Fotograma de la pieza, producida por la OEI y El Rugido Producciones.

Fotograma de la pieza, producida por la OEI y El Rugido Producciones.

Historias

Asell Sánchez-Vicente y su trabajo en 'Imparables' de la OEI: "Te enseña a mirar con otros ojos la ayuda que reciben"

La Organización de Estados Iberoamericanos estrena este miércoles 10 de diciembre un documental para dar voz a quienes decidieron no rendirse.

Más información: La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI): acción, solidaridad y esperanza a través de la educación y la cultura

Mariana Goya
Publicada

"Lo que más me sorprendió fue la fuerza y la ilusión que tenían las personas, aunque hayan pasado por situaciones tan complicadas". Así recuerda Asell Sánchez-Vicente, reportero y testigo privilegiado durante 21 días de rodaje, el viaje desembocó en Imparables.

Se trata del nuevo documental de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) que se estrena este miércoles 10 de diciembre en el Palacio de la Prensa antes de aterrizar en Amazon Prime Video.

En él se narra un recorrido frenético, de país en país y de vida en vida, que Sánchez-Vicente no duda en definir como "una experiencia inolvidable".

El reportaje, producido por la OEI y El Rugido Producciones, es un retrato emocional de la Iberoamérica que resiste. "Podemos esperar un relato de superación que te enseña a mirar con otros ojos la ayuda que reciben estas personas por parte de la organización", explica Sánchez-Vicente al otro lado del teléfono en una conversación con ENCLAVE ODS.

El enfoque estaba claro antes de pisar el terreno, pues habían realizado mucho trabajo previo desde Madrid, pero lo que encontraron al llegar cambió cualquier previsión. "Superaron las expectativas. Lo que encontramos era todavía más increíble", confiesa el reportero.

Historias imparables

Durante 21 días, Asell Sánchez-Vicente, de la mano del operador de cámara y dron Dani Prieto, recorrieron Ecuador, Honduras, Brasil y Argentina, conociendo la situación de las regiones y la implicación de la institución en cada una de ellas.

En Honduras, explica Sánchez-Vicente, el objetivo era la alfabetización, pero terminaron encontrando algo más grande. "Nos topamos con don José, con 75 años, que lleva toda la vida trabajando sin estudios y ahora se está alfabetizando".

También conocieron la historia de Adyel Eliu Medina, la que él considera "una de las más fuertes del documental". Y es que, cuenta, se trata de "un niño ciego que gracias al tesón y la fuerza arrolladora de su madre ha terminado ya 9º grado y quiere ir a la universidad". "A pesar de su ceguera monta en bicicleta".

En Argentina, el equipo se sumergió en los hogares Cristo Rey, donde se acompaña a personas sin hogar y con adicciones. "Se les da una oportunidad para que rehagan su vida y cumplan sus sueños", explica Sánchez-Vicente.

Ecuador ofreció otro prisma; y esta vez se empleó la música como salvavidas. "Es un proyecto que ayuda a los niños a salir de la calle. Les da un motivo por el que luchar o por lo que sentirse orgullosos". Las clases, recuerda, son de nivel conservatorio, algo impensable para muchos de los jóvenes que aparecen en la grabación.

En Brasil, el equipo se encontró con perfiles marcados por el racismo y la desigualdad. "Había mucha marginalidad. Conocimos a una chica que pudo abrir un emprendimiento de comida vegetariana gracias al apoyo de la OEI". Y es que, tal y como relata el reportero, estos encuentros hablan de cómo estos lazos internacionales abren caminos donde antes solo había muros.

Cambio de perspectiva

El documental, insiste, no es propaganda, sino un espacio de humanidad. "Aquí no se da a nadie por perdido. La cooperación es escuchar, estar y dar la mano". De ahí que crea que ese será el gran impacto para el espectador: "Les va a sorprender descubrir cosas que no se cuentan, historias que damos por perdidas".

Y eso es precisamente lo que llega ahora a la gran pantalla; un recorrido por cuatro países, muchas vidas y un mensaje que se repite como un eco: siempre hay alguien luchando, siempre hay alguien avanzando. No importa el obstáculo, no importa la caída.

Porque, como concluye el reportero, "cuando tienes ayuda y te escuchan como hace aquí la OEI, esas ganas de salir adelante con lo poco que tienen se multiplican".