El mundo empresarial sigue estando marcado por la irrupción tecnológica y la evolución, como la que ha supuesto la llegada de la inteligencia artificial generativa. Esto ha iniciado lo que algunos consideran una "nueva era" en la industria. Aunque la tecnología siempre ha dado grandes pasos, la velocidad de cambio impulsada por la inteligencia artificial parece estar acelerándola aún más.
Afortunadamente, muchas organizaciones siguen manteniendo un enfoque orientado hacia la sostenibilidad, apoyándose en datos fiables sobre los que basar sus proyectos y tomar decisiones. La inteligencia artificial puede proporcionar un gran apoyo en este sentido, haciendo un mejor uso del conocimiento que manejan las compañías para abordar problemas comunes, desde ámbitos como la crisis hídrica, la reducción de emisiones y otros aspectos de la sostenibilidad de igual importancia.
Lo que la IA permite es respaldar las decisiones con datos de confianza y puede aportar conocimientos o insights a las personas, facilitando nuevas ideas y generando un cambio en las áreas más significativas.
El papel de la inteligencia artificial en la sostenibilidad
Esta Inteligencia Artificial será clave para identificar y ofrecer apoyo a las iniciativas de sostenibilidad, a través del análisis predictivo, la agregación de datos y la colaboración. Además, puede proporcionar y nuevas ideas para obtener información para las decisiones más importantes de nuestro tiempo, a través del uso de nuevas ideas.
Un ejemplo ilustrativo sería su potencial ante la escasez de agua. Aquí, la IA tiene el potencial de ayudar a gestionar mejor los suministros, prever déficits y proporcionar orientación sobre las adaptaciones que deben realizarse para hacer frente a ello.
La necesidad urgente de eliminar los silos de datos
Sin embargo, el acceso a datos y su intercambio siguen siendo obstáculos importantes para lograr un progreso significativo en iniciativas de sostenibilidad. En la actualidad, empresas y gobiernos están limitando el acceso a datos clave que, si estuvieran disponibles, podrían ayudar a proporcionar ideas para salvar cultivos, comunidades e incluso vidas.
Democratizar de forma más amplia los datos es esencial para movilizar recursos y pasar a la acción. Una primera solución pasa por crear procesos más avanzados y específicos para el intercambio de datos entre los sectores público y privado.
Esto haría que los datos en tiempo real e incluso los históricos pasasen a ser un 'bien público digital' para la sociedad. Conjuntos de datos sólidos podrían entonces ser procesados por inteligencia artificial y presentados de manera que las personas, las organizaciones y los gobiernos puedan abordar colectivamente desafíos más complejos.
En definitiva, necesitamos inteligencia colaborativa, donde los humanos se complementen entre sí en términos de creatividad, liderazgo, trabajo en equipo y, por supuesto, velocidad y escalabilidad para que todo esto funcione.
La esperanza recae sobre la IA
A medida que surgen nuevos casos de uso de inteligencia artificial y la tecnología va madurando, se está investigando su aplicación en áreas como la analítica o la posibilidad de aprovechar puntos de datos a los que no hemos tenido acceso y utilizarlos para crear impacto de formas nunca vistas.
La IA nos ofrece un futuro prometedor, ya que a través del uso colaborativo y constructivo y la combinación con los datos, tenemos la oportunidad de lograr cambios mucho más significativos.
*** Julie Kae es VP of Sustainability and DE&I y Executive Director de Qlik.org