Retrato de dos de las investigadoras en el documental 'Un viaje infinito'.

Retrato de dos de las investigadoras en el documental 'Un viaje infinito'. Homeward Bound

Historias

Tras la pista de 7 españolas en una expedición histórica a la Antártida: su ruta de 21 días entre "deshielo y gripe aviar"

Hilde, Marga, Judit, Zaida, Anna, Gurutzeta y Sonia viajaron junto a otras 181 científicas en el mayor viaje de mujeres al continente blanco hasta la fecha.

5 abril, 2024 02:00

En los dos siglos posteriores a su descubrimiento, la Antártida, aquel continente que cautivó a exploradores como James Cook y antaño motivó competiciones por ver qué país llegaba antes hasta él, se ha convertido en un hervidero de investigaciones. La gente de ciencia lo concibe como un paraíso de valor incalculable, pero este, paradójicamente, sufre ahora más que nunca los efectos de la acción humana.

En noviembre, 188 mujeres de 25 países pusieron rumbo a tierra blanca para ver lo que ocurre en ella con sus propios ojos. Cada una con sus raíces, cultura y disciplina en el mundo STEMM, lograron una hazaña ya solo con su embarque en los dos barcos que partieron desde distintos puntos de la geografía argentina. Han formado parte de la mayor expedición femenina realizada a la Antártida hasta la fecha.

Fotografía de grupo de las investigadoras que viajaron el pasado noviembre.

Fotografía de grupo de las investigadoras que viajaron el pasado noviembre. Homeward Bound

Ahora, vuelven a reunirse para presentar en nuestra capital Un viaje infinito, el documental que plasma sus tres semanas de travesía. En el grupo hay siete españolas. Responden a los nombres de Hilde Pérez, que es ingeniera mecánica; Judit Jiménez, bioquímica; Marga López, bióloga marina; Zaida Ortega, ecóloga; Anna Ferré-Mateu, astrofísica; Gurutzeta Guillera, también científica y Sonia Castañeda, una rara avis con un perfil acertado en este viaje, pues es abogada medioambiental.

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Homeward Bound —el programa que desde 2016 sirve como escaparate a las expertas organizando expediciones al continente— las seleccionó en esta reciente edición con un objetivo ambicioso: crear, para 2026 y con el apoyo de ACCIONA, una red internacional de 10.000 mujeres profesionales del STEMM interesadas en colaborar en proyectos decisivos para hacer frente a la emergencia ambiental. 

Esta, a la vista de los datos, es ahora más acuciante que nunca. Investigadores del Conservatorio de Espacios Naturales de Alta Saboya advierten en un estudio reciente que, si no se frena el cambio climático antropogénico, 2040 será un punto de no retorno para los glaciares. Estos podrían reducir su volumen de hielo hasta la mitad, dando lugar al surgimiento de "ecosistemas inéditos" que con el cambio de siglo podrían alcanzar el tamaño de Nepal o Finlandia.

El goteo de amenazas a la región antártica suena al mismo ritmo al que se derriten sus icebergs, y las exploradoras de Homeward Bound han sido testigos de ello. Marga López estudia, desde la Universidad de Cádiz, cómo el aumento de las temperaturas y el nivel del mar afecta a los cetáceos. Por esto mismo, sabe bien que la Antártida juega un papel clave en la "circulación de los nutrientes y el mantenimiento del clima" en la Tierra. 

Fotograma de la expedición en 'Un viaje infinito'.

Fotograma de la expedición en 'Un viaje infinito'. Homeward Bound y Acciona

Estas son, defiende, dos razones de peso para que su protección constituya una prioridad en la investigación y la agenda internacional, algo a lo que esperan contribuir con esta pieza. "Todas las proyecciones climáticas que se han hecho hasta hoy se han corroborado", asegura, pero "la gente aún necesita visualizar cuál es el problema de forma directa. Ver esos icebergs masivos que muestran lo alarmante que es el hecho de que superemos récords de temperatura cada mes en los polos".

