Familias que llegaron de Afganistán se refugian con sus pertenencias en la ciudad fronteriza entre Pakistán y Afganistán de Chaman, Pakistán, el 2 de septiembre de 2021.

Familias que llegaron de Afganistán se refugian con sus pertenencias en la ciudad fronteriza entre Pakistán y Afganistán de Chaman, Pakistán, el 2 de septiembre de 2021. REUTERS

Historias Día Mundial del Refugiado

Retornos insostenibles y una tendencia global en ascenso: la situación de los refugiados alrededor del mundo

Con motivo del Día Mundial del Refugiado, ENCLAVE ODS analiza el contexto en el que viven las personas que se han visto obligadas a huir de su hogar.

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La población mundial se sitúa entre 8.000 y 8.500 millones de personas para 2025. De ellos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) cifraba en 42,7 millones las personas refugiadas a nivel global.

Esto incluye 36,8 millones de refugiados bajo el mandato de ACNUR, 4 millones de personas en condición similar a la de refugiado y 5,9 millones de otras personas que necesitan una protección internacional, así como 5,9 millones de refugiados palestinos bajo el mandato de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo).

Desde 1994 hasta el 2014, según muestran los datos de la organización, la tendencia de personas refugiadas ha sido —en cierta parte— lineal. Sin embargo, desde aquel momento no han hecho más que crecer los datos.

En 2021, el Informe de Tendencias Globales de ACNUR marcaba la cifra de refugiados en 31.530 millones. En el año 2022, este número creció hasta los 40.540 millones.

Y es que el 24 de febrero de ese mismo año estallaba la guerra en Ucrania con la invasión rusa a gran escala, dejando a su paso 6,5 millones de refugiados y 3,7 millones de personas desplazadas forzosamente dentro del país.

En 2023 los datos no mejoraron, llegando hasta los 43.363 millones, en parte, como consecuencia de la guerra Israel-Gaza tras el ataque que Hamás perpetró el 7 de octubre de aquel año.

Desde entonces, Naciones Unidas indica que al menos 1,9 millones de personas —alrededor del 90% de la población— en la Franja de Gaza ha sido desplazadas y muchas de ellas repetidamente, algunas 10 veces o más.

En total, son 73,5 millones de personas desplazadas internas (PDI) para finales de 2024 y 8,5 millones solicitantes de asilo en todo el mundo. Junto a ellas, 4,4 millones de apátridas, a quienes se les ha negado la nacionalidad y carecen de acceso a derechos básicos como educación, atención médica, empleo y libertad de movimiento.

La gente pasa junto a tiendas de campaña en su camino a abordar un tren después de cruzar la frontera de Ucrania a Polonia, tras la invasión rusa de Ucrania, en el puesto de control fronterizo en Medyka, Polonia, el 9 de marzo de 2022.

La gente pasa junto a tiendas de campaña en su camino a abordar un tren después de cruzar la frontera de Ucrania a Polonia, tras la invasión rusa de Ucrania, en el puesto de control fronterizo en Medyka, Polonia, el 9 de marzo de 2022. REUTERS

Respecto a las personas refugiadas, el informe de ACNUR indica que el 73% son acogidas en países de renta baja y media y el 67% acaban en países vecinos. De ellos, el 40% son niños y niñas, pese a que equivalen al 29% de la población mundial.

La persecución, el conflicto, la violencia, las violaciones de los derechos humanos o acontecimientos que perturban gravemente el orden público han sido las causas principales que han obligado a huir de sus hogares a 123 millones de personas, siete millones más en comparación con el cierre de 2023.

Más de una de cada 67 personas en la Tierra se han visto forzadas a escapar. Según ACNUR, la continuidad o retroceso de esta tendencia —en lo que resta de 2025— depende, sobre todo, de que cesen estos enfrentamientos o de que se instaure la paz, particularmente en la República Democrática del Congo, Sudán y Ucrania.

A esto se suma que la situación en Sudán del Sur no se deteriore; que las condiciones para el retorno sean propicias, concretamente en Afganistán y Siria.

Y cuán negativas serán las repercusiones de los recortes de financiación en la capacidad para atender a los contextos de desplazamiento forzado alrededor del mundo.

2024, ¿otro año negro?

La organización de Naciones Unidas expone en la última publicación de su Informe de Tendencias Globales que las soluciones al desplazamiento forzado han incrementado.

Tal y como muestran, la cantidad de retornos (1,6 millones) fue la más alta de la que se tiene registro en más de dos décadas.

