Alberto Núñez Feijóo saluda a Juanma Moreno este domingo en Sevilla. Sevilla
Feijóo apuesta por la vía andaluza para llegar a Moncloa: distancia con Vox, rechazo a la corrupción y servicios públicos
El presidente nacional del PP defiende que, "en cualquier país europeo" Pedro Sánchez ya "habría caído" por los escándalos que le rodean.
Más información: Feijóo pide concentrar el voto en el PP para garantizar el cambio y echar al Gobierno "de la corrupción" de Pedro Sánchez
El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha 'bendecido' la 'vía andaluza' como la carretera más rápida para llegar al palacio de La Moncloa. Así lo ha señalado este fin de semana en el XVII Congreso del Partido Popular andaluz, celebrado en Sevilla.
Esa 'vía andaluza' tiene muchos componentes -diálogo, moderación, gestión...-, pero Feijóo hizo especial referencia a tres de ellos: marcar distancias con Vox, rechazar de forma frontal la corrupción que sacude al PSOE y apostar por ser útiles a los ciudadanos, por mimar los servicios públicos.
En esos tres ejes está la clave, indicó el presidente popular, del éxito de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía, donde tiene una "histórica" mayoría absoluta, señaló.
Y eso que, como recordó el propio Feijóo, en 2014, cuando Moreno llegó a la Presidencia del PP andaluz, nadie creía que fuese a vencer a un titánico PSOE que gobernaba en Andalucía desde hacía 40 años.
"Ni Andalucía estaba condenada entonces ni España lo está ahora", señaló Feijóo. ¿Qué significa esto? Que el Gobierno del PSOE acabó en la Junta de Andalucía con una alternativa del PP y lo mismo puede pasar en el Gobierno central. Se ha hecho antes y se hará de nuevo, se conjuró el presidente popular.
Distancias con Vox
El primer punto pasa por marcar distancias con Vox. En el PP saben -y así lo señalan en privado los altos cargos de la formación- que su adversario no es el PSOE. Lo dan por amortizado tras numerosos casos de corrupción que dañan el corazón del partido y de su líder, Pedro Sánchez.
Por eso quieren que corra el aire. Que Vox se retrate solo como una formación "que ofrece soluciones fáciles a problemas complejos" y "no quiere gobernar", como explicó Moreno este fin de semana.
Ocurre además que Feijóo sabe lo que es ganar unas elecciones y, aún así, no gobernar. Le ocurrió en las generales de 2023 cuando el voto de Vox les restó, creen, la fuerza para llegar a La Moncloa.
Por eso ahora apelan al votante desde el centro a la derecha, en su más amplio espectro, que aglutine el voto útil de enfado con Sánchez en el PP. La única marca, señalan desde la formación, que puede gobernar y echar al socialista de la Presidencia del Gobierno.
Si Feijóo consigue capitalizar el voto del desencanto, de los indignados, de quienes se escandalizan con los casos de corrupción -su fiscal general, su mujer, su hermano y dos de sus manos derechas enfangados, recordó el popular este domingo-, hay opciones de un Gobierno del PP en solitario.
Más aún, razonan en público y en privado desde la dirección del partido, si consiguen justamente poner sobre la mesa, negro sobre blanco bien claro en la cabeza de todos los españoles, los casos de corrupción que asedian al PSOE.
"El listón ético del PSOE está en el subsuelo porque un ministro sale tan pancho a felicitarse porque en su informe de la UCO no salen prostitutas, solo salen mordidas y mentiras", ejemplificó Feijóo. "Habrá que darle el socialista del año, porque ahí sigue en su puesto sin que nadie le diga que tiene debe marcharse", ironizó.
Para el PP la situación de Sánchez "no es normal". Según detalló Feijóo, no lo es "ni en un país del tercer mundo", mucho menos "en uno europeo" como España. "Es una vergüenza internacional", calificó.
Esta es una idea en la que han insistido tanto Elías Bendodo como Miguel Tellado antes que Feijóo este fin de semana en Sevilla. ¿Saben los españoles todos los casos de corrupción que tiene el PSOE de Sánchez pendientes?, se preguntan.
Frente a eso, honradez, señalan desde el PP. "El que quiera trabajar, el PP es su partido; el que sepa que si mete la mano en la caja va a la cárcel, el PP es su partido", defendió Feijóo.
La ejemplaridad moral frente a un PSOE que en privado algunos altos cargos del PP dan por "moribundo" y "en descomposición" hacen más que factible, creen, alcanzar el segundo objetivo: marcar diferencias del PP, que gobierna para más del 70 por ciento de los españoles, con el PSOE, que abre telediarios con casos de corrupción.
El tercer eje que Feijóo toma prestado de la 'vía andaluza' de Juanma Moreno es el cuidado de los servicios públicos. Lo señaló el presidente andaluz, quien destacó que Andalucía invierte el próximo año 16.000 millones de euros solo en Sanidad. El doble que gastaba el PSOE en 2018.
Educación, dependencia... El presupuesto de estas áreas, que la izquierda reclama como patrimonio, sube con los gobiernos populares, explican desde la dirección de dicho partido.
De fondo hay un razonamiento: la política "tiene que ser útil para los ciudadanos". Y para eso, las familias, los trabajadores, los empresarios, los agricultores -la amplia clase media a la que quiere hablar el PP- tienen que sentir que la sanidad, la educación y los cuidados están garantizados.
Esto tiene otra derivada: la caja común. En el PP no ocultan que la figura de María Jesús Montero y Pedro Sánchez son la personificación, señalan de la ruptura de la igualdad entre los españoles.
¿Por qué? Por la cesión, acusan, a los socios independentistas de cuestiones como más presupuestos, mejores infraestructuras o ventajas que "rompen la caja común".
País Vasco
Frente a eso, igualdad, defendió Feijóo. Sin importar de dónde sea cada español, los mismos recursos. Sin ventajas para País Vasco o Cataluña. Y con ese dinero, además de con una bajada de impuestos, se podrán financiar, sostuvo, unos mejores servicios públicos.
Es lo que se ha hecho en Andalucía, defendió Moreno. Siete bajadas de impuestos, según fuentes del Gobierno andaluz, desde que el presidente llegó a la Junta en 2018. Y, aun así, más recaudación. Es lo que quiere hacer Feijóo en España. Aplicar la 'vía andaluza'. Convertirla en la 'autopista española' que le lleve a La Moncloa.