Cada vez escuchamos con mayor frecuencia que las compañías deberían generar impacto positivo. Y cada vez veo a más líderes que ponen cara de póker cuando este tema sale en una conversación en el mundo empresarial. Porque, ¿sabemos realmente qué significa generar impacto positivo en la empresa? Y lo que es más importante, ¿por qué debería importarnos a los empresarios?

En términos generales, el impacto empresarial se refiere al efecto que tiene una empresa en su entorno, ya sea positivo o negativo. Esto incluye su relación con el medioambiente, las personas y las comunidades en las que opera la organización.

Si hablamos de que una empresa genera impacto positivo, significa que considera el resultado social y ambiental que provocan sus operaciones, productos y servicios en cada decisión que toma. En otras palabras: generar impacto positivo en las empresas supone buscar un equilibrio entre el beneficio económico y la contribución de la organización al medioambiente y la sociedad.

Uno de los primeros pasos para entender bien qué es eso del impacto positivo es terminar con la concepción de que forma una pequeña parte del departamento de RSE y que no tiene nada que ver con la estrategia empresarial. Debe considerarse de manera integral, no solo como un enfoque medioambiental o una tarea que corresponde a aquellos más concienciados con la sostenibilidad dentro de la empresa.

Por otro lado, hay que romper con el estigma de que las empresas que generan impacto social 'de serie' son organizaciones del tercer sector. Al contrario, estas empresas buscan generar beneficios económicos a través de un modelo de negocio sostenible.

Puedes crear una empresa que genera impacto social desde cero, muy ambiciosa en lo económico, pero que quiere llegar a ese rendimiento económico a través de acciones empresariales respetuosas con el medioambiente y la sociedad. Esas empresas, como consecuencia, ganan dinero, pero no como fin. Su fin es cambiar el mundo a través de la empresa.

Aunque todavía nos queda un largo camino por delante, este enfoque ha tomado fuerza en los últimos años.

Por eso cada vez son más las empresas que entienden que el impacto es clave y lo incluyen en el centro de sus negocios. Paradójicamente, cuando las organizaciones dejan de perseguir únicamente el beneficio, mejoran su reputación y la fidelización de sus clientes.

Según el informe The Business Case for Purpose, elaborado por EY Beacon Institute y Harvard Business Review Analytic Services, el 73% de las empresas con un propósito claro superaron las expectativas de beneficios en 2018, en comparación con el 48% de las empresas que no tenían un propósito claro.

En este sentido, tener a referentes que ya lo han conseguido y que son casos de éxito ayuda a entender mejor a qué nos referimos. La empresa española Ecoalf, que fabrica ropa y accesorios a partir de materiales reciclados, ha logrado ahorrar más de 300 toneladas de residuos en el mar y ha evitado la emisión de más de 90 toneladas de CO₂. Otra empresa española, que lleva años en el mercado, es Ilunion, del Grupo Social ONCE, con más de 36.000 empleados, ha demostrado que el equilibrio entre lo económico y lo social es posible.

El impacto también está llegando a los inversores. Según el último informe de inversión de impacto en España publicado por Spainsif, en colaboración con ICEX, el volumen de inversión de impacto en España alcanzó los 1.560 millones de euros en 2019, lo que supone un aumento del 18% respecto al año anterior. Este aumento se debe a la creciente demanda de inversores que buscan proyectos y empresas que generen un impacto positivo.

Al hecho de que el nuevo consumidor también castiga a las empresas que no se alinean con sus valores, hay que sumar que las organizaciones deben presentar estados de información no financiera. Esto, sumado a las dificultades para atraer y retener talento que afrontan las organizaciones que no generan un impacto positivo en su entorno, hace que no tenga sentido dar la espalda a esta realidad.

En definitiva, generar impacto positivo en las empresas debe ser considerado en conjunto, en lugar de separarse como un aspecto independiente del beneficio económico. Generar impacto social positivo es una palanca de generación de dividendo. A través de apoyarse en políticas que regeneren el medioambiente y la sociedad, las empresas van a encontrarse una excusa para hacer compañías más ricas.

Hay un interés creciente en los consumidores por las empresas que se están tomando el impacto positivo en serio. Aprovecharlo es responsabilidad de todas las empresas. Sigamos trabajando para que el ecosistema de impacto sea más fuerte en nuestro país cada día.

Pronto veremos compañías de impacto social positivo multimillonarias. Organizaciones que no se van a separar del propósito y que cuanto más ricas en lo económico sean, más impacto social positivo generarán. Aquellas organizaciones que no entiendan que esto es posible, desaparecerán en los próximos años porque dejarán de ser competitivas.

*** Manuel Lencero es CEO UnLimited Spain.