
Vanesa en la residencia Las Mimosas, del grupo Villamor. Cedida
Vanesa, la gallina terapeuta: crea vínculos, evoca recuerdos y mejora el bienestar sensorial de las personas mayores
Una residencia madrileña cuenta desde abril de 2024 con servicio de gallinoterapia, una modalidad novedosa de tratamiento asistido con animales.
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Hace poco más de un año que la residencia para la tercera edad Las Mimosas, ubicada en Serranillos del Valle (Madrid), cuenta con una inquilina muy especial. Se llama Vanesa y, desde que llegó, se ha vuelto la alegría de los 72 usuarios que viven bajo el mismo techo. Pero, en contra de lo que puedan pensar, Vanesa no es ninguna de las empleadas, tampoco de las personas atendidas.
Vanesa es terapeuta, pero no al uso. Es, ni más ni menos, que una gallina. Así es, como lo leen. Forma parte del novedoso programa de gallinoterapia, una modalidad dentro de los tratamientos de asistencia con animales, implementado por este centro perteneciente al grupo Villamor en abril de 2024.
Desde el equipo técnico de la residencia Las Mimosas, cuentan que se trata de un tipo de terapia que llegó "por casualidad" pero, no obstante, después de más de 365 días de convivencia con Vanesa, aseguran que se ha convertido en una fuente de "aumento en la calidad de vida" de los usuarios. Afirman que Vanesa ha logrado "consolidar vínculos" y ha ayudado a mejorar la memoria y el bienestar sensorial de los residentes.
De manera inesperada
Todo se produjo, tal y como recuerdan desde el equipo técnico del centro, "de manera inesperada". Un buen día de abril, el amplio jardín con el que cuentan los usuarios de la residencia amaneció, "por sorpresa", con una nueva inquilina. A través de la cristalera, varios de los trabajadores apreciaron la presencia de lo que parecía una gallina.
Sin saber muy bien qué hacer, al equipo de terapeutas de Las Mimosas se le encendió una bombilla. La terapia con animales como perros o gatos es relativamente común, pero pensaron, ¿y si se hace con una gallina? Así que, de buenas a primeras, se pusieron manos a la obra.

Vanesa, la gallina terapeuta de la residencia Las Mimosas. Cedida
Se estableció un planning diario de actividades para cubrir las necesidades de la gallina —recién bautizada como Vanesa por los propios residentes—, tanto de alimentación como de higiene y del resto de cuidados que necesita y, a su vez, se establecieron unos objetivos con base en lo que se quería trabajar con ella.
Incorporar a la rutina del centro nuevas actividades al aire libre, fomentar la interacción de las personas con el mundo animal, evocar recuerdos de la niñez y etapas pasadas de la vida, generar entusiasmo, mejorar el acompañamiento y el entretenimiento de los mayores, favorecer las relaciones entre iguales, proporcionar puntos de debate y organización en torno al cuidado de la gallina y mejorar el bienestar sensorial (visual, auditivo, táctil…) fueron algunas de las bases que se pusieron sobre la mesa.
Y de este modo, en poco más de un mes, Vanesa ya estaba completamente instalada. En mayo se procedió a la compra y montaje de materiales para diseñar unas infraestructuras acordes a las que necesitaba Vanesa. En junio, se empezaron a organizar actividades para su cuidado y se establecieron espacios de debate, donde se hablaba sobre cómo cuidarla, con qué frecuencia limpiar sus aposentos, qué darle de comer… hasta se conversaba acerca de para qué usar sus huevos.
Durante el verano, se dejó reposar a la nueva miembro de la familia de Las Mimosas, viendo cómo funcionaba todo lo establecido hasta ahora y, ya en septiembre, se dio comienzo a lo que sería la gallinoterapia, incorporando a Vanesa a las actividades semanales de la terapeuta ocupacional y la animadora sociocultural del centro.
Una unidad propia
Así, desde hace ya poco más de un año, Vanesa se ha convertido en la nueva reina de la residencia. Cuenta con su propia unidad de convivencia, un gallinero situado cerca de la entrada del edificio, que facilita la interacción con ella de todas aquellas personas que entran al centro. Pero no siempre está allí.
Vanesa puede disfrutar de sus momentos de 'libertad', entendidos como franjas horarias en las que el personal la saca a pasear, facilitando que esté a sus anchas correteando por el jardín durante el tiempo suficiente para interactuar con las personas mayores y con cualquier persona que lo desee.
Además, durante estos lapsos de tiempo, se lleva a las personas dependientes al patio exterior del centro para que puedan beneficiarse también de su interacción con la gallina. Sin embargo, las actividades principales en las que se concentra la gallinoterapia son cuatro:
- Alimentación de la gallina y limpieza del gallinero por parte de los mayores, supervisada por el personal del centro.
- Recogida de huevos y aprovechamiento de estos en la repostería del centro.
- Interacción con Vanesa, libre para las personas autónomas y dirigida para las personas dependientes, mediante la estimulación multisensorial.
- Generación de espacios de conversación sobre recuerdos y vivencias del pasado de la vida de los mayores, acorde a sus intereses.
Ahora, después de convivir con Vanesa desde el mes de abril del pasado curso, el equipo técnico de Las Mimosas no sólo concluye que "se han conseguido satisfactoriamente todos los objetivos planteados hasta ahora con este programa terapéutico novedoso que es la gallinoterapia", sino que está suponiendo "muchos otros beneficios".
"La gran mayoría de las personas mayores, de las familias y del personal del centro hemos generado un bonito y beneficioso vínculo con este pequeño animal lleno de plumas, que cuando llegó al centro no tenía ni cresta y ahora la exhibe alegremente, habiéndose convertido ya en una adulta", expresan. De hecho, finalizan, "el día a día de Las Mimosas ya no se concibe sin ella".