Sánchez se 'refugia' en la cumbre de la ONU en Sevilla y esquiva así el escándalo de Santos Cerdán en Madrid

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene actos programados en la cumbre de la ONU de Sevilla hasta el mismo jueves de cierre. Es él, de hecho, quien estará en la clausura de esta IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo.

En principio, nada raro. Sánchez se ha prodigado este martes hasta en tres comparecencias públicas diferentes. Diferentes en nombre, porque en las tres ha dicho, a grandes rasgos, lo mismo. En dos de ellas, ha repetido el discurso sobre la inversión del 0,7% del PIB en cooperación internacional.

En principio, tampoco nada raro. Sin embargo, lo hay. Porque mientras el presidente del Gobierno se 'banderiza' en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (Fibes), en Madrid estalló este lunes una de las mayores crisis del PSOE en años: Santos Cerdán ingresó en la cárcel por un presunto caso de cobro de comisiones a cambio de obras públicas.

La Policía Nacional explosiona un paquete sospechoso de ser una bomba junto a la cumbre de la ONU en Sevilla

Sin embargo, en la burbuja que es estos días Fibes, Sánchez no ha hecho referencia al asunto este martes. Un escueto "es el momento de la Justicia, el PSOE ya actuó" fue todo este mismo lunes, cuando se conoció la orden de ingreso en prisión.

Los focos han estado más este martes en la vicepresidenta Yolanda Díaz, el ministro Carlos Cuerpo o en las caras de unos y otros que en los debates sobre cooperación internacional, verdadero motivo de la cumbre.

Santos Cerdán

Una broma que se extendía por la zona de prensa durante este martes era, justamente, la presencia de Sánchez en la agenda de todos los días de la cumbre. Tiene sentido, puesto que es el presidente del país anfitrión. Pero sorprendía que, en medio de la tempestad del caso Santos Cerdán, el presidente del Gobierno no pusiera rumbo a Madrid.

Sevilla, por su parte, le dio más razones para volar a la capital, además de la gestión del escándalo político. La ciudad atraviesa estos días una ola de calor que tiene los termómetros a más de 40 grados. El espacio donde se celebra la cumbre no se libra de las altas temperaturas, mitigadas -pero no del todo- por el aire acondicionado.

Y luego está la bomba. O más bien, la alerta de bomba. La Policía Nacional ha detonado este martes un artefacto sospechoso. La explosión controlada, que generó algo de inquietud, tampoco sirvió de acicate para aligerar la agenda sevillana del presidente.

Tensión

Y eso que, ni en la cumbre, Sánchez ha podido esquivar toda la tensión. Porque la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, socio de Gobierno del PSOE, le ha afeado el caso de corrupción desde el mismo Fibes donde él se 'refugia' del chaparrón del caso Santos Cerdán.

Así, salvo viajes exprés a Madrid -el PSOE está citado con Sumar a una reunión urgente este miércoles por la gravedad de la crisis-, Sánchez seguirá en Sevilla hasta el mismo jueves. Entonces sí, tendrá que volver a la capital y hacer frente al problema.