Aunque matizan estas cifras: "Detrás de las positivas tendencias que acompañan cada solución, existen inquietudes sobre los riesgos de protección que surgen en detrimento de las personas desplazadas por la fuerza y sobre la sostenibilidad a largo plazo de estas soluciones".

Los datos de ACNUR indican que el 92% de los 1,6 millones de retornos de personas refugiadas ocurrió únicamente en cuatro países: Afganistán, Siria, Sudán del Sur y Ucrania.

En el caso de los ucranianos, el principal motivo de esta 'vuelta a casa' ha sido "los desafíos que han enfrentado al tratar de acceder a servicios y derechos en los países de acogida".

Y es que muchos de estos retornos no son sinónimo de tiempos mejores y así lo señalan desde la organización.

"Dado que no se han consolidado la paz ni la estabilidad en sus países, muchos desplazados internos no logran salir de ciclos de retornos que van seguidos de nuevos desplazamientos y conflictos que se prolongan cada vez más. Por tanto, muchos de estos retornos no son sostenibles", reconocen.

Un sistema colapsado

Los recortes de financiación están cada vez más presentes en el sector humanitario, afectando gravemente a millones de personas alrededor del mundo.

Y es que este 'tijeretazo' se está traduciendo en que los desplazados no pueden recibir la asistencia y el apoyo que requieren para alimentarse y encontrar albergues.

ACNUR ha llegado a señalar que "es probable que desaparezcan los servicios de protección, como los espacios seguros para mujeres y niñas refugiadas que corren riesgo de sufrir violencia".

Mencionan, además, que "la posibilidad de retornar al lugar de origen no se concretará, o bien los retornos no se darán en condiciones dignas —como ya está ocurriendo— ni se prestarán los servicios adecuados en los países de origen".

Motivo por el que, dicen desde la organización, "para que disminuya la cantidad de personas desplazadas por la fuerza es necesario atajar de manera significativa las causas de raíz; es decir, los conflictos, el incumplimiento de los principios fundamentales del Derecho Internacional Humanitario, las persecuciones y otras formas de violencia".

Alianzas por los refugiados

Mientras tanto, multitud de organizaciones humanitarias están trabajando arduamente para lograr apoyar a las personas refugiadas en este camino. Y así lo han demostrado este 20 de junio, Día Mundial del Refugiado.

Los misioneros salesianos, por ejemplo, presentes en 137 países de los cinco continentes, atienden a más de 500.000 personas desplazadas o refugiadas.

Lo hacen a través de su labor en lugares de conflicto como Ucrania, República Democrática del Congo o Myanmar y su presencia en campos de refugiados como Kakumba (Kenia), Palabek (Uganda) o Pugnido (Etiopía).

También cuentan con presencia en las fronteras de México, Turquía y Egipto, entre otras, en las que buscan dar respuesta a personas obligadas a desplazarse.

Civiles que huyeron de Sudán devastado por la guerra tras el estallido de combates entre el ejército sudanés y el campamento paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el centro de tránsito del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Renk, cerca del punto de cruce fronterizo en el condado de Renk del estado del Alto Nilo, Sudán del Sur, el 1 de mayo de 2023.

Civiles que huyeron de Sudán devastado por la guerra tras el estallido de combates entre el ejército sudanés y el campamento paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el centro de tránsito del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Renk, cerca del punto de cruce fronterizo en el condado de Renk del estado del Alto Nilo, Sudán del Sur, el 1 de mayo de 2023. REUTERS

Por su parte, ACNUR ha querido aprovechar esta fecha tan señalada para lanzar una nueva campaña bajo el nombre 'El país que más crece del mundo', con la intención de concienciar sobre la situación de las más de 122 millones de personas desplazadas en todo el mundo.

Así, junto a la agencia Dentsu Creative, han decidido poner el foco en una realidad preocupante: en la última década, el número de personas desplazadas por la guerra, la violencia y la persecución se ha duplicado.

Por ello, además del evento institucional que han celebrado en la mañana del 19 de junio, durante esa noche, como cada año, ACNUR ha impulsado la iniciativa 'La noche azul'.

Bajo su paraguas, los edificios y monumentos emblemáticos de más de 50 ciudades, instituciones y empresas en toda España se iluminarán de azul como gesto simbólico de apoyo y solidaridad con las personas refugiadas.

Otro ejemplo es la oenegé Entreculturas y Alboan, que ha presentado la campaña 'Escuela Refugio', bajo el lema La educación es su mejor defensa.

Su objetivo: visibilizar la importancia de defender la educación frente a la guerra, de educar a los niños y niñas en lugar de que sean víctimas de reclutamiento y de que la educación construya paz en lugar de enfrentamiento.