El presidente Donald Trump señala mapas del impacto del huracán Michael de 2018 para negar el cambio climático.

El presidente Donald Trump señala mapas del impacto del huracán Michael de 2018 para negar el cambio climático. Jonathan Ernst Reuters

Historias

Los aranceles de Trump ponen en jaque la transición ecológica en EEUU: ¿acabará arrastrando a la Unión Europea?

Las decisiones económicas de la Casa Blanca estarían "complicando la transición verde" del país, que "depende de China" para llevarla a cabo. 

Más información: Trump usa la crisis de fentanilo en EEUU para dar el golpe final al comercio con China y cargarle un arancel del 145%

Publicada
Actualizada

Primero, Donald Trump anuncia aranceles desorbitados para casi todo el planeta. Después, propone una suerte moratoria de tres meses —aunque seguirá habiendo una tasa universal del 10% para la mayoría de las importaciones—. Ahora, China contraataca con un gravamen del 145%. ¿Qué pasará mañana? ¿Cómo afectará a las economías este vaivén? ¿Y a las empresas? ¿Se dejarán de lado las políticas climáticas y sostenibles para hacer frente a la vorágine trumpista?

Estos días en los que el presidente de Estados Unidos hace anuncios (casi) a golpe de tuit, las incógnitas se suceden. Es esta incertidumbre, dice Víctor Burguete, investigador sénior de Geopolítica Global y Seguridad de Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) y profesor en el máster sobre finanzas de la Universidad Pompeu Fabra, lo que está descontrolando los mercados. Pues "no favorece la inversión"

Y hay quien teme que las más perjudicadas acaben siendo todas aquellas relacionadas con la transición ecológica del gigante norteamericano. Algo que, sumado a las políticas de Trump dirigidas a potenciar los combustibles fósiles, lanza un mensaje poco halagüeño.

Según la base de datos de emisiones para la investigación atmosférica global de la Comisión Europea, EEUU sería el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, contribuyendo a cerca del 13%. Por delante estaría China, con alrededor del 30% y por detrás, la Unión Europea, con el 10%.

Es en este contexto en el que Donald Trump y su Administración han iniciado una cruzada contra las políticas climáticas en la que, asegura Burguete, los aranceles tienen un papel clave. Coincide con él Lara Lázaro, investigadora principal del Real Instituto Elcano y profesora de Teoría Económica, quien reconoce que la lucha arancelaria "previsiblemente retrasará la transición ecológica en EEUU"

'Bye, bye' transición

Sin duda, comenta Burguete, "Estados Unidos está renunciando a la carrera verde que antes lideraba" con estos gravámenes a sus importaciones. Especialmente, teniendo en cuenta que depende sobremanera de componentes y materias primas de terceros. "Sobre todo de China", indica el investigador, país al que se le imponen aranceles del 145%.

Las tierras raras —esos minerales clave para el sector tecnológico— son uno de los primeros escollos a salvar tras los aranceles. Esenciales para fabricar teléfonos móviles, ordenadores, tablets, relojes inteligentes, aerogeneradores de viento, aviones, coches eléctricos e híbridos o satélites, entre otros muchos, se presentan ahora como un dolor de cabeza colosal.

El motivo está en el consumo estadounidense de estas materias primas. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) asegura que el 56% de las tierras raras usadas en el país son importadas desde China. Importaciones a las que ahora habrá que sumarle un coste extra, el de los aranceles de Trump.

Los minerales raros son un ejemplo perfecto del impacto directo de la nueva carga impositiva a las importaciones de la Casa Blanca en las políticas climáticas y sostenibles. "A corto plazo, los aranceles van a retrasar y complicar la transición ecológica a EEUU, da igual que se intente llevar a cabo en un estado demócrata o no, y también a sus empresas", remarca Burguete. 

Lázaro coincide y añade que, además, muchas empresas llevan años realizando inversiones "importantes" en el país en materia de energías renovables y sostenibilidad. La nueva política arancelaria y la "inseguridad jurídica" que genera puede provocar, además, una ralentización de la inversión. 

¿Efecto contagio?

Los aranceles, al igual que las órdenes ejecutivas firmadas por Trump relacionadas con el consumo de plástico, el cambio climático o la diversidad y la igualdad, están creando toda una cascada de anuncios empresariales que posicionan a las compañías estadounidenses a un punto u otro de la balanza sostenible. 

Por un lado, recuerda Lázaro, "se ha producido una oleada de greenhushing (o ecosilencio), es decir, que las empresas no hablan" sobre sus objetivos climáticos. Aunque, matiza, también se ha producido el efecto contrario: "Compañías diciendo 'estos son mis compromisos y con ellos voy a seguir', como ha ocurrido con Costco o Apple". 

En el otro lado de la balanza, Lázaro coloca a "iniciativas como la relativa a políticas climáticas de Breaktrough Energy, de Bill Gates, que ha dejado de operar de una semana para otra en España".  

A pesar de ello, asegura que, a nivel global, hay ciertas "megatendencias" inevitables, que ya están en marcha y no se pueden frenar. La primera podría parecer una obviedad: "Las renovables son el tipo de energía más eficiente y rentable", indica Lázaro. 

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante la reunión del Eurogrupo de este viernes en Varsovia.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante la reunión del Eurogrupo de este viernes en Varsovia. Unión Europea

Eso, insiste Burguete, seguirá siendo así por mucho que a Trump no le guste. Incluso pese a que, dice el investigador del CIDOB, "el presidente tiene una cruzada contra la regulación ESG", que hace referencia a la sostenibilidad medioambiental, social y de gobernanza en las empresas.

Por otro lado, recuerda Lázaro, China ha anunciado que sigue apoyando abiertamente, "aunque sea de manera poco entusiasta", la agenda multilateral de Naciones Unidas y sus cumbres del clima. La UE también ha reiterado su intención de seguir adelante con su agenda climática. 

Burguete apunta a que en Europa "las políticas climáticas estarían parándose" ya debido al cambio de rumbo de la Unión en las últimas elecciones y al regreso de Trump a la Casa Blanca. Eso sí, lo importante será "ver qué pasa ahora: ¿vamos a intentar seguir la transición ecológica para competir con China o vamos a defender el modelo fósil, cuando además no tenemos ventaja competitiva?".

Contra la acción climática

A la situación de los aranceles, se le suma la orden ejecutiva emitida por Trump el pasado martes 8 de abril. Tal y como informa Reuters, esta buscaría "bloquear la aplicación de las leyes estatales aprobadas para reducir el uso de combustibles fósiles y combatir el cambio climático".

Este sería el último —al menos cuando se escriben estas líneas— movimiento hecho desde el despacho oval para potenciar la energía doméstica basada en combustibles fósiles. Pues llegaba pocas horas después de que diese luz verde a otro decreto que permite el aumento de la producción de carbón. 

Sin embargo, nada de esto pilla por sorpresa a los expertos. "Ya el 20 de enero [tras la toma de posesión] firmó la salida de EEUU del Acuerdo de París sobre cambio climático", recuerda Lázaro. Y añade: "Eso automáticamente hace que sea más difícil para el resto de los países que permanecen comprometidos con la acción climática cumplir con los objetivos".

Pero no solo más complicado, matiza, sino también "más caro". Además de que "hará aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos". El resultado de este torbellino normativo se dilucidará, eso sí, a finales de año en la cumbre del clima de Brasil.