Ximo Puig, junto a Pedro Sánchez en una de sus visitas al Palau de la Generalitat Valenciana. EE

Ximo Puig, junto a Pedro Sánchez en una de sus visitas al Palau de la Generalitat Valenciana. EE

Comunitat Valenciana

Sánchez condena a Puig a la infrafinanciación: le seguirá dando 700 € menos por habitante que a Revilla

El rechazo explícito de Hacienda cronifica el problema de la Comunidad Valenciana: recibe 2.582 por ciudadano frente a los 3.305 de Cantabria.

17 junio, 2021 00:34
Valencia

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El Gobierno valenciano sufrió este martes el enésimo desplante del Ejecutivo central. La ansiada reforma de la financiación autonómica para acabar con el perjuicio del Estado a la autonomía seguirá sin llegar. Se trata del incumplimiento de siempre, pero esta vez la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, lo expuso de forma explícita a los representantes de la Plataforma pel Finançament Just. Ve imposible alcanzar un acuerdo en un Congreso marcado por la "crispación". Tal circunstancia mantendrá a la Comunidad Valenciana como la que menos fondos recibe por habitante, con 723 euros menos que Cantabria -la región mejor tratada con el actual sistema-.

En concreto, la comunidad presidida por Miguel Ángel Revilla (PRC) obtendrá en 2021 una media de 3.305 euros al año por habitante frente a los 2.582 de la liderada por el socialista Ximo Puig. La media de las autonomías del régimen común (sin País Vasco ni Navarra) se sitúa en 2.785 euros, 203 por encima del dato valenciano.

La cifra la calculó la propia Generalitat Valenciana el pasado mes de abril. Lo hizo mediante la suma de dos valores: la financiación comunicada a las comunidades autónomas del régimen común para el ejercicio 2021 (teniendo en cuenta las entregas a cuenta y la previsión de liquidación), así como la recaudación homogénea de los tributos cedidos (recopilada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada). Como se aprecia en el gráfico, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha son, por este orden, las otras tres regiones que reciben menos de la media por habitante.

Financiación de las CCAA de Régimen Común en 2021 (euros por habitante ajustado). GVA

Financiación de las CCAA de Régimen Común en 2021 (euros por habitante ajustado). GVA

La cronificación de este escenario supone un grave problema financiero y político para Ximo Puig. El primero es el más importante. El Estado perjudica a la región en el reparto de los fondos y, la autonomía, para no reducir el gasto, está incrementando su deuda de forma peligrosa.

Desde el ejercicio 2016 gasta como si estuviera bien financiada. Lo hace con la introducción en sus presupuestos de una "partida reivindicativa" de ingresos por alrededor de 1.300 millones de euros. Como nunca llegan esos millones, tales ingresos ficticios se trasforman año tras año en deuda.

El difícil escenario financiero de la región lo acreditó el pasado viernes el Banco de España en su estadística del primer trimestre de 2021. El porcentaje de endeudamiento respecto al PIB valenciano se encuentra ya en el 49,4% de la riqueza de la autonomía, el valor más elevado de toda España. El valor absoluto es de 51.117 millones de euros, dato solo superado por Cataluña.

Lidera la deuda de la Covid

Además, la evolución de los últimos 12 meses refleja que la Comunidad Valenciana se ha endeudado más que nadie durante la pandemia. Entre el primer trimestre de 2020 y los tres primeros meses de 2021 el montante ha crecido en 2.956 millones y 7,6 puntos porcentuales respecto al PIB regional.

A nivel político, Ximo Puig sufre en sus carnes el descrédito que ya padeció el PP de Alberto Fabra al no lograr remiendo al problema con su partido en la Moncloa. Tanto Pedro Sánchez como el presidente valenciano prometieron en la oposición una solución que no ha llegado -ni parece que lo vaya a hacer- con ellos en el poder.

Este miércoles, preguntado al respecto en Les Corts Valencianes, Puig tiró balones fuera y centró su ataque en el "efecto aspiradora" de la Comunidad de Madrid. En el caso del gobierno de izquierdas de la Comunidad Valenciana la afrenta se hace extensible a Compromís, que exigió a Sánchez la reforma de la financiación para respaldar su investidura y no va a obtener la deseada contrapartida.