Una playa llena de sargazo.

Una playa llena de sargazo. iStock

Historias

El alga asiática invasora: así es el organismo que ha destrozado entre el 50% y el 100% de la pesca en el Mediterráneo

Desde los dos continentes se están buscando soluciones para acabar con su impacto económico y medioambiental.

Más información: Un satélite de órbita baja para monitorizar la llegada del sargazo, el alga que destroza el turismo del Caribe

Judit Alonso
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Actualizada

Kilómetros de playas cubiertas por algas marinas. Esta es la postal que puede verse desde hace años en las costas del litoral entre Algeciras y Tarifa, en Andalucía. A miles de kilómetros, en el Caribe, el sargazo, que flota en la superficie de los océanos, reproduce la misma estampa.

Hace una década que el alga asiática invasora (Rugulopteryx Okamurae) llegó al territorio español. "Se empieza a detectar sobre el año 2016-2017, en Ceuta, y luego en Tarifa", advierte Félix López Figueroa, catedrático de Ecología y director del Instituto Andaluz de Biotecnología y Desarrollo Azul de la Universidad de Málaga.

"A partir de 2017, no ha dejado de extenderse en toda la costa andaluza y el resto de España", explica López Figueroa, apuntando a las islas Baleares, como excepción de esta invasión.

"El motivo de aparición es el agua de lastre de los barcos donde suelen llegar las algas en modo de esporas", explica Sofía Tristancho, licenciada en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz y máster internacional de Biología Marina por la Universidad de Algarve.

"Al echar esa agua cerca de las zonas costeras, las esporas o algas vivas pueden llegar a fijarse en cualquier cosa sólida y dura, y cuando hay temporales, normalmente en invierno, se sueltan y acaban en la playa", complementa López Figueroa.

Impactos ambientales y sociales

La expansión de esta alga exótica, declarada invasora en 2020, produce diversos impactos ambientales en el ecosistema, alterando su equilibrio y desplazando a las especies autóctonas, y también sociales.

"Al faltar las especies locales, los peces huyen a otro lugar donde tienen alimento y eso tiene a su vez consecuencias, con pérdidas en la pesca artesanal de entre el 50 y 100% en algunas especies", lamenta el director del Instituto Andaluz de Biotecnología y Desarrollo Azul de la Universidad de Málaga.

Asimismo, la acumulación y descomposición de estas algas en las playas impacta en el turismo. "No tiene nada de apetecible llegar a una playa totalmente cubierta de algas tanto en la tierra como en el agua y que encima huela mal", critica Tristancho.

Algas en una playa de Martinica.

Algas en una playa de Martinica. iStock

En el Caribe conocen de primera mano esta situación: sus playas se tiñen de marrón debido al sargazo, una especie invasora que proviene del Gran Cinturón de Sargazo del Atlántico, cuya masa flota y se va desplazando en el océano llegando al Caribe. Al acercarse a la costa, el viento las deposita en las playas donde descomponen generando gases tóxicos y obligando a cerrarlas.

"El fenómeno tiene consecuencias tanto en nuestros ecosistemas costeros y marinos como en nuestra economía", lamenta José Ramón López Reyes, viceministro de Recursos Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente de República Dominicana.

A la muerte por sofocación de corales y fauna, así como riesgos de salud por la presencia de gas sulfuro y ácido sulfhídrico se le suman pérdidas económicas en el sector pesquero y turístico y una mayor inversión en infraestructuras de tratamiento y almacenamiento del sargazo.

Una década de sargazo

"Su aparición masiva en el Gran Caribe se registra desde 2011", recuerda el político dominicano. No obstante, no es hasta 2015 que llega al país, incrementándose año tras año.

"Para el 2025 se estima la llegada de unos 35 millones de toneladas de sargazo en la región del Caribe, de los cuales aproximadamente un 10% impactaría a la República Dominicana", puntualiza López Reyes.

México es, desde hace una década, otro de los países más afectados por la llegada del sargazo. Susana Enríquez, responsable del laboratorio de fotobiología de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la Universidad Autónoma de México, investiga, desde entonces, este tema.

Una playa llena de sargazo.

Una playa llena de sargazo. iStock

"Ese sargazo siempre ha llegado a estas zonas, pero en cantidades pequeñas", dice recordando que, "la primera marea fuerte fue en el 2015, pero en el 2014, ya entró bastante". "Fue muy fuerte en el 2018 y este año se ha llegado al mayor volumen cuantificado", asegura.

El trabajo de la investigadora española, que lleva más de dos décadas radicada en México, busca averiguar los motivos de la explosión del sargazo. Así, apunta a la presencia de nutrientes que provienen del río Amazonas, como una de las principales causas, pero no la única.

