en concreto, por la unidad de Cultura Festiva. Los propios organizadores han trasladado que, pese a no contar con una “notificación escrita”, el Ayuntamiento ha adquirido el compromiso mediante “conversación telefónica”.

“Es lamentable que los valencianos tengamos que usar recursos humanos y económicos para un acto que no es ninguna tradición y que sólo se celebra por capricho de Compromís”, insistió este miércoles Català, quien pidió a Joan Ribó que las magas no suban al balcón del Ayuntamiento porque tampoco se hizo durante la celebración de los Reyes Magos.

Beamud insistió en defender la legalidad de la festividad y se preguntó si es que la oposición quiere que "el Ayuntamiento actúe discrecionalmente según los intereses del PP". En este sentido, Lucía Beamud dijo que “el gobierno de Joan Ribó garantiza la pluralidad y da permiso a las diversas actividades que se plantean en Valencia, independientemente de su color político; a diferencia del PP que prohibía sistemáticamente las actuaciones de determinados humoristas o vetaba espacios públicos a los cantantes en valenciano, gobernando de forma sectaria”.

"Ahora Valencia es conocida por ser una ciudad abierta, diversa y donde cabemos todos y todas. Valencia es una ciudad transparente, democrática y en la que todos y todas tenemos el mismo derecho a reivindicar y celebrar", concluyó la concejal.