Según los expertos, en España no hay un solo espacio libre de contaminación lumínica.

Según los expertos, en España no hay un solo espacio libre de contaminación lumínica. istock

Historias

El cielo sin estrellas y otros efectos que tiene la contaminación lumínica: el mundo carente de oscuridad

La organización Cel Fosc pide que se regulen las horas de oscuridad y se cambien las bombillas por la tecnología led, que es menos agresiva.

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En España ya no se ven estrellas. Aunque parece una afirmación un poco dramática, lo cierto es que hay pocos lugares que disfruten de silencio lumínico. Según el atlas de la luz artificial, solo hay algunos puntos de la España vaciada que podrían ser susceptibles de tener una oscuridad 'casi' total, pero nunca completa, y aún menos en Europa.

Siempre habrá un pequeño brillo de la misma atmósfera, de la contaminación, o la propia energía solar que llega a la tierra, y que provoca las auroras boreales, por ejemplo. Y eso tiene un efecto en la biodiversidad, en la naturaleza y en el ser humano.

La asociación canaria 'Amigos de las Pardelas' denuncia que los efectos de la luz son fatales para algunos tipos de pájaros. Estas aves pelágicas, que pasan toda su vida en el mar, solo se posan en tierra firme para reproducirse, y es cuando los polluelos emprenden su primer vuelo y se desorientan con consecuencias mortales para ellos. 

Según el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Tahonilla, en Tenerife, en 2022 se rescataron casi 2.000 individuos, un poco más de la mitad que el año pasado. Marta Tapia, perteneciente a la asociación ornitóloga, explica que el problema se da cuando los polluelos salen de sus 'uras', u oquedades y nichos de los acantilados.

Una pardela inicia el vuelo en Tenerife.

Una pardela inicia el vuelo en Tenerife. Europa Press Cabildo tenerife

"Están tan adaptadas al mar que las pardelas son incapaces de alzar el vuelo desde tierra firme, por eso anidan en acantilados desde los que saltar", explica Tapia. Ellos, que no han visto absolutamente nada en su corta vida, continúa la ornitóloga, "se orientan con la luna y las estrellas que ahora confunden con tantas luces". 

Difuminar la luz

Desde la asociación nos piden simplemente apagar el interruptor. Marta Tapia entiende que, por el funcionamiento de las ciudades, por seguridad y por seguir con la rutina diaria, aunque se haya puesto el sol, podemos ser más eficientes

"Ahora mismo hay tecnología led para hacer luces de tonalidades más cálidas que son menos agresivas o no hacerlo si no es necesario. Un ejemplo son los parques infantiles de madrugada", sugiere. 

En el archipiélago, los puertos de Las Nieves en Gran Canaria, el de Vueltas en La Gomera o el de Garachico en Tenerife han empezado proyectos para reducir su impacto lumínico, apoyados por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). En los embarcaderos han identificado alumbrados exteriores inclinados con mamparas de más de 4000 °K de luz fría en recintos que se podrían cambiar. 

Vistas de Granada y Málaga desde Sierra Nevada

Vistas de Granada y Málaga desde Sierra Nevada Cel Fosc

En el informe, el IAC recomienda realizar algunos cambios como usar luces cálidas, reducir el alumbrado a medianoche o apagarlo de forma escalonada. También sugiere, entre los meses de octubre y noviembre, apagar la mayor cantidad de bombillas posibles para evitar los efectos sobre las pardelas en su primer vuelo. Federico de la Paz, jefe técnico de la IAC, admite que sería imposible eliminar todas, pero reconoce que se podrían minimizar.

Volver a ver las estrellas

Actualmente, la única normativa con visión global sobre el problema de la luz es la ley del cielo en Canarias. Esta ley se instauró en 1988 por la posición privilegiada que tiene el archipiélago como observatorio astrológico, debido a los vientos alisios y la inversión térmica dificultan la aparición de nubes. Pero hoy se sabe que tienen otros beneficios en la naturaleza. 

Jesús Navas, vicepresidente de la asociación Cel Fosc, advierte que la contaminación lumínica se ha extendido en todo el país y el 96,1% de la población en España vive bajo un firmamento alterado. De hecho, la oscuridad total no llega a ningún punto del litoral.

En los últimos años, con la expansión de los parques fotovoltaicos y eólicos, el mundo rural también se ha iluminado. Hasta el cielo se ha inundado de luz: "Se estima que aproximadamente el brillo de la bóveda celeste se ha elevado un 10% debido a la enorme cantidad de satélites y de chatarra espacial". 

La contaminación lumínica, según el Centro Superior de Investigaciones Científicas, es la alteración de la oscuridad natural de la noche. Y desde que la ausencia absoluta de luz artificial es virtualmente imposible, se podría mejorar la iluminación. Como Navas dice: "No se trata de apagar todo, sino de usar la luz de manera racional".