Imagen de archivo de corales pétreos o duros.

Imagen de archivo de corales pétreos o duros. iStock

Historias

Estos son los corales que sobrevivieron a los efectos del cambio climático en el pasado, pero ahora están en peligro

Un estudio de 'Nature' explica que la resiliencia de algunas especies a las modificaciones en el clima terrestre podría ser clave para su supervivencia futura.

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Raquel Nogueira
Publicada

Los arrecifes del mundo están en peligro. Este mismo octubre, el informe Global Tipping Points aseguraba que la "profunda degradación" de los corales en aguas cálidas es ya inevitable.

El calentamiento global, traducido en mayores temperaturas oceánicas, es el culpable de que su capacidad de resiliencia esté en jaque. Pero una investigación publicada en Nature asegura que ciertos corales pétreos antiguos pudieron sobrevivir a cambios ambientales extremos.

Esto, indican los autores, sugiere que algunas especies modernas podrían poseer "cierta resistencia" a los efectos del cambio climático.

Y es que los corales pétreos (o duros) son "fundamentales para la estructura de muchos ecosistemas marinos", asegura el estudio. A pesar de ello, en los últimos años se han visto amenazados por profundas transformaciones en su entorno provocadas, en su mayoría, por el cambio climático antropogénico.

Para los autores de esta investigación, comprender la historia de estas especies y cómo resistieron a los cambios en el clima anteriores —que provocaron también modificaciones en las temperaturas marinas— podría "ayudar a los esfuerzos por proteger estos sistemas vitales de un daño mayor".

Mucho por descubrir

Sin embargo, la historia del árbol evolutivo de la familia de estos corales aún no ha sido completamente trazada. Y esto impide a los científicos saber realmente los motivos de su resiliencia.

Por eso, Claudia Vaga y su equipo secuenciaron parcialmente los genomas de 274 corales pétreos, lo que representa casi el 16% de las especies actuales.

Con esto, los investigadores buscaban reconstruir el árbol evolutivo de estos animales… y lo consiguieron.

Vaga fecha el ancestro común más reciente de los corales en aproximadamente 460 millones de años. Cree, además, que probablemente fuera un organismo heterótrofo, es decir, incapaz de producir su propio alimento de manera independiente. En cambio, podría vivir tanto en aguas profundas como superficiales.

Asimismo, el mapeo sugiere que algunas de las especies de coral posteriores desarrollaron una relación simbiótica (mutuamente beneficiosa) con algas fotosintéticas, lo que impulsó una mayor diversificación de estos animales hace unos 300 millones de años.

Extintos

A pesar de todo, los datos fósiles registrados por Vaga y su equipo muestran que muchas de estas especies simbióticas se extinguieron durante un gran evento oceánico anóxico (de agotamiento de oxígeno) que ocurrió hace 180 millones de años.

Tras esto, no volvieron a diversificarse hasta después de otros dos importantes fenómenos similares hace entre 120 y 90 millones de años. Lo que, indican los autores, demuestra la vulnerabilidad de los corales a las condiciones cambiantes.

Sin embargo, lo más sorprendente de la investigación es que una serie de especies no simbióticas de corales pétreos sí sobrevivieron (y persistieron) en aguas profundas durante esos períodos. Algunas de ellas, incluso, se volvieron a diversificar.

Los autores sugieren que esto podría deberse a su capacidad de desplazarse a diferentes profundidades y de elegir el sustrato que utilizan para convertir en energía.

Es precisamente este hallazgo —que algunas especies no simbióticas de corales pétreos sobrevivieran a eventos adversos— el que indica que estas especies podrían persistir frente al cambio climático y otras alteraciones ambientales.