Actualmente, se ha identificado el cambio climático como uno de los mayores desafíos a los que debe enfrentarse la sociedad y existen encendidos debates sobre cómo afrontarlo e, incluso, sobre su misma existencia. Sin embargo, la preocupación por el medio ambiente no es una novedad ni una moda pasajera. 

La primera Cumbre de la Tierra de la ONU se celebró en 1972 y se la puede considerar el origen de las cumbres anuales (Conferencias de las Partes, COP) que celebra La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. El propio concepto de cambio climático surge en 1988, cuando el dr. James Hansen de la NASA aseguró tener un alto grado de certeza de la relación causa-efecto entre el efecto invernadero y el calentamiento de la Tierra.

De la misma época es el Informe Brundtland (“Nuestro futuro Común”), publicado para Naciones Unidas, en el que se definió el desarrollo sostenible como la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.

Sin remontarnos tan lejos, en 2015, nos encontramos con los planes de acción internacionales sobre sostenibilidad que están determinando las acciones políticas que afectan a todas las actividades empresariales: el Acuerdo de París y la Agenda 2030.

El Acuerdo de París fue negociado durante la COP21 y está en vigor desde el 1 de enero de 2021. Los 195 países miembros acordaron el objetivo de reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza, manteniendo el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5ºC. 

Por su parte, la Agenda 2030 fue aprobada por unanimidad en la Asamblea General de Naciones Unidas, constituyendo un plan de acción en favor de la lucha contra el cambio climático, la protección del planeta, el bienestar de las personas y la prosperidad. La Agenda está conformada por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen 169 metas específicas a desarrollar antes de 2030.

El sector privado y, concretamente el sector inmobiliario en el que se incluyen los centros comerciales, es un aliado importante para la consecución de muchos de estos objetivos, ya que los edificios y la construcción son responsables de casi el 40% del consumo de energía y emisiones globales de CO2, demandando al mismo tiempo grandes cantidades de recursos naturales (50% materias primas y 15% agua) y generando un considerable volumen de residuos (30%).

En este escenario, las empresas deben integrar los ODS en su estrategia empresarial, empezando por la definición de sus prioridades, porque no está previsto que todos los ODS sean igual de relevantes para todas las compañías. Se deberá empezar con una evaluación interna y externa de la propia organización para entender el contexto de toda su cadena de valor y las necesidades y expectativas de todos sus grupos de interés.

En el análisis de materialidad, se identificarán los ODS y metas relevantes, con los que se podrá diseñar un plan que incluya las acciones estratégicas y la metodología de medición y seguimiento de su contribución. Es importante que para cada uno de los ODS identificados como materiales se identifiquen uno o varios indicadores que expresen de la forma más adecuada la relación que existe entre las actividades de la empresa y su impacto en el desarrollo sostenible, de tal manera que el desempeño se pueda monitorizar a través del tiempo.

Así, desde Castellana Properties identificamos 8 ODS como prioritarios para el sector retail y una serie de iniciativas que estamos poniendo en marcha para contribuir a los mismos. Uno de ellos es el objetivo de Salud y Bienestar, para el cual se está poniendo foco en la creación de espacios de calidad que prioricen la iluminación, el aire y el agua, y con ello ofrecer iniciativas que impulsen la salud y el bienestar, tanto físico como mental, dentro de los centros comerciales.

Asimismo, para garantizar que nuestra vida cotidiana dependa de servicios energéticos fiables y asequibles, se está trabajando en el objetivo de Energía Asequible y no contaminante, con el fin de implantar un sistema de gestión energética conforme a la ISO 50.001 y promover la energía renovable off-site (GDOs) y on-site (autoconsumo).

La promoción del crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos resulta también prioritario. Por ello, se trabaja para generar empleo de calidad, promover un entorno de trabajo seguro y contribuir al desarrollo económico sostenible de las regiones donde operamos.

Velando por el entorno que nos rodea, el objetivo ciudades y comunidades sostenibles cobra especial relevancia, por lo que el reto es implantar un sistema de gestión ambiental conforme a la ISO 14.001, promover la movilidad eléctrica y generar un impacto local positivo.

En esta línea, dentro del objetivo Acción por el clima, se está evaluando el impacto financiero de los riesgos climáticos, auditando la huella de carbono de nuestras respectivas organizaciones conforme a la ISO 14.064 y manteniendo el plan de descarbonización alineado con los objetivos del Acuerdo de París.

Respecto al objetivo Producción y consumo responsables, llevamos tiempo trabajando en la definición de un plan de reducción de agua y residuos, y en incrementar el nivel de información sobre sostenibilidad en los informes corporativos.

No nos podemos olvidar del objetivo Paz, justicia e instituciones sólidas, ya que desde el sector podemos contribuir a la lucha contra la corrupción y el soborno y así garantizar el respeto y la protección de los derechos humanos. Por último, cabe destacar el objetivo de la creación de alianzas para llegar a acuerdos de colaboración a largo plazo con los agentes locales más relevantes en la comunidad.

En la próxima década 2020-2030 (conocida como la 'Década de Acción'), y más aún en el actual contexto tras la crisis generada por el coronavirus, el gran desafío para la Agenda 2030 será consolidarse como marco global de actuación para que todos los agentes sociales, políticos y económicos incorporen realmente los ODS como hoja de ruta hacia un futuro más sostenible y responsable con las personas y el planeta.

***Jorge Orondo es senior Energy & Utilities Manager de Castellana Properties