La bióloga marina es una de las tres exploradoras que han acudido a la capital madrileña para presentar el film. A la conversación con ENCLAVE ODS | EL ESPAÑOL también se une Anna Ferré-Mateu, experta en Formación y Evolución de Galaxias en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que, haciendo gala de su disciplina, advierte de la necesidad de conservar los ecosistemas porque "no tenemos planeta B".

La experta, que admite hablar de la Antártida casi como si fuera una persona más, advierte: "Está sufriendo por el impacto de los microplásticos". No se equivoca. En 2019, una investigación llevada a cabo desde la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda concluyó con el hallazgo de 29 partículas por litro en muestras de nieve pertenecientes a 13 tipos de compuestos —el más común, el tereftalato de polietileno, presente en botellas, prendas y otros objetos cotidianos—.

No es, en cualquier caso, el único síntoma de la enfermedad climática que ataca a los polos. Las 188 de la Antártida, como podríamos apodar a esta hermandad de científicas, vio por momentos su viaje condicionado por la gripe aviar. Esta, en palabras de Ferré-Mateu, "ya no solo afecta a las aves; está llegando a los pingüinos y las focas", entre otros mamíferos.

Fotograma del documental, presentado el pasado 4 de abril en Madrid.

Fotograma del documental, presentado el pasado 4 de abril en Madrid. Homeward Bound

La gravedad de la situación llegó a tal punto que las exploradoras debían guardar distancias no inferiores a cinco metros de los animales. También frustró una visita programada a las islas Georgias, la famosa cordillera sumergida del Atlántico Sur que en octubre de 2023 encendió todas las alarmas de los ecologistas tras la muerte de varias aves marinas skúas pardas

A esto se suma que muchos pingüinos emperadores de la Antártida corren el riesgo de desaparecer a medida que el aumento de las temperaturas agota el hielo marino que necesitan para alimentarse, reproducirse y defenderse. En 2022, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos declaró que estos están en peligro de extinción debido al calentamiento global y, con él, los fenómenos extremos que también se dejan notar en el continente.

"El equipo de expedición hablaba mucho de primeras veces", recuerda la investigadora del IAC. "Por ejemplo, decían que nunca habían tenido una tormenta como la que tuvimos en el viaje, con esos grandes vientos huracanados que provenían de sitios de los que no debían. A veces la tripulación no podía ni dormir en el poco rato que había de oscuridad porque había demasiado hielo y debían estar pendientes".

Las españolas también relatan a este periódico cómo, una vez en terreno, "más de una vez tuvimos que salir corriendo, porque si el hielo nos encerraba luego no podríamos salir de las Zodiac". Ese fue uno de los momentos más tensos de la travesía, repleta de anécdotas que, afortunadamente, se compensaban con la magnificencia de este paisaje virginal en el Polo Sur.

Para que este se mantenga inalterado en el futuro, la gran cuadrilla de expertas coincide en la necesidad de "apostar por un cambio de modelo", reivindica Marga López, que no ceda ante las presiones de la "desinformación y el negacionismo climático de quienes prefieren ignorar los daños al planeta en beneficio de sus intereses económicos".

Hilde Pérez, catedrática en la Universidad de León y directora general del Centro de Supercomputación de la comunidad, se encontró con este proyecto por casualidad en un momento en el que "necesitaba una nueva ambición más allá del mundo académico". Ahora, regresa orgullosa de haber compartido experiencias enriquecedoras con otras 187 mujeres que reivindican "que la ciencia esté en las mesas de decisión".

En la presentación del documental, la investigadora recuerda: "Lejos de lo que podamos pensar, la Antártida es la zona cero del cambio climático. Todo lo que pasa allí nos repercute al resto del mundo. En el viaje vimos que, efectivamente, se enfrenta a un mayor deshielo quizá demasiado temprano para la época. Los signos son evidentes" y para paliarlos es necesaria la actuación conjunta de todos los agentes de la sociedad.