Un grupo de personas ha quemado la noche de este martes fotos del Rey Felipe VI ante el Ayuntamiento de Banyoles (Girona) para celebrar la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de condenar a España por una sentencia contra dos jóvenes por una acción similar.

La concentración tenía por objetivo festejar la condena hecha pública este martes que obliga a indemnizar a los dos condenados por la Audiencia Nacional en 2008 por un delito de injurias a la Corona por quemar una foto de los Reyes en una manifestación en Girona en 2007.

La convocatoria pedía llevar una foto del Rey y unirse a un brindis con cava para demostrar que no hay miedo "a ejercer la libertad de expresión y la crítica contra la monarquía posfranquista", según afirma en su cuenta de Twitter la CUP del Pla de l'Estany (Girona).

Tras la resolución del TEDH, sectores independentistas han salido en tromba para calificar a España de régimen antidemocrático e interpretar, en virtud del fallo, que todas las manifestaciones contra símbolos nacionales se enmarcan dentro de la "libertad de expresión". A la cabeza de las descalificaciones, como viene siendo habitual, Carles Puigdemont. El expresidente de la Generalitat, prófugo de la justicia en Bruselas, ha dicho en su cuenta de Twitter que "la vía internacional es lenta, pesada y compleja, pero es la más efectiva para hacer caer el régimen instalado en España".