Una gran parte de las personas que estamos involucradas en el sector educativo sabemos que, en muchas ocasiones, las ofertas educativas se basan en modelos obsoletos, algo que hace que nos encontremos con que, en las universidades, en las disciplinas STEM la tasa de abandono durante los dos primeros años sea altísima. Jóvenes que entran con muchas ganas de abordar su sueño y contar con la formación para poder trabajar en proyectos que les motiven y que, en uno o dos años como mucho, abandonan.

Desgraciadamente, esto no es algo muy sorprendente si tenemos en cuenta que muchas veces los profesores se centran en enseñar conocimientos muy complejos, cuando esa no es luego la realidad laboral que se encuentran los estudiantes cuando llegan al mercado. 

Por otro lado, otra de las grandes problemáticas a las que se enfrentan los alumnos es que muchos profesores no tienen los conocimientos prácticos y de las nuevas tecnologías necesarios hoy en día. Esto hace que, desgraciadamente, se limiten a enseñar contenidos desactualizados

Por suerte, también existen, por supuesto, profesionales cualificados, perfiles capaces de trasladar a los alumnos la situación actual del sector y de ofrecerles un aprendizaje realmente práctico que luego les permita enfrentarse a su futuro laboral. 

En el contexto actual, más allá de los títulos, lo que parece claro es que es necesario demostrar conocimientos altamente especializados y habilidades y aptitudes clave que se puedan aplicar con solvencia en un entorno real. Todo lo que se aleje de esto último no hace sino reforzar la idea que se suele decir de que las ingenierías acaban con los ingenieros. Teniendo en cuenta todo esto, en resumen, desde EDDM creemos que las siguientes claves son básicas para revertir esta situación y acabar con una enseñanza anticuada.

Nuevo enfoque

Capacitar a las personas para el mundo real. Esto quiere decir usar un método que se aleje de la mera transmisión y memorización de los fundamentos teóricos y que se oriente a la capacitación práctica de perfiles flexibles, autónomos y ágiles, perfiles que, gracias a ello, serán capaces de dar solución a los problemas que el mercado impone.

Esta idea se debe llevar a cabo mediante la filosofía learning by doing, basada en ese aprendizaje en la aplicación práctica a través de la reproducción del entorno laboral real, así como con una metodología thinking-based learning para potenciar competencias tan críticas en el mundo laboral de hoy como el pensamiento independiente, la comunicación y la colaboración.

Nuevas herramientas

Aplicar la tecnología al servicio de una educación más real y humana. En este sentido, es fundamental entender la tecnología como el resultado de personas que hacen posible el progreso y, a su vez, como el medio, el soporte y el vehículo para que más personas puedan contribuir a ese mismo fin.

En términos educativos, es básico apoyarse realmente en las nuevas tecnologías para hacer más accesible la educación y crear nuevos entornos de aprendizaje más inmersivos, interactivos e interconectados.

Nuevas titulaciones

Hay que responder a las necesidades reales de forma ágil y flexible. En el mundo actual no queda otra si queremos ofrecer una educación de valor. La propuesta educativa debe adaptarse de forma continua a la realidad de las empresas, para dar respuesta a necesidades críticas para su supervivencia y competitividad, con perfiles técnicos dotados de conocimientos prácticos y actualizados.

De esta forma, la educación puede ayudar a las personas a multiplicar su valor en el mercado, ya que les capacita en áreas con alta demanda no cubierta y les concede la oportunidad de convertirse en líderes del cambio.

***Alfonso Denia, Director de EDDM Engineering Education.