Coral blanqueado como consecuencia del cambio climático.

Coral blanqueado como consecuencia del cambio climático. Rainer von Brandis Istock

Historias

Los corales no logran seguir el ritmo del calentamiento global: estos podrían ser sus efectos si no se revierte el patrón

Una investigación realizada por la Universidad de Newcastle ha analizado la capacidad de supervivencia de los arrecifes frente a la crisis climática. 

Más información: La Gran Barrera de Coral en peligro por un nuevo récord de altas temperaturas marinas, lo advierten los expertos

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Desde 1998, la temperatura del agua en los océanos no ha dejado de subir. Esto, señala una investigación del Zoo Aquarium de Madrid en colaboración con Coral Doctors, no es de extrañar si tenemos en cuenta que han sido los responsables de absorber hasta el 93% del calor emitido por los gases de efecto invernadero generados por el ser humano. 

Este aumento de temperaturas pone en peligro a toda la biodiversidad marina, pero, en concreto, a los arrecifes de coral. Ocupan menos del 0,1% de la superficie oceánica, aunque albergan hasta el 25% de la vida marina. Además, estos territorios sirven como fuente de alimento para 275 millones de personas en todo el mundo. 

Sin embargo, a medida que pasan los años, este ecosistema está desarrollando un proceso de degradación. ¿El motivo? Un enemigo cada vez mayor y con peores —y más graves— impactos medioambientales al que podemos llamar cambio climático.

Los corales son organismos vivos que se forman por la división asexual de cientos de miles de pequeños animales —llamados zooides o pólidos— que hacen de cada coral una auténtica colonia. Esto es posible a través de las microalgas que viven en simbiosis dentro de los tejidos de los corales, produciendo energía por medio de la fotosíntesis. 

El problema viene cuando las microalgas desaparecen, motivo por lo que el coral se blanquea y muere. Y es que, pese a que existen varios factores que pueden desencadenar este trágico final, el calentamiento global es uno de los principales. Porque, explican desde el Zoo Aquarium de Madrid, la subida de las temperaturas provocan que el coral se estrese, expulsando las microalgas que viven en su organismo. 

Adaptarse o morir

Con esta realidad como premisa inicial, un equipo internacional de científicos decidió analizar la adaptación de los corales al calentamiento de los océanos y a las olas de calor marinas. Porque, pese a que estos fenómenos ya están en marcha, los expertos prevén que irán a peor si no se reducen rápidamente las emisiones globales de gases de efecto invernadero. 

La investigación, dirigida por Liam Lachs de la Universidad de Newcastle, ha revelado que la adaptación de tolerancia al calor de estos ecosistemas a través de la selección natural podría seguir el ritmo del calentamiento de los océanos. Pero para que esto sea posible hay una condición clara que pasa porque se cumplan los compromisos del Acuerdo de París, firmado en 2015, que limita el calentamiento global a dos grados Celsius respecto a la era preindustrial. 

Y es que, señala Lanchs, "la realidad es que las olas de calor marinas están provocando eventos de mortalidad masiva por blanqueamiento de corales en los ecosistemas de arrecifes tropicales poco profundos del mundo". Un fenómeno que, añade, "aumentará debido al cambio climático", ya que estos sucesos se caracterizan por una "frecuencia e intensidad crecientes". 

Por ese motivo, subraya Lanchs, pese a que las primeras investigaciones aseguran que "existe margen de adaptación en la capacidad de los corales para tolerar y sobrevivir al estrés térmico", esto no será posible en caso de que se superen "niveles de calentamiento moderados o altos"

Todo se queda en París

El estudio se centra en el análisis de los corales de Palau, situados en el océano Pacífico. Allí, Lanchs y sus colegas desarrollaron un modelo de simulación ecoevolutiva de estas poblaciones y obtuvieron datos sobre la biología térmica y evolutiva de corales comunes pero sensibles al calor. 

La clave, explica el informe publicado en la revista Science, se basó en imitar las consecuencias de futuros alternativos al desarrollo global y al uso de combustibles fósiles. Todo ello, partiendo de las aproximaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). 

Un arrecife saludable dominado por corales Acropora en Palau, Océano Pacífico occidental.

Un arrecife saludable dominado por corales Acropora en Palau, Océano Pacífico occidental. Liam Lachs

Se espera, indica el profesor Peter Mumby, de la Universidad de Queensland y coautor del estudio, que nuestro mundo se caliente entre tres y cinco grados para finales de este siglo si no cumplimos con los compromisos del Acuerdo de París. Sin embargo, añade, "con esos niveles de calentamiento, la selección natural puede ser insuficiente para garantizar la supervivencia de algunas de las especies de coral más sensibles pero importantes".

Aunque matiza lo dicho: "Podremos seguir teniendo corales bastante sanos en el futuro, pero esto requiere reducciones más agresivas de las emisiones globales y enfoques estratégicos para la gestión de los arrecifes". 

Posiblemente, esta sea la razón por la que James Guest, coautor del estudio y director del laboratorio Coralasisst, señala que existe "una necesidad urgente de comprender cómo diseñar opciones de gestión climáticamente inteligente para los arrecifes de coral". Porque, aunque aun en etapa experimental, sus investigaciones han encontrado que "el uso de intervenciones específicas de evolución asistida podrían mejorar la tolerancia al calor mediante la crianza selectiva".