Uno de los drones intervenidos a la banda que operaba desde Cádiz y Marruecos.

Uno de los drones intervenidos a la banda que operaba desde Cádiz y Marruecos. EE Cádiz

Andalucía

Golpe al narco en Cádiz: una banda usaba drones caseros para meter hachís de Marruecos hasta el sur de España

Los detenidos volaban casi todas las noches aparatos, que montaban y arreglaban ellos mismos en una casa de Alcalá de los Gazules.

La presión contra el narco en Cádiz y Huelva desplaza a las mafias hasta Portugal: desde allí reparten la droga por España

Publicada

La Guardia Civil ha desarticulado a una banda que introducía hachís en España a través del Estrecho usando drones, en los que cargaban la droga en Marruecos y luego soltaban en una casa apartada de Alcalá de los Gazules, en la provincia de Cádiz.

Los drones, además, eran artesanales. Los miembros de la banda los construían ellos mismos y los reparaban en la misma vivienda donde recibían la droga, que volaba desde el país vecino.

Según fuentes de la investigación, los detenidos aprovechaban las noches en las que había visibilidad y buen clima para volar los drones desde Andalucía hasta Marruecos. Allí le cargaban la droga y volaban de vuelta hasta Cádiz.

Estos drones "artesanales", señalan desde el Instituto Armado, era de fabricación casera. Los propios narcos los construían y reparaban.

La operación se ha llevado a cabo en colaboración con la Gendarmería Real de Marruecos tras detectar el vuelo de los drones durante varias noches. En total, los agentes han intervenido hasta ocho aparatos listos para el transporte de drogas.

Vuelo sin piloto

Desde el inicio de los avistamientos "los guardias civiles observaron que se trataba de drones de ala fija con capacidad para volar distancias de más de 200 kilómetros", señalan fuentes de la investigación.

"El grupo criminal operaba habitualmente durante la madrugada, aprovechando las condiciones meteorológicas favorables y la escasa visibilidad", añaden las mismas fuentes.

"Desde una zona apartada en el campo en la misma localidad de Alcalá de los Gazules, se lanzaban hasta diez drones simultáneamente, que volaban hasta Marruecos para ser cargados con la droga", explican.

Durante el trayecto de regreso, los drones liberaban la carga en la zona de Vejer de la Frontera y Tarifa gracias a unos mecanismos fabricados por los especialistas de la organización que permitían liberar el hachís durante el vuelo.

A los paquetes liberados se le adherían luminosos fluorescentes y un sistema de geolocalización enlazado por radiofrecuencias a un mando que emitía señales sonoras cuando se encontraba en las proximidades.

Debido a la escasa visibilidad de madrugada, los encargados de la recogida de la droga hacían uso de un visor nocturno con el que podían detectar con mayor facilidad el luminoso fluorescente colocado en los paquetes.

La sustancia era trasladada posteriormente a casas rurales alquiladas, empleadas como guarderías temporales para evitar sospechas y asegurar la distribución posterior.

Tras soltar la carga, los drones continuaban en su vuelo hasta alcanzar el punto de aterrizaje de nuevo en Alcalá, donde eran recuperados por otros miembros de la organización apostados en la zona.

Los narcos trabajaban todos los días con los drones. Introducían droga en España casi a diario, señalan los guardias civiles encargados de la operación contra el tráfico de estupefacientes.

Durante las noches, la banda tenía hasta diez drones "simultáneamente en el aire, realizando varios viajes sucesivos para transportar la droga desde territorio marroquí. De esta manera, la organización conseguía introducir en una sola noche alrededor de 200 kilos de hachís".

Los narcos compraban las piezas con las que montaban los drones a empresas chinas. Pero luego modificaban los aparatos para que tuvieran "mayor autonomía, resistencia y capacidad de carga".

Los especialistas en medios técnicos de la organización adaptaban los sistemas electrónicos y reforzaban los fuselajes con materiales ligeros, "consiguiendo modelos únicos de alta eficacia para el transporte de droga", explican los agentes.

Asimismo, en el momento de la explotación de la operación, se comprobó que los encargados de la logística y mantenimiento de los drones "habían adquirido un elevado número de nuevos aparatos, aún en sus cajas de origen, pendientes de montaje y puesta a punto. Actualmente estaban en proceso de montaje otros 10 nuevos drones", señalan. Querían expandir el "negocio".

Los agentes han constatado que los principales responsables de la fabricación y mantenimiento de los drones poseían una elevada cualificación técnica en sistemas de vuelo remoto, ensamblaje de componentes y modificación de estructuras. La organización ha sido capaz de desarrollar aparatos artesanales de gran autonomía, precisión y capacidad de carga, muy superiores a los modelos comerciales convencionales.