Estantes de servidores en un centro de datos moderno

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Historias

Musk y Bezos hacen que la IA avance imparable en su consumo de recursos: triplicará su sed de energía para 2028

Grupos ecologistas se oponen a que la instalación de centros de datos de Amazon entren en el Plan de Interés General de Aragón. 

Más información: ¿De dónde saldrán los 755.000 metros cúbicos de agua que Amazon usará en sus centros de datos en Aragón?

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La frase de que la inteligencia artificial (IA) está para quedarse, ya es vieja. Mejor es, como dijo Mónica Villas en ENCLAVE ODS, que "está en modo adolescente". Pero a la vez, cabe preguntarse "qué impacto tendrá cuando sea mayor". Elon Musk ha querido comprar OpenIA (donde se incluye ChatGPT) con una oferta de 94.500 millones de euros. Aunque está muy por debajo del valor que se le estima, alrededor de 300.000 millones, refleja el interés que despierta esta tecnología y cómo se va a desarrollar. 

EEUU publicó en diciembre un informe que calcula que la transferencia de datos ha triplicado el gasto de energía del país en la última década. También muestra que con el desarrollo que está teniendo, el consumo se volverá a triplicar en los próximos tres añosSegún sus proyecciones, la cantidad de electricidad que necesitarán será de, como mínimo, 325 teravatios hora (TWh), es decir, más de la que consume nuestro país (246 TWh).

Eso sería si España no tuviera también un crecimiento exponencial en centros de datos donde ubicar físicamente los grandes procesadores, lo que no parece el caso. Esther Paniagua, periodista especializada en el impacto de la digitalización en el medioambiente, explica que cada vez se necesitarán más datos que se alojarán en un espacio físico

Según Paniagua, la IA tiene ahora mismo un límite físico: "Como necesitan cada vez más datos, requiere más centros donde ubicarlos y esto genera conflictos con la población que no los quiere cerca". 

Es el caso de Aragón, donde grupos ecologistas han presentado alegaciones contra la modificación de los Planes y Proyectos de Interés General. En ellos se da cabida a la expansión de los centros de datos de Amazon.

Sala de servidores en un centro de datos.

Sala de servidores en un centro de datos. iStock

Portavoces de la campaña Tu nube seca mi río reclaman que la administración se ponga al servicio de estas grandes empresas otorgándoles prebendas y facilidades en lugar de vigilar que cumplan la legislación ambiental de manera rigurosa. Mencionan, además, el consumo energético, hídrico y el impacto en otros sectores como la agricultura.

Por un lado, según datos del gigante estadounidense, los tres centros de datos actualmente en funcionamiento consumen 755.000 metros cúbicos al año de agua para refrigerar. Son esos los que están en proceso administrativo para una gran ampliación. 

La IA como herramienta

Los beneficios que tiene la IA son innegables. Paniagua separa dos tipos de tecnologías en su libro Error 404 (Debate, 2021), las de reemplazo y las habilitadoras. Las primeras son las que sustituirán la necesidad de una supervisión humana y las segunda las que "nos dan superpoderes para que lleguemos a donde no podemos". 

Para médicos y científicos, explica la autora, la IA es una magnífica herramienta para revisar investigaciones, resumir literatura académica y mejorar los tratamientos de una enfermedad. Para profesiones creativas, ofrece nuevas perspectivas y ángulos a ideas a las que no se hubiera llegado de otro modo.

"Lo que se propone muchas veces es por qué se diseñan tecnologías para hacer cosas que los humanos disfrutamos haciendo, como la escritura, en lugar de otras para hacernos la vida más fácil, como planchar o hacernos la comida", explica la experta.

Además, menciona otro ejemplo: ¿qué genera más CO₂, una furgoneta de reparto llamando a cien casas o cien clientes yendo a un centro comercial? Pues depende, responde, si la web donde se compra tiene espacio físico donde recogerlo o no. Lo más eficiente, dice, es "la compra mixta, es decir, comprarlo online y recogerlo en tienda". Aunque esto también será según las prácticas del comercio y del consumidor. Nada es tan simple.  

Los modelos de lenguaje generativo cambian la forma de relacionarse con la tecnología.

Los modelos de lenguaje generativo cambian la forma de relacionarse con la tecnología. EFE

También, como la herramienta que es, la cuestión radica en el uso que se le quiera dar. Paolo Gerbaudo, investigador de Ciencias Sociales en la Universidad Complutense de Madrid, habla de la diferencia entre China, que ha lanzado un nuevo chatbot, Deepseek, y Estados Unidos, con ChatGPT. 

"Silicon Valley tiene una visión antihumanista en la que la IA sustituye al ser humano. Paradójicamente, China hace una aproximación mucho más práctica, en la que quiere que la tecnología ayude a crear más científicos, informáticos e investigadores; no reemplazarlos", explica Gerbaudo. 

Para él, el discurso de que la IA va a acabar con los trabajos y consumir todos los recursos es más ciencia ficción que realidad. "Eso se ha repetido con cada tecnología. Hay que mirarlo como una multiplicación y amplificación del potencial del individuo", indica. Y esto, según el investigador, también aplica a la eficiencia en el consumo de cada invento. 

La tecnología sirve para aumentar la productividad. Se automatizan tareas, gracias a lo que se pueden hacer más cosas y llegar más lejos, generando más retorno. La cuestión es hacerlo más eficiente.