"Tenemos variantes que viven mejor a temperaturas más altas en el mar del trópico que en el norte, en aguas más frías, y además una de ellas tiene un comportamiento oportunista", explica Enríquez. "Esa adaptación al calor y la alta disponibilidad de nutrientes es lo que está creando este problema", agrega.

Una llamada a la acción

Las consecuencias del alga en España son tan graves que hasta el Real Betis Balompié se ha hecho eco de la problemática con la campaña Sin azul no hay verde.

Por ello, ha creado una camiseta que combina fibra textil a partir de algas, además de plásticos reciclados recogidos del océano y de pulpa de madera, que se usó en el partido que disputó contra la Real Sociedad, el pasado 16 de febrero.

Para ello, el club y Hummel se unieron a Parley For The Oceans y Pyratex, que lleva varios años desarrollando telas con fibra de algas. "Nos encargaron desarrollar un tejido innovador para aplicarlo a una camiseta. Esta experiencia previa nos permitió proponer el uso de esta fibra en el marco de la colaboración con Real Betis Balompié", apuntan fuentes de la compañía.

Aunque para su elaboración se usaron algas marinas recolectadas de fiordos en Islandia, desde la compañía se muestran satisfechos con el resultado. "Se obtuvo un tejido con características óptimas, que permite la aplicación de los estampados habituales en las camisetas de fútbol y, al mismo tiempo, aporta en la parte interior la suavidad característica de las fibras de madera y de alga", aseguran.

"La producción estuvo sobre todo orientada a la sensibilización", puntualiza Fausto Scaldaferri, responsable del Sistema de Gestión Medioambiental del club verdiblanco. Y es que consideran que para "utilizar algas realmente en la producción textil sería necesaria la creación a gran escala de una industria de recolección, transporte y producción, que hoy en día no existe debido a los costes excesivos".

Valorización del alga asiática

A pesar de las dificultades, se está avanzando en diversas líneas de producción. "Actualmente, estamos desarrollando múltiples proyectos de I+D, muchos de ellos aún confidenciales. Sin embargo, podemos mencionar la colaboración con Loewe como un ejemplo de cómo estamos llevando fibras innovadoras y sostenibles al mundo de la moda", avanzan desde Pyratex.

"Esas algas que llegan a las playas que no tienen uso ni valor comercial" son un material con mucho potencial, como apunta Sofía Tristancho, también cofundadora de FuturAlga, una cooperativa especializada en la elaboración de envases a partir de este tipo de vegetación marina.

"La idea es usar estas algas y transformarlas en un material nuevo, sostenible, ecológico, biodegradable y compostable, que al final de su vida útil no va a generar ningún tipo de residuo", explica la emprendedora andaluza.

"Hemos hecho algunas pruebas con textil y para palet, unido a otros residuos vegetales agrícolas, concretamente paja de arroz y otros derivados del trigo y junto con las algas", avanza.

En este sentido, el catedrático de Ecología recuerda que del alga, tras secarse, se puede obtener "un biomaterial, energía, productos de valor farmacéutico e incluso pienso animal para peces".

Soluciones para zanjar la crisis

El pasado mes de julio la Junta de Andalucía aprobó el plan de gestión del alga invasora. "La respuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para poder utilizar las algas para fabricar nuestros envases fue que la Junta de Andalucía necesitaba sacar este plan de gestión para poder autorizarnos", subraya la cofundadora de FuturAlga, lamentando el retraso de esta medida.

"Todo va muy lento", coincide el director del Instituto Andaluz de Biotecnología y Desarrollo Azul (IBYDA) Universidad de Málaga. "El MITECO lanzó en el año 2022 la estrategia de control, con recomendaciones que van a las comunidades autónomas, y hasta el 2025, no sale el primer plan de gestión en España, que sale en Andalucía, dónde empezó", explica.

Así, lamenta la falta de colaboración entre administraciones, los organismos públicos de investigación, empresas privadas y grupos ambientalistas y, reclama que se formalice un Comité de Asesoramiento Científico, como en el Mar Menor.

Para el viceministro de Recursos Costeros y Marinos de República Dominicana, las alianzas, entre otras acciones, son fundamentales para terminar con el sargazo. En la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en junio en Francia, se aprobó "un plan de acción internacional mediante la coordinación regional de acciones, el intercambio de buenas prácticas de recolección y manejo, el desarrollo de mecanismos de alerta y monitoreo, y la búsqueda de financiamiento".

Por su parte, la investigadora española de la UNAM, Susana Enríquez, asegura que la solución pasa por localizar las áreas de crecimiento de nutrientes en el centro del Atlántico. "Lo ideal sería controlar las fuentes de nutrientes, pero es muy difícil porque, probablemente, vengan de diferentes países", considera.