Certificado Covid para entrar en un bar.

Certificado Covid para entrar en un bar. EFE/ David Arquimbau Sintes

Andalucía COVID

El limbo de Gema y de miles de españoles: sin poder acceder al pasaporte Covid ni a la tercera dosis

Al ser diagnosticada con un test de antígenos no le dan el certificado, y tampoco puede completar la pauta de vacunación al contagiarse hace poco.

10 febrero, 2022 03:06

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Cuando se detectó en España, a finales de noviembre, el primer contagio de la variante ómicron nadie podía presagiar las dimensiones que iba a alcanzar esta sexta ola. A nivel sanitario volvió a cimbrear todas las estructuras, especialmente las de atención primaria, y a nivel burocrático ha dejado a miles de españoles en un limbo administrativo.

Gema, vecina de San Fernando (Cádiz), es una de ellos. "Esto es un sinsentido, estamos en un limbo, no podré entrar en un restaurante ni viajar", asegura en conversación con EL ESPAÑOL. Dio positivo, junto a su marido, el pasado 23 de diciembre, pero no puede acceder al certificado al ser diagnosticada con un test de antígenos y no con una PCR.

Tampoco puede renovar el certificado digital de vacunación de la Unión Europea porque para ello necesita inocularse la tercera dosis, y aún no han transcurrido los cinco meses recomendados desde el contagio. Como mínimo, podrá hacerlo en mayo. 

En su caso, el también conocido como pasaporte Covid le caduca a final de febrero, tras la última modificación por parte de la UE, cuando se cumplirán nueve meses desde que se puso el segundo pinchazo. Por tanto, estará tres meses en este limbo.

Y es que el test de antígenos, implantado como prueba de diagnóstico del coronavirus en los centros de salud de España a partir de octubre de 2020, sigue sin ser considerado válido por la UE. Precisamente la Comisión Europea ha propuesto ahora extender este documento un año más y la inclusión de estas pruebas de antígenos de laboratorio de alta calidad.

¿Tercera dosis?

Esto ya ocurrió el pasado mes de junio, cuando se puso en marcha este certificado. En aquellas fechas más de dos millones de españoles lo obtuvieron sin problemas, pero a un millón le fue denegado por esta misma razón. No obstante, esta variante ha puesto en jaque a este certificado digital de la UE: no ha evitado la explosión de contagios.

En Andalucía, por ejemplo, este pasaporte es obligatorio para el acceso a locales de ocio y de hostelería, por el momento, hasta el 15 de febrero, tras la última ratificación del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad. También para acceder a centros sanitarios con internamiento y sociosanitarios de carácter residencial. 

Una mujer recibe la tercera dosis de la vacuna contra la Covid.

Una mujer recibe la tercera dosis de la vacuna contra la Covid. EP

El quid de la cuestión es el siguiente. La Comisión de Salud Pública, donde están representados tanto el Gobierno como las comunidades, recomendó a finales de enero aplazar la tercera dosis hasta cinco meses después de haber superado la infección, en lugar de las cuatro semanas que se estipuló en un principio.

Los últimos estudios revelan que quienes se han infectado tras recibir la pauta completa consiguen una respuesta inmune más potente y amplia que quienes solo se habían vacunado o quienes se habían infectado sin tener la vacuna.

Criterio personal

Sin embargo, en el caso de Andalucía, el director del Plan de Vacunación de Andalucía, David Moreno, en una entrevista en Canal Sur Radio, dejó este periodo a criterio personal. Es decir, cada persona puede decidir ponérsela a las cuatro semanas o a los cinco meses.

De seguir este criterio, Gema ya podría vacunarse y podría obtener el certificado Covid al tener la pauta completa, pero no lo hará por una cuestión de salud. Y lo explica. "Mi médico de confianza me ha dicho que apure los cinco meses por la generación de anticuerpos naturales tras pasar la enfermedad", señala. Pero claro, mientras tanto, no podría tener ningún documento en vigor que acredite que tiene puestas dos vacunas o que ha pasado la enfermedad.

No obstante, hay muchos más casos, detectados solo con antígenos en esta sexta ola, en los que no han pasado las cuatro semanas necesarias para inocularse la de recuerdo y se les caduca el pasaporte. Gema cree que "no es justo; lo que nos queda es la pataleta".

Vacunarse, única opción

Desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aseguran a este periódico que la única opción que tienen es ponerse esa tercera dosis para que aparezcan como vacunados con la pauta completa, y que el certificado de recuperación no lo podrán obtener con un test antígenos por la normativa europea. 

Además, Gema tampoco pudo comunicar su positivo al SAS a través de la Aplicación habilitada. "Los datos introducidos no son válidos", ese es el mensaje que le saltaba continuamente en su móvil.

La gaditana pertenece al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) porque su marido es miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y lo gestionó todo por la sanidad privada. Aunque es asmática, pasó bien la enfermedad y tampoco precisó baja laboral al ser ama de casa, pero ahora se ha topado con esta traba administrativa.

Su marido tiene el mismo problema, además de una neumonía bilateral causada por la Covid-19, por la que está aún de baja laboral y por la que el médico le ha desaconsejado que se ponga ya la tercera dosis. En el hospital le recomendaron la realización de una PCR en el informe, pero nunca se la hicieron. Ahora está pendiente de un tac de pulmón y de otra más para comprobar la capacidad pulmonar.

"Nos fastidiaremos y ya está porque si mi médico me recomienda que no me vacune aún, no lo voy a hacer", lamenta Gema. Sobre todo de cara a Semana Santa cuando pensaban realizar un viaje, del que difícilmente podrán disfrutar al no poder acceder a ninguno de los dos certificados requeridos.

La única opción sería la obtención de un pasaporte temporal o certificado de prueba diagnóstica, en el caso de realizarse una prueba PCR (72 horas antes) o de antígenos (48 horas), pero correría de su bolsillo y el margen de vigencia es muy corto. Por tanto, lamenta que lo único que le quede sea la resignación. A ella y a miles de españoles en su misma